Really, Still not a hero.

Tsunange: 2007

Pooooor favor leer el final de la nota al final! Necesito su consejo!

Dolor, lo primero que noto cuando volvió en sí fue un dolor agonizante atravesar todo su cuerpo. Podía sentir el sabor de su sangre en su boca señal de que se había roto algo, una costilla probablemente por el dolor que cada bocanada de aire le producía.

— Levántate. — Escucho la voz de su abuelo sobre ella, y forzó sus manos a darse apoyo en el suelo para levantarse, los últimos meses le habían enseñado que rogar por piedad, llorar o quedarse en el suelo sólo le causarían más dolor.

Tomó una lenta bocanada de aire y se puso de pie con sus piernas temblando apenas pudiendo sostener su propio peso, su tobillo ardia, estaba segura de que también se rompió eso.

— De nuevo. — Ordenó el mayor y ella miró a su oponente, un soldado sin rostro de la liga. Apretó la mandíbula intentando pensar la mejor forma de atacarlo, actuar motivada por la desesperación había probado ser contraproducente y aunque ahora el dolor apenas la dejaba pensar ideó una pequeña estrategia.

Corrió en contra de su oponente sabiendo que una llave la esperaba, pero antes de que pudiera sujetarla y tirarla al piso de nuevo, sacó una navaja que su abuelo le regalo y corto el cuello del mayor viéndolo caer al piso. Por un segundo se quedó viendo el cuerpo retorcerse para luego quedarse quieto mientras un charco de sangre se formaba a su alrededor.

— Bien hecho. — La felicito su abuelo dejando una mano sobre su hombro. — ya estas lista. — no sabía para qué, pero estaba segura que no le gustaría averiguarlo.

——(0-0)——

Lo que pasó después está borroso, recuerda el aire yéndose de sus pulmones a medida que se hunde en el pozo de lázaro, el agua color verde llenar sus pulmones hasta que finalmente es lo suficientemente fuerte como para trepar fuera del agua tomando una gran bocanada de aire.

Las heridas ya no están, pero el dolor sigue ahí, quizás no tan visceral como antes, pero si como una molestia que la hace revólverse en su cama. Ve el vaso de agua sobre su mesa de noche, y por el olor puede saber que contiene algún tipo de veneno, no cree que la mate pero... Quizá si tiene suerte le hará olvidar el dolor un rato. Toma todo su contenido de una sola vez y cuando termina el vaso cae de sus manos al piso, la oscuridad se la traga durante otra noche y su intuición le dice que la pesadilla solo está por comenzar.

——(0-0)——

El duro suelo contra su mejilla es lo que la despierta, eso y el frío a su alrededor. Toda su vista está nublada pero está segura que está en uno de los bosques donde aprendió supervivencia hace un mes o dos, esto no la asustaria tanto si es que no sintiera como el mundo da vueltas a su alrededor y sombras la amenazaban en cada rincón.

La parte más racional de su cerebro le dice que son alucinaciones causadas por lo que sea que su abuelo le puso a su agua, pero la otra parte de su mente, la que todavía es una niña, sola y asustada, está aterrada intentando caminar en busca de algo que le diera seguridad.

Las sombras comienza a moverse, a cerrarse a su alrededor y antes de que pueda huir algo o alguien está sobre ella. Un grito desgarrador resuena cuando algo afilado perfora la piel de su costado, la figura sobre ella se vuelve monstruosa y ella forcejea pero el monstruo sobre ella tiene la ventaja de fuerza. La desesperación no la deja pensar, la droga nubla su mente.

Va a morir.

Está demasiado lejos de la liga como para que su abuelo pueda tirarla al pozo de lázaro y curar su roto cuerpo.

La sangre comienza a salir de su cuerpo, grandes manos se cierran alrededor de su cuello, el preciado aire se aleja de su agarre.

Va a morir.