Entonces abrí la puerta de mi casa lo primero que me recibió fue mi “perrita” Aslan, un san Bernardo de ocho meses era extraordinariamente grande en cuando me vio saltó sobre mi, afortunadamente al empujarme encontré en mi camino de espalda la puerta, de lo contrario seguramente habría terminado en el suelo, con tan poca edad ya lograba fácilmente saltar y llenar me rostro de su saliva al saludarme esparcía sus lamidos por toda abrazaba y lentamente empezaba a arrodillarme en el piso para acariciarla mejor.
-¿Quién es la mejor mascota del mundo?-beso-¿ quién es?-ladridos que suenan en toda la casa-Aslan lo es, si señores Aslan lo es-Ella me empuja y queda sobre mi observándome y entonces desvía su atención a una pequeña bolsa que estaba cerca, olfatea y enloquece, empieza a correr por toda la sala de un lado a otro, pasando ocasionalmente por la mesa rodeándola para después regresar a ladrar donde estaba yo intentando ponerme de pie.
-¿Eres indomable no?-Lo digo en un grito, recibiendo como respuesta más ladridos y que ella se ponga sobre sus patitas trasera y “camine" hacia mí, la abracé-Vamos, que seguro al igual que yo tienes hambre-En la bolsa se encontraban una serie de aperitivos para perros, todos de sabor diferente y cada uno de ellos esperaba a ser devorados por Aslan, descubrí que le encantaban una vez cuando tenía cinco meses compre una cajita de estos y a ella le encantaron, desde entonces dos o tres días por semana traigo varios de estos pequeños postres caninos para ella, eso que dicen sobre que los perros se parecen a sus dueños, aplica sin duda en este caso ambas tenemos este gusto por la comida.
Le serví las pequeñas bolsitas una por una en un gran tazón, mientras hacia esto ella me seguía con absoluta concentración, moviendo su colita y ladrando de vez en cuando coloque el tazón en el piso y creo que no existía un animal las feliz en todo el mundo en este momento que ella. Mientras comía me retire hacia mi habitación esta se encontraba en el segundo piso junto con la biblioteca y una sala de juegos que básicamente consistía en una pantalla de setenta pulgadas unos sillones muy cómodos, acompañados por estanterías que tenían cientos de muñequitos de colección y algunas consolas de videojuegos clásicas y modernas, también en una esquina estaba un pc gamer que yo misma había diseñado escogiendo cada parte que tiene.
Seguí caminando hasta mi habitación abrí la puerta y pude sentir el aire frío que salía de esta debido al aire acondicionado “olvide apagarlo, demonios”, encendí la luz con ayuda del Switch que estaba en la paredes de la derecha, en esta había una cama doble antigua hecha en roble, el piso era de madera, un piano estaba ubicado justo al lado del ventanal también tenía un televisor, un pequeño mini componente. Me dirigí hacia la cama y me senté, me quité los zapatos, después me quité el sostén sintiendo un alivio absoluto, suspire y me recosté en la cama respirando profundamente
-Definitivamente esto es paz interior- me quede así por unos minutos y cerré mis ojos, no pensaba en nada simplemente escuchaba los latidos de mi corazón, sentía mi pecho subir y bajar con cada respiración disfrutaba de la tranquilidad que me proporcionaba este lugar.
Decidí quitarme la ropa que me faltaba y me di una ducha, el baño se encontraba en mi habitación, abrí la llave de la bañera mientras encendía algunas velas aromáticas al tiempo que estaba llenándose agregue un líquido para la generación de burbujas mientras estaba lista mi tina de baño escuché un sonido proveniente de mi teléfono, lo tomé y sin ver de quién era la notificación lo apagué necesitaba un momento para mí y era este, no permitiría que la tecnología me lo quitará.
En cuanto estuvo llena dejé caer la toalla en el suelo y me sumergía con absoluta lentitud sintiendo como el agua estaba en cada parte de mi piel descubierta, respire profundo deje mi cabeza descansar en el borde de la bañera, la tiré hacia atrás y cerré mis ojos así pase un buen tiempo hasta que el frío me gano y decidí salir.
Me levante tome la toalla, me seque y use una más pequeña para envolverme el pelo. Luego me puse una sudadera grande color blanca, acompañada de un Jogger fila rojo, no siendo más pase un momento al piano, este era acústico, es uno de los lujos que me he permitido, aprendí a tocar el instrumento en clases particulares mientras estuve en mis dos últimos años en la universidad me prometí a mi misma que en cuanto me fuese posible compraría uno y ahora lo tengo y debo admitir que me encanta, empecé a interpretar una de mis canciones favoritas era el tema de la película Titanic, adoraba cada sonido de las notas me traía paz y me recordaba los buenos momento en mi vida, pero también aquellos que fueron más emocionales entonces vino el recuerdo sobre la primera vez que admití que estaba enamorada.
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EL ETERNO CARRUSEL DE FANTASÍAS Y SUEÑOS [SUPERCORP]
RomancePOV KARA Alguna vez escuche a mis padres decirme que, si amas algo y lo dejabas ir eras un idiota, que en la vida las personas se arrepiente más de lo pudieron haber hecho pero no lo realizaron, que de lo que si materializaron al fin y al cabo n...