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Isabel...
El humo me nublaba la vista, los gritos de soldados siendo devorados me destruía los tímpanos y el lamento de la muerte hacía que mis piernas perdieran fuerza, mis manos húmedas de sangre temblaban y el escuadrón médico no se daba abasto.

- lleven a los heridos a un sitio seguro... sigan buscando victimas, si se encuentran con un titán y tienen oportunidad de acabar con el háganlo!- grite con lo que me quedaba de voz

Tros estaba en caos, a pesar de haber sellado el agujero de la muralla e impedir la entrada de muchos más titanes.
los esfuerzos de los soldados de la guarnición y los policías militares era nulo, no fue hasta la llegada de la legión que las cosas tomaron otro rumbo, uno donde la humanidad reclamaba su primera victoria.

Ese día los cañones no dejaron de sonar y fue al atardecer que el último titán dentro de Tros fue aniquilado, los civiles fueron evacuados con éxito no hubo muerte por parte de ellos pero no podía decir lo mismo de los soldados, a pesar de los esfuerzos del escuadrón médico , mi escuadrón, las bajas fueron demasiadas.

El chico al que rescatamos cayo en un sueño profundo, no parecía tener lecciones graves, solo necesitaba dormir, pero era inquietante para todos los rumores que llegaban acerca de él.

Siendo yo una mujer de ciencia no me cabía en la cabeza que un chico, un humano, tuviera la capacidad de convertirse en una de esas bestias a voluntad... eso era antinatural e imposible de creer.

eren jeger mejor conocido como el chico titán decía querer proteger a la humanidad, pero para evitar cualquier acción contradictoria de parte suya, lo escoltamos aún estando inconsciente a una prision subterránea se le juzgaría cuando lograra despertar o al menos eso nos informó mi padre el comandante de la legión de reconocimiento Erwin Smith.

Salimos de tros por la noche cuando el olor a cadaveres consumidos por el fuego inundaba mis fosas nasales, levi no soportaba ese olor, según él le recordaba a la ciudad subterránea.

Al llegar al cuartel lo único que deseaba era un baño, estaba agotada no solo por el terrible día que había tenido sino por haber estado perdida en las afueras de las murallas a mercet de los titanes, a un así la experiencia había sido la mejor de mi vida, la compañía de levi había sido el mejor pago, pero se me informó que habría una reunión importante.

Tome asiento junto a levi, la reunión básicamente fue sobre lo acontecido hoy y de cómo obtendríamos al chico titán, pues todos llegamos a la conclusión de que sería de gran ayuda no solo para la legión si no que también para la humanidad.

Durante esa reunión senti los largos y gruesos dedos de levi rosar mi mano que descansaba sobre mi pierna, aún estaba molesta por cómo se había portado con marck pero debía darle la razón, él no debió de faltarnos de esa manera, no cuando somos sus superiores, además levi era así y aunque me molestaba no podía cambiar su actitud de la noche a la mañana, no podía y no quería estar molesta con el, sujete su mano con fuerza debajo de la mesa a modo que nadie pudiera vernos, traté de trasmitirle todo el miedo y la impotencia que tenía respecto al chico jeger.

Al final de la reunión mi padre pidió a levi y a mi quedarnos en su despacho.

- no tienen idea del susto que me dieron, creí por un momento que estaban muertos- pronunció Erwin cuando al fin nos quedamos solos.

- se necesita mucho más para desasearse de nosotros- la voz del azabache se escuchó medio en broma

- ya no tienes porque preocuparte, papá estamos bien, nos las arreglamos para sobrevivir estos días- dije abrazando a mi padre.

Por siempre y para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora