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Levi...(continuación)

- como mierda quieres que me tranquilice!- le grite a una Isabel que se encontraba firmando unos documentos, ella me miro por unos segundos y volvió a su trabajo.

Hacía unas horas que habíamos regresado de Mitras, el camino fue más silencioso de vuelta y para cuando quise hablar sobre lo sucedido con el rey y ese tipo Arthur, ya habíamos llegado al cuartel, Isabel se encerró en la oficina de Erwin junto a Alberth, no la volví a ver hasta ahora, en ese tiempo me dediqué a buscar al idiota de marck pero no tuve éxito, el se hallaba en la capital en busca del asesino de los titanes que habíamos capturado, hange estaba inconsolable y desquiciada.

Justo ahora estaba frente al escritorio de Isabel, molesto caminaba sobre mis pasos, ella seguía con su trabajo, parecía tan tranquila, pero yo no, no podía dejar pasar todo esto, no cuando puedo perderla.

- quieres quedarte quieto, no me permites concentrarme- dijo sin dejar de analizar los papeles que tenía entre sus manos.

-¿porque carajo está pasando esto?, yo tenía planeado pedirle la bendición al rey para poder esta junto a ti, ¿porque no le dijiste que ya estabas casada conmigo?, se supone que eres mi mujer Isabel, ¿porque me negaste?- no sabía de donde salía todo lo que decía, no estaba acostumbrado a expresarme de esa manera pero a ella la sentía tan ajena, sentía que se escurriría de mi, como arena entre mis dedos.

Ella por primera vez desde que estaba en su oficina dejó su pluma por un lado y fijó su mirada en mi.

- ¿que, qué está sucediendo?, fácil el rey quiere que me case con el hijo de Arthur su nuevo consejal, y claro que estaba enterada de tus intenciones por esa razón no te dejé hablar, ¿porque no le confesé al rey que estaba casada?- lo último lo dijo levantando los dedos moviendo los dedos hacia bajo, simulando las comillas, entrecerré los ojos ante tal acción, aún así ella continuó- tu lo dijiste levi se supone que soy tu mujer, ya no sé si lo soy- esta vez me miro a los ojos como retándome

- ¿qué demonios dices?- susurre con rabia, estaba muy molesto y trataba de controlarme porque de lo contrario esto saldría mal.

- no se quizá debas pregúntale a Petra- sonrío y volvió a tomar la pluma, yo no fui capaz de mover un solo músculo sabía a donde iba esto- después de todo te revolcaste con ella- ella seguía escribiendo con tanta tranquilidad que me era imposible creer lo que me decía- ah, perdón según ella le hiciste el amor.-me miro sin ninguna emoción.

- Isabel, no estamos hablando de eso- me acerque a su escrito- estamos hablando de la tontería de casarte con marck, creo que el tema de Petra queda en segundo plano- solté y me arrepenti de inmediato

- minimizas lo que hiciste con tu subordinada entonces- dejó de escribir pero contemplaba la hoja minuciosamente

- no lo minimizó solo que no me parece importante hablarlo ahora, cuando te están obligando a casarte con alguien más cuando eres mi mujer- esta vez apoye mis manos en la fría mesa.

Retrocedí bruscamente cuando Isabel se levantó de la silla y con fuerza arrojó la pluma a algún lugar de aquella oficina, golpeó el escritorio y el ruido resonó en las paredes

- ¿ que no es importante?, te acostaste con Petra, yo no puedo creer que no me dijeras algo como eso, quizá si deba casarme con marck, como lo he dicho lo nuestro ni siquiera es formal- nunca había visto a Isabel de esa manera, no conocía esa parte suya, ella solía estar de buen humor, ternura y paciencia la caracterizaba, pero la Isabel que tenía enfrente era su contraria, la ira se le notaba en los ojos respiraba con dificultad- mi vida es una mierda, mis compañeros mueren, no hay avances con la humanidad, mi único pariente es un desgraciado, y lo único bueno que tengo aparte de Erwin eres tú, para que me engañes, no me jodas levi, ya me canse, ya me canse de luchar, ya no puedo soportarlo más, mi mundo se me cae a pedazos- para cuando decía esto las lagrimas recorrían sus mejillas, se llevo las manos al rostro para ocultar su llanto- solo quería aferrarme a ti...

Por siempre y para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora