🌻
Alguien me despierta bruscamente por ser tan tarde, Ivy aún sigue enojada un poco.
-No piensas asistir a clases- me regaña.
-Ya voy- la miro.
Me levanto rápidamente a cambiarme y llego a clases muy tarde.
-Buenos días, puedo pasar- sonrío mirando a Emma y a Lina.
-Llega con 20 minutos tarde señorita- me regaña -tenga la bondad de esperar en las gradas hasta la segunda hora.
Agachó mi mirada y salgo de ahí.
Los 20 minutos pasan rápido mientras escucho música; tocó de nuevo la puerta y pido permiso para entrar, la maestra me concede y me siento.
Lina se ríe de mi por darle una cara de asco a la maestra.
-Casi no has llegado amiga- habla Lina.
-Me quedé dormida, shh- susurro.
La clase termina y la maestra que peor me cae de una vez por todas se va.
Junto con Lina, Emma y Edy comenzamos a caminar por la secundara, siempre hacemos eso, como si no la conociéramos.
Miro a mis hermosas amigas fijamente para contarles todo pero en realidad no puedo, sé que van a matarme así que mejor evitó un desmadre en este momento.
Todo transcurre normal hasta salir, me despido de Emma ya que se va primero y de Lina después.
Iba muy tranquila a casa y por la estación me encuentro con Alis , pide que la invite a comer y acepto sin ninguna duda.
Llegamos muy cansadas, ella estudia en otra secundaria, se tira en mi sofá al igual que yo y gritamos juntas por tanta pereza cargada en nuestros cuerpos.
-Iré a cambiarme- dice Aliss.
-Trajiste ropa- pregunto.
-Si, ya había pensado quedarme aquí desde ayer- sonríe -sólo tú no sabías aún.
Ella se mete a mi cuarto y olvido el oso por completo. Sale cambiada gritando y trayendo en sus brazos el peluche gigante.
-¿Quién te lo dio?- pregunta emocionada.
-David- hablo- él chico que perdió su ego.
Me queda mirando y forma una o con su boca y decido contarle como pasó todo.
-Estás pendeja- dice riendo -no puedo creer que te vayas a comer ese hombre.
-Ni que fuera tú- la miro sonriendo.
-A poco me vas a mentir que no le tienes ganas- su mirada es perversa.
-A poco te lo quieres coger- le guiño un ojo.
-Está buenísimo pero como ya está contigo, ahora no sé puede- me guiña de la misma manera.
-Perversa- río a carcajadas.
-Debo ser la primera quien me cuentes como es sentirlo- se da la vuelta y va a dejar el oso.
-Cállate pendeja- le grito.
Y sí, así es ella, muy bella por fuera pero muy mala y salvaje por dentro.
Terminamos de comer y anuncia.
-Mady, ya regreso- me mira.
-¿A dónde irás?- pregunto confundida.
-Iré a ver a Anthony- sonríe -ya vengo.
ESTÁS LEYENDO
Sus Falsas Palabras.
RomanceÉramos inversos, él tan frío, yo tan fría, éramos el invierno contra el verano, éramos como el negro y el blanco, totalmente opuestos.