-7.

11 2 0
                                    

🌻

Me levanto toda mal humorada, en realidad no quiero ni comer, salgo de mi habitación, me meto a bañar y antes de cambiarme, escucho:

-Vamos a salir, ponte cómoda- grita Ivy desde la cocina.

-Ya- grito sin ganas.

Encuentro un jean negro, una remera rosada, un cardigan negro y unos tenis blancos, cepillo mi cabello, ubicó labial rosa en mis labios y pongo un perfume con olor a rosas.

-¿A dónde iremos?- pregunto.

-A comprarte zapatos señorita- dice riendo.

-No quiero- hablo seria.

-No te pregunté- Ivy enojada.

Salimos de casa muy temprano, yo iba con audífonos y ella iba con su celular chateando, esa risa perversa me dice que ya tiene a alguien pero me da igual.

Llegamos y estaba completamente repleto de personas, odio venir a comprar algo, junto con Ivy comienzo a buscar en la repisa unos zapatos, logró ver dos que me gustan, me siento y decido probarme.

Con cada par de zapatos me levanto y me veo al espejo enorme que hay a un lado.

-¿Cuáles te gustan?- pregunta Ivy.

-Me puedo llevar los dos- digo sonriendo.

-Podrías pero no- sonríe -elige.

-Creo...- alguien me interrumpe.

-Esos que tienes puesto ahorita te quedan mejor- habla.

No me percate que ese chico me estaba mirando, soy muy distraída.

-Te lo aseguro- sonríe con boca cerrada.

-Bueno entonces me los llevo- miro a Ivy- ten.

Mientras ella va a pedir un código para retirar los zapatos yo me quedo ajustando los míos, el chico se sienta a lado mío.

-¿Cómo te llamas?- me mira.

-Mady y tú?- pregunto seria.

-Danny- dice estirando su mano -mucho gusto.

Recibo su mano junto a la mía y digo lo mismo. No sé porqué Ivy demora tanto si éste joven me esta intimidando.

-¿Puedes darme tu número?- dice nervioso -quisiera hablar contigo.

-Heee...- interrumpe.

-No soy una persona mala, de verdad, me pareces muy bonita- mira hacia el piso.

No pienso que es alguien malo, al contrario se lo ve un chico muy tranquilo, su cabello es rubio claro, sus ojos son cafés claros, como los míos, sus labios rosados, es alto, su piel es suave y blanca, su cuerpo es apuesto, en realidad es muy guapo.

Él me entrega un papel con un lapicero y lo anoto.

-Muchas gracias- sonríe.

-De nada- le devuelvo la sonrisa.

Estira su mano y se despide, camino hacia las cajas para buscar a Ivy. Me entrega los zapatos y la abrazó susurrando el agradecimiento por los mismos.

Vi como nos dirigimos hacia una tienda de ropa.

-Sólo compraré una blusa e iremos a comer después- me mira con una sonrisa inocente.

-No te demores- rodeo mis ojos en blanco.

Ésto me estresa, se mide una tras otra y no deja de decirme que le opine su vestimenta.

Pasa más de una hora y al fin decide una.

-Te pones tantas para solo llevarte una pinche blusa- la miro enojada.

-Comprame tú otra- guiña su ojo.

Es una hermana muy astuta, doy media vuelta y la espero en la salida.

Comimos pizza y en realidad amo la pizza que me comí muchas tajadas.

Siempre tendré que pasar por éste maldito parque y veo a David con una señora adulta, riendo fuertemente a gusto, yo agachó mi cabeza y sigo junto a Ivy; de reojo observó que me esta mirando.

-¿Qué comeremos?- pregunto a Ivy asustada para no mantenerme nerviosa.

-Ya comimos pendeja- dice riendo.

-Oh si pero más tarde pendeja- río.

-A veces siento que no eres mi hermana- se burla.

-Daría gracias por eso- me burló igual.

Rodea su ojos y mira hacia al frente Ivy, fue la única manera de quitar mi miedo ante David y hacerle notar que él ya no me importa.

Llegamos a casa, estaba muy cansada y me recuesto mientras miro las redes sociales.

Hola, te acuerdas de mí.

¿Danny?

Si, soy Danny señorita.

¿Qué tal?

Aturdido un poco pero bien, ¿y tú?

Igual Danny.

Quisiera que aceptes una salida conmigo, si no quieres, lo entenderé.

Pienso en poder despejarme un poco para olvidarme de David y reír con él sin ninguna intención.

Claro.

Me pasa el lugar de encuentro para mañana y dejo en leído su mensaje.

Bien Mady acabas de aceptar una cita con un chico que quieres desaparecerlo de tu vida, pienso una y otra vez.

Esquivo ese pensamiento cuando escucho piedritas que lanzan a mi ventana.

Y sí era David, me señala que salga pero respondo moviendo un no con mi cabeza.

Comienza a llamar varias veces y no contesto, veo por la ventana como pone cara de enojado.

-Sal- grita fuerte.

-Vete con tus chicas que suficiente tienes- grito aún más fuerte.

Cierro la ventana de golpe y él se queda asombrado por mi respuesta, se gira y se va.

-Me vas a decir quién es ese chico- pregunta Ivy.

-Ahm...- miro hacia el suelo.

-Vamos Mady, cuéntame- se sienta en mi cama.

-No es nadie, me cae mal- digo seria.

-Nunca te pones nerviosa hablando de alguien- mira fijamente mis ojos - por qué de él si.

-Pues fíjate que no lo sé- encojo mis hombros.

-¿Te gusta?- sonríe.

-No- digo fríamente.

-Que sentimientos para fríos los tuyos- dice mientras se va.

Si supiera que me encanta y que por dentro derramó de amor por él no dijera que soy fría de sentimientos.

Ya era de noche y me acuesto, miro por mi ventana lo estrellada que esta la noche y me pierdo en ella cerrando mis ojos.

Sus Falsas Palabras. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora