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🌻

Me levanto muy temprano para evitar el cuestionamiento de mi hermana ante mi marca roja en el cuello, realizo el desayuno muy temprano y le brindó a Ivy, mientras comemos, pongo mi cabello adelante tapando por completo mi cuello.

Terminó rápido y me levanto sin ningún inconveniente, siento que se olvidó de eso.

Me dirijo a la cocina, dejó lavando los trastes y agarro mi mochila para irme.

-Mírame- dice Ivy mientras quita mi cabello de mi cuello.

-!Auch!- me quejo.

-Si no me dices qué es lo que tienes en ese cuello realmente- me mira -no te vas.

-Bien, no me iré- la miro -ya te dije lo que pasó ayer- me siento en el sofá.

-Una picadura no te va a dejar una marca tan grande- eleva su voz.

-Quizas, sea alergia- miro al suelo -por eso es que me arde.

-Vete- mira como me levanto -vendrás a casa rápido.

Salgo de ahí rápidamente, Ivy no deja de mirarme fijamente hasta que desaparezco de la casa.

Llegué a clases un poco temprano, el día transcurre normal junto a Emma y a Lina, reímos todo el día como es de costumbre, unas cuántas llamadas de atención pero a ninguna nos importa, bueno, quizás un poco.

-Les invito unas galletas- habla Emma evadiendo el tema que hablamos.

-Vamos- responde Lina al igual que yo.

Vamos directo a la tienda y compramos lo dicho, galletas con yogurt y comenzamos a devorar a cada una mientas íbamos camino a la parada del autobús.

Se despide Lina primero y Emma se va después.

Me subo y ubicó mis audífonos a alto volumen como siempre mientras observó a la gente que me rodea, llegando a la segunda estación.

-Hola preciosa- David susurra en mi oído mientras me entrelaza en sus brazos.

-Hola- respondo seca.

-¿Qué tienes?- frunce su cejas.

-Me dejaste marcas y en el cuello pendejo- lo miro fríamente.

-Me encantó succionar tu piel con mis labios- guiña su ojo.

-Cállate- lo miro y río.

Me devuelve una sonrisa perversa.

-¿Qué haces aquí a esta hora?- lo miro distraída.

Se supone que él sale más temprano que mi de clases y él ya debería estar llegando a su casa y no aquí esperando.

-Te llevaré a casa- deja un beso en mis labios y agarra mi mano.

-¿Qué harás mañana en la noche?- vuelve a hablar.

-Me quedaré en casa- lo miro confundida -¿Por qué?-

-Mañana te recogeré a las 7pm- sus ojos parpadean rápido -Ponte más bella.-

-¿A dónde iremos?- pregunto.

-Hay una cena en la casa de un amigo- apreta mi mano -te llevaré conmigo- me besa.

-Está bien- le brindó un abrazo de agradecimiento -ojalá obtenga el permiso-

-Debes ir, tengas o no tengas permiso- eleva su voz.

-Después que me dejas así mi cuello- señaló con mi mano -quieres que tenga permiso de la noche a la mañana- elevó más mi voz de lo que él lo hizo.

Sus Falsas Palabras. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora