Estos tres hermanos, viven momentos de mucha alegría y felicidad, pues, al solo tenerse ellos, deciden considerar a cada miembro del bosque como parte de su familia y cuidarlos de todo mal siempre y cuando esté en sus posibilidades hacerlo, pero alg...
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Había una vez en un bello bosque donde reinaba la tranquilidad y armonía entre todos los animales que ahí vivían. Tres conejitos llamados Duc, Roger y Saltarín, puesto este último nombre por su madre debido a que Saltarín siendo el hijo menor era muy inquieto y no podía quedarse más de 10 minutos en un solo lugar, a él le gustaba mucho brincar y brincar. Estos tres hermanos se cuidaban el uno al otro debido a que su madre así les había enseñado desde muy pequeños y ellos lo seguían haciendo aún después de la muerte de ella.
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Los tres conejitos eran muy conocidos en todo el bosque por sus bondades, puesto que si podían ayudar a alguien lo hacían, como en cierta ocasión cuando ayudaron a una ardilla a escapar de un cazador.
Su hazaña fue así. Estos tres conejitos llegaron a ponerse por los pies de aquel cazador, distrayendolo así de su objetivo en mira, los conejos al ver que su amiga la ardilla Lalita estaba fuera del alcance de aquel cazador, se alejaron de aquel hombre poniéndose de acuerdo para ir cada uno por un lado diferente y asi no ser atrapados por una bala. Esto molestó mucho al cazador por lo que comenzó a dispararles sin poder tener éxito ya que se movían por la hierba y se iban por los árboles, imposibilitado así que alguna bala los alcance.
El hombre perdiendo de vista a los tres conejos, todo enojado decide marcharse a su casa. Cuando los demás animales vieron que ya no había peligro salieron de su escondite y rodearon a estos valientes y audaces conejos por ayudar a una integrante de aquel bosque y comenzaron a aplaudirlos por la arriesgada huida que hicieron.
Lalita se les acercó y les dijo: - Muchas gracias mis amigos por su ayuda, si no hubiese sido por ustedes no la hubiese contado hoy, ya estaba cansada de correr, ese hombre tenía buen rato siguiéndome, pensé que sería mi fin.
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