×Nuestro "Para Siempre Infinito" ||REDDIE ||×

Estoy Decidido

Richie llevaba al rededor de diez minutos caminando de un lado al otro afuera de la casa Kaspbrak, decídiendo  si tocar o no la puerta que tenía ahí en frente, se encontraba  teniendo una batalla entre sí ser valiente o seguir siendo un cobarde.
Por fin se decidió a tocar la puerta, sentía como su corazón estaba a punto de salirse de su pecho, su garganta estaba  seca y sus piernas querían salir corriendo de ese lugar, quizás había sido una terrible idea hacer eso, pero ahí se quedó, esperando a que alguien saliera y abriera la puerta, ya había dado el primer paso y ahora era absolutamente inútil salir corriendo, tenía que afrontarlo como todo un hombre, pero aún tenía miedo, seguía siendo solo un pequeño de 13 años, recién comenzaba a descubrir que era esto de los sentimientos.

Por fin cuando estaba destinado a irse sin obtener respuesta, la puerta se abrió como por obra del destino y Eddie Kaspbrak salía bostezando y frotándose los ojos, Richie al verlo podría morir en ese momento, Eddie lucia absolutamente perfecto.
- ¿Rich?, ¿Qué haces aquí? - respondió Eddie confundido.
- ¡Eds! Lo siento, olvidé que es la hora de tu siesta, yo puedo irme...
- Primero ¿Cuántas veces debo repetir que odio que me llames Eds? - Eddie rodo los ojos y Richie trataba de ocultar la sonrisa que quería emanar de él, Eddie hasta molesto era hermoso. -  y segundo, no es que te estuviese botando, solo me sorprendió verte aquí, es todo.
- ¿ Crees que la señora K te daría permiso de  acompañarme unas cuantas horas  a la casa club?... ¿Por favor? - Richie lo dijo casi susurrando y Eddie estaba ligeramente preocupado, quizás Richie había tenido otra vez problemas en casa y sólo quería hablar  con él para olvidar que tenía problemas en su familia.
- Tienes suerte Rich, mamá no está, así que si me esperas unos minutos me pondré ropa para salir  e iré contigo ¿bien? - Richie le sonrió y asintió.

Richie seguia nervioso, sentía como sus manos le sudaban, de hecho se sentía ajeno a la realidad en ese momento, estaba preparado para cualquier cosa, si Eddie lo odiaba estaba preparado o bueno eso creía él , si Eddie le decía que sentía lo mismo estaba preparado, así que una vez Eddie salió de su casa listo para acompañarlo Richie trago saliva y supo que ya no había vuelta atras, era su momento, debía confesarse a Eddie Kaspbrak ahora o nunca.