Richie había llegado de manera lenta hasta su hogar, sabía que el ambiente que encontraría sería pesado y ya le daba igual, tenía un dolor en el corazón aún más fuerte.
Abrió la puerta despacio y camino dentro de su hogar, en la sala se encontraba Maggie y Went Tozier, Maggie tenía los ojos rojos e inchados de lo mucho que había llorado.- Avisame la decisión que tome Richie. - Went se dirigió a Maggie solo diciendo eso y tomó su chaqueta para salir de la casa y Richie sólo lo miró confundido.
Richie solo miró a su madre, pero no se atrevió a decir nada, en ese momento él quería abrazarla y llorar en sus brazos hasta que su pequeño corazón pudiera sanar, pero sólo se quedó callado y subió las escaleras hasta entrar en su habitación.
Una vez llegó a su cama, varias lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, parecía que podía deshidratarse y quizás tenía razón.
Escucho como unos pasos se acercaban y limpio sus lágrimas lo más rápido posible y Maggie Tozier entró a la habitación de su hijo.- ¿Cariño?, necesito conversar contigo... - Maggie tomo asiento en la cama de su hijo y este solo asintió.
Tu padre y yo hemos decidido que ya no queremos hacernos daño y mucho menos seguir haciéndotelo a ti, él se irá de casa y también se irá de Derry.... Y él quería saber... - la voz de Maggie se quebró por completo y abrazo a su hijo y deposito un beso en su rizado cabello - si tu quieres irte con él... - por fin soltó la mujer y se formó un silencio, Richie ni siquiera podía hablar, tampoco quería hacerlo, sabía que se rompería por completo.
- Richie, cariño... Debes pensarlo, no queremos obligarte a nada, no queremos que seas infeliz, no por nuestra culpa... Piénsalo con calma - pidió su madre antes de salir de la habitación y dejarle otro beso a su hijo.Richie se durmió ese día llorando, definitivamente no podía haber tenido un peor día, ni el día que pelearon con Pennywise había sido tan malo.
Los perdedores habían quedado en reunirse días antes, querían ir a la cantera a nadar antes de que la escuela volviera a empezar.
Bill había pasado por la casa de Richie para que se fueran juntos, pero al no recibir respuesta cuando tocó la puerta de los Tozier, supuso que el Bocazas ya se encontraba en el lugar, después de todo, una de las virtudes de Richie era ser puntual cuando de una reunión de los perdedores se trataba, así que Bill pedaleo velozmente en plata hasta llegar a la cantera.
Cuando llegó encontró a todos menos a Richie, todos estaban listos para arrojarse al agua como siempre.- Esperen, no podemos aventarnos todavía, aún no llega Richie, debemos esperar - dijo Eddie frenando a Bev antes de que saltase, ella siempre era la primera.
- Creo que R- richie no va a lleg-gar, pase por su casa y nadie me atendió.
- Podríamos esperarlo diez minutos más y si no llega seguiremos con lo nuestro - rogó Eddie y sus amigos sólo asientieron, sabían que ambos eran muy cercanos, así que era lógico que Eddie quisiera esperarlo.
Esperaron los diez minutos por el bocazas pero Richie nunca llegó.
- ¡Cobarde él que no se aviente! - Grito Stan riendo y saltando al agua.
Quizás sus padres no lo dejaron venir porque empezamos clases mañana....
Susurro Eddie al viento ya que era el último que se aventaria, pero antes de hacerlo giro su cabeza, quizás y Richie si podía llegar, pero hasta el último momento eso no ocurrió.* - * - * - * - *
Eran las 5 pm de la tarde, esa tarde de verano que Richie jamás olvidaría, ni él ni Maggie Tozier la podrían olvidar.
- ¿Mamá?, ¿podemos hablar? - Richie se sentó en la orilla de la cama de su madre.- Claro cariño, dime ¿que sucede?.
- Mami... Lamento decepcionarte, siento mucho no ser el hijo que esperabas, desearía esforzarme... - Richie empezaba a derramar algunas lágrimas mientras hablaba y Maggie también.
- ¿por qué dices eso? - Maggie tomó el rostro de su hijo haciendo que la mirase - yo jamás estaría decepcionada de ti, pequeño, yo te amo mas que a nada en el mundo.
- Mamá, estoy enfermo, no soy un niño normal, me odio por no poder serlo... Mamá me gusta alguien - dijo Richie tembloroso agarrando la mano de su madre y mirando el agarre.
- Cariño, es normal, en algún punto de nuestras vidas nos tiene que gustar alguien, si no... Jamás hubiese estado con tu papá. - Maggie le sonrió a su pequeño y no entendía porque tenía miedo.
- el problema es que me gusta un chico - Richie y su madre quedaron en silencio - Me gusta Eddie... - por fin soltó Richie, pero no quería mirar la cara de decepcion que podría tener su madre, ella se mantuvo en silencio un buen rato.
- pequeño... no voy a decir que me esperaba exactamente que dijeras eso, pero para mí no estas enfermo y no estoy decepcionada de ti - Maggie tomo el rostro de su hijo y le levanto la cabeza para que él la mirara - ¿sabes? Lo que me acabas de decir hace que te ame todavía más Richie, eres el niño más especial del mundo para mi, eres valiente y te amo con todas las fuerzas de mi corazón...- creo que debería irme de Derry con papá... - susurro Richie y Maggie no tuvo otra opción que llorar y besar a su hijo.
- No pienses en eso por ahora, trata de dormir... Yo estaré aquí para ti.
Después de la confesión de su pequeño y de que él no había dejado de llorar por sentir que le había "fallado" Maggie lo acurrucó a su lado en la cama y mientras Richie intentaba dormir ella le acariciaba sus rizos, ella jamás estaría decepcionada de su pequeño, él era todo para ella y si bien quizás no se esperaba que se haya enamorado de su amigo, debía de suponerlo, un recuerdo se le vino a Maggie mientras seguía acariciando el cabello de su hijo, mientras él ya dormía.
//Era una tarde cuando Richie tenía 10 años, había llegado con algunos raspones y una vendita en una de sus rodillas, al parecer Eddie lo había curado cuando Richie se había caído de su bicicleta, apenas aprendía a manejarla ya que era nueva, se la habían regalado por su cumpleaños.
Richie había llegado cojeando un poco pero al parecer lo que menos le preocupaba eran sus raspones.
- iMamá, mamá! - dijo Richie agitado y entusiasmado, mañana por favor ¿podrías darme dinero para salir con Eddie? - Richie había juntado sus manos y le hacía caritas a su mamá para que aceptará.- amor, primero que nada ¿que te paso? - Maggie poso una mano en la mejilla de su pequeño y la acarició con cuidado.
- Pues me caí de la bicicleta, pero Eddie estaba ahí para salvarme, ¡Mamá, Eds me salvo la vida! Pude haberme desangrado en ese momento y mañana quiero invitarle un helado para agradecerle... ¿Me darías dinero?. - Richie se veía tan adorable exagerando con eso de desangrarse pensó Maggie y no pudo evitar sonreír.
- Bien, podrás invitarle su helado a Eddie.
- Bien, también debo escribirle algo, esque Eds realmente me salvo, no se como podría pagarle. - Maggie vio como Richie había sacado todas las hojas que tenía y todos los lápices de colores para escribirle una carta a Eddie por "salvarlo" era adorable//
Cuando Maggie reaccionó, sonrió ante aquel recuerdo y deposito un beso en la cabeza de su hijo mientras lo cuidaba, desearía protegerlo del mundo y de las personas que le podían hacer daño.
Este capítulo es más largo que los otros anteriores y me sentir muy bien al escribirlo! Lo ame!! ❤️❤️ Espero les guste.
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×Nuestro "Para Siempre Infinito" ||REDDIE ||×
Casuale- ¿Rich?... ¿Cuánto tiempo es para siempre?. - Eds, para siempre son todos los momentos que te tengo a mi lado...