VIOLENTOMETRO (Sagitau)

10.💔

♧Intimidar o Amenazar♧

Los días pasaron, tanto Sagitario como Tauro estaban hartos pero el orgullo es una perra cuando se propone destruir dos almas que una vez se miraron a los ojos con ternura.

La mayoría de las veces discutían por cualquier cosa; de esas veces donde sabes que los verdaderos problemas nunca se resolvieron y siguen ahí pero tu los ignoras.

— ¿Qué podemos hacer? — Habló el torito sentado aún lado de Sagitario, ambos derrotados y agotados.

— No lo se... — Dijo el mayor, roto, con el rostro perdido.

Ambos agotados de una relación incompatible pero con un gran apego físico.

Sagitario miro una vez más al pequeño chico de ojos rojizos, recordando cómo todo era antes de que todo este desorden pasará, aunque no lo digiera odiaba esto, odiaba pelear con el pero tanto él como Tauro eran personas tercas y decididas a luchar por sus puntos de vista.

Y el arquero sabe que la cago, y fue un error grande, pero no puede evitar querer un poco de libertad, ¿es qué acaso se sintió agobiado con el menor?

— Y si mejor terminamos...— Queriendo darle fin a todo este dolor, el pelirubio decidió dar fin a todo esto y llevar la paz.

— No — Pero el toro no estaba dispuesto a soltar todos esos momentos felices que vivieron en el pasado, es difícil soltar cuando amas de verdad y no te das cuenta el daño que causa el no dejar ir.

Además Tauro estaba dispuesto a soportar, ¿por qué Sagitario no? ¿Acaso se rindió?

— ¿Acaso no entiendes la situación? — Dice ya desesperado el arquero.

— ¡Me vas a dejar después de todo lo que he hecho por ti! — Grita ya desesperado el oji rojo, no puede creer que se atreva a dejarlo, no, no, imposible, después de tanto tiempo.

— Será mejor así, mira vuelve a tu vida antes de mi, regresa a tu trabajo, ya no p-puedo — Poco a poco su voz se iba quebrando. — Esto será pero, yo sé que algún día puedo hacerte daño, y tu también me puedes hacer daño Tauro, no quiero que terminemos odiandonos...

El menor solo negaba con la cabeza mientras lloraba, no lo podía creer, su vida ya no tenía sentido, fueron tantos momentos, compartieron tanta vida que no se mira sin él.

Sagitario solo se dignó a guardar su ropa en la maletas, mientras que el menos temblaba llorando, estaba en shock.

— ¡No! Por favor, ¡te prometo ser como antes! ¡Sagitario no me dejes! — Esta vez salió de su trance y se arrodilló frente a el, mientras abrazaba sus piernas — ¡Puedo ser más flexible, podemos ser una pareja abierta si quieres! ¡Prometo no enfadarme nunca más! — aferrándose a sus pies.

Esta acción causó lástima en el mayor, y un poco de poder, que hizo sentirlo en lo alto, pero algo dentro de si, se asustó tanto que se agachó junto al menor separándolo lentamente mientras lo abrazaba.

Sabía que si se quedaba más tiempo el sería peor con el menor, sabía que algo malo dentro de si quería arruinar todo, como con Géminis aunque ambos quedaron en nunca mencionarlo, tardaron años en recuperarse y volver a ser amigos, al menos eso fue lo único que quedo.

Con Tauro es diferente, no quiere dejarlo pero sabe que si no lo hace todo será peor, no se salvaría nada.
Pues Géminis fue más fuerte que él y lo dejó, Tauro no podrá hacerlo y si el menos por eso tomó de ejemplo a su antiguo ex para no causarle daño a su toro.

— Tauro escúchame, tenemos que dejarlo... — Y con esto lo soltó para dirigirse a la puerta.

El menor no lo siguió, esto le causó alivio, pero no duró mucho pues escuchó un fuerte ruido en la cocina.

El menor se había cortado las venas, el ojo azul corrió asustado mientras sujetaba su muñeca y llamaba a una ambulancia.

— ¡Estas loco! ¿Por qué? — Le gritaba llorando mientras esté solo le susurraba una frase, unas palabras, palabras que condenaron su destino.

— Si tu te vas entonces yo ya no puedo vivir...

Una amenaza tan sutil pero tan cruel...