18.♤

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Cachetear♤

Por primera vez en su vida, las sabanas se sintieron frías, y el lado izquierdo de la cama se encontraba vacío.

Su mano se extendió hasta llegar a la orilla, sin ningún indicio de que había alguien ahí con él. No sé escuchaba nada más que el mismo silencio.

Sus ojos comenzaron a abrirse lentamente y observó con pereza la luz del sol.

— ¿Tauro?— Nadie contestó, no había signos de vida. — Tauro — otra vez su llamado fue ignorado.

Así que rápidamente se levanto y busco, y busco pero no logro encontrar nada; al principio no hubo preocupación, sus cosas estaban intactas, nada se había llevado, después su ira lo controló y empezó a tirar con violencia cada cosa que veía.

Pasaron las horas, la tarde y luego la noche y no llegaba, su ira se convirtió en tristeza, y luego en ansiedad.

Su respiración comenzó a entre cortarse, los latidos de su corazón bombearon con fuerza, su vista se nubló.

Rápidamente se fue a mojar con agua fría, necesitaba pensar ¿A dónde iría? ¿Dónde se encontraría? No podía simplemente pedir ayuda porque después sospecharían de él.

Necesitaba pensar.

...

La codependencia es un estado inconsciente, solitario y aislado.

Así se sentía en este momento, aislado.
No sabe porque, siempre creyó ser tan independiente, todos los días salía de fiesta, después pasaba tiempo en el trabajo y al último tenía que ver la cara de su novio.

Al verlo le traía un sentimiento de querer golpearlo, a veces podría decir que lo odiaba, pero no podía alejarse de él, necesitaba de él.

Necesitaba encontrarlo en su casa, esperándolo, necesitaba escuchar sus palabras, sentirlo.

Estaba tan familiarizado con sus gestos, su aroma, su voz, que ninguna de las putas con las que se acostó podía borrar esa escencia tan característica del signo de tierra.

Era como si estuviera hechizado por él, y odiaba sentir eso, odiaba depender de alguien así, de alguien tan lento y poco enigmático, alguien tan apacible.

Y luego cuando ya no lo sintió cerca, cuando estuvo a punto de morir, sintió un gran vacío dentro de su corazón, ahora quien lo iba a recibir.

Ni siquiera Géminis lo hizo sentir así, ese chico lo traía loco, no era como el signo de aire, que en su época si, tuvieron algo que ver, pero no era lo mismo.

Ambos eran independientes, Geminis también le hacía pelea, que de igual modo también lo cabreaba, pero no llegó a sentir esa necesidad de tenerlo, de poseerlo.

Solo lo quería lastimar, algo que logró en su momento, luego se aburrió y conoció a Tauro, pensó que sería igual pero al parecer toda esa violencia se esfumó por un breve momento, después ya no pudo controlarse.

Y ahora está aquí deseando volver a a verlo, abrazarlo y besarlo.

...

— ¿Qué haces aquí Sagitario? — Preguntó Capricornio extrañado.

Este, sin contestar, simplemente entro, todos los que estaban ahí lo veían extrañados.

— ¿Qué sucede? ¿Estas bien Sagitario? — Preguntó Virgo preocupado, jamás lo había visto tan alterado.

Además su presentación no era muy buena que digamos, estaba completamente mojado y se le notaba la palidez.

— ¿Saben dónde está Tauro? — No había respondido nada, solo eludió las preguntas con otra pregunta aún más preocupante.

VIOLENTOMETRO (Sagitau)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora