03.💙

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Mentir/engañar◇

Pasaron los meses y el signo de tierra no tuvo problema en renunciar, pues era muy querido en su trabajo solo le hicieron una despedida y le dijeron que si quería regresar las puertas siempre estarían abiertas para el.

Esto lo tranquilizó pues pensaba que no lo tomarían bien.

Mientras en casa, al estar más tiempo se encontraba siempre en orden pues el arquero solo llegaba hasta las siete, esto le daba tiempo para limpiar, comprar despensa y dedicarse al jardín.

Un día cerca de la plaza de su hogar se encontró con el mayor, pero este al parecer no se dio cuenta de su presencia pues hablaba muy disimuladamente con una chica que le entregó una bolsita con polvo blanco.

No sabía que le decepcionó más, saber que se drogaba o ver como este al final besaba a la mujer.

Lo único que pudo hacer fue correr a su casa y llorar en la habitación hasta quedarse dormido, importandole poco todo lo demás.

A la mañana siguiente ni siquiera se hablaron, él hizo el almuerzo mientras que el otro desayuno y se fue a trabajar dándole un pequeño beso en la mejilla antes de salir.

Pasaron las semanas y el arquero se dio cuenta que algo andaba mal, su toro ya no le respondía con cariño, era más frío.

— ¿Qué te pasa? — Le pregunta directo, sin rodeos mientras estaban en la cocina.

— Nada — Le contesta roboticamente mientras seguía lavando los trastes.

— ¡Nada! Tenemos una semana sin tocarnos, sin hablarnos y me dices nada — Le dice desesperado, extrañaba a su toro cariñoso.

— ¡Si tanto extrañas que te toquen porque no vas con esa zorra, si, la que te vende droga para que te coja! — Le grita ya enojado, terminando de limpiar,  y salir de la cocina siendo perseguido por un rubio alborotado. — ¡Para eso querías que saliera de trabajar, para que me diera cuenta de todo! — Le sigue gritando mientras va por su maleta.

— ¿Qué haces? No, tu no te vas, vamos arreglar esto — Le dice agarrándolo de un brazo para evitar que siguiera metiendo ropa ahí.

— ¿Qué quieres arreglar Sagitario? La vez que te vi pensé que era mi imaginación pero esta semana que me permití meditarlo todo llegando a la conclusión de tus infidelidades y tu amor por la droga — Le decía ya con lágrimas en los ojos y no por el hecho de drogarse, no, era por la infidelidad.

Pues con el paso de las semanas, no solo había descubierto una infidelidad, eran varias con las que le era infiel, llegando a romper su esperanza de ser una mentira.

— Me das asco y aún así llegabas a tocarme con tus manos sucias —

El mayor ya harto de escucharlo, lo agarró de los hombros y lo azotó cerca de la puerta haciendo que el menor se mareara por el golpe.

—¡Escuchame! No sabía lo que estaba haciendo, todo eso lo dejé. Tu sabes bien que te amo a ti — Le imploraba sujetándolo del cuello para inmovilizarlo. — Perdóname, yo te amo. —

Pero al parecer esto no surtió efecto ya que el menor encolerizado lo aventó agarrando rápidamente su maleta para irse antes de que el oji marrón lo alcanzará.

Era de noche, estaba lloviendo y hacía mucho frío, rápidamente se acercó a un taxi y le dio la dirección de sus mejores amigos Capricornio y Virgo.

— Tauro qué sorpresa ¿Qué haces aquí? ¡Estás empapado! — Le dijo sorprendido Virgo, nunca creyó ver al menor en una noche como esa.

— Puedo quedarme unos días...— Le dijo antes de entrar, lo que sorprendió aún más al mayor.
Este solo asintió y le llevó una toalla para secarlo.
Al pasar se encontró con Capricornio, Piscis y Escorpio.
Estaban en una cena familiar, eso lo hizo sentirse muy mal pues los había interrumpido.

— Mejor me voy, disculpen si los interrumpí — Habló rápidamente haciéndoles una reverencia pero antes de que se fuera Capricornio y Virgo lo tomaron de los brazos para impedirle que se saliera.
Dándole un fuerte abrazo que aceptó gustosamente.

Estaban preocupados, al verlo tan destrozado, pues aunque no lo dijera su rostro delataba la tristeza que cargaba.

— Puedo tomar su baño — Les susurró querito, no quería que su lastimosa voz se escuchara frente a los signos de agua.
El signo de la virgen le susurró un "por supuesto" a lo que el menor se disculpó y se fue para bañarse.

Por otro lado los demás signos que se encontraban en la sala estaban preocupados nunca habían visto a Tauro así, eso los alertó un poco.
La cena familiar se convirtió en una cena de suposiciones y chismes, algo que fue inevitable.

Al terminar se vistió, notando unas pequeñas hematomas en sus hombros, le resto importancia pues él también había golpeado al mayor.

Se vistió ocultandolas con un suéter, al final decidió dirigirse junto a los demás, pues Capricornio lo había invitado, esto lo hizo sentirse peor.

— Discúlpenme, no sabía que estaban en reunión, de haber sabido me hubiera instalado en un hotel — Les dijo apenado, tratando se sonreírles.

— ¿Y, Sagitario? — Preguntó piscis  despistado.

Esto hizo que el menor frunciera el ceño enojado al recordarlo, pero rápidamente se le pasó, no quería delatar sus problemas.

— Nos separamos un tiempo — Dijo secamente, no quería hablar de el.

— ¿Cuándo, hoy? — Se burló el escorpión, esta vez no midió sus palabras pues si le habían molestado al menor, pero no era su culpa nadie sabía lo que pasó. — De seguro solo fue un pequeño problema de incompatibilidad.

— Supongo que mañana vas a trabajar ¿no? — Le preguntó Capricornio ignorando el incómodo ambiente además el mayor  recordaba que el menor amaba su trabajo y nunca se lo perdía.

— Yo... renuncié — Le contestó triste, ahora que lo piensa nunca debió renunciar, porque se dejó manipular tan fácilmente.

— ¿¡Qué!? — Gritaron todos, no se la esperaban.

— ¿Por eso se enojaron tu y Sagitario? —  Preguntó delicadamente el pisciano al ojirojo, este solo le negó con la cabeza, ya no quería hablar de eso.

Y todos lo entendieron así que decidieron seguir con la cena, con un nuevo invitado haciéndolo sentir bienvenido.

VIOLENTOMETRO (Sagitau)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora