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Era un hombre alto, con gafas, cabello castaño y una sonrisa explendida con hoyuelos esperando por él en este lugar. Por lo menos ahora sabía algo de aquel tipo, se llamaba Jeon.

—Buenas noches, Kim —Contestó él.
—Gracias por haber tenido tiempo en tu agenda para mí —Nos acercamos a la mesa para sentarnos.

—Siempre tendré tiempo para ti, es un placer para mí hacer tratos contigo, amigo ¿Quién es esta chica? —Preguntó al dirigir su vista hacia mí.

—Es mi chica, _____, hermosa ¿verdad? —Dijo observándome, de reojo lo había notado. Sonreí nerviosamente, Kim imitó mi acción.

—Lo es, tienes suerte Jeon —Tomó un sorbo del whisky que se sirvió en un vaso. Lo dejó después de beberlo para agarrar unos papeles. —Necesito que veas esto —Se los entrego a un guardia y este se los dió a Jeon.

—Las cosas van mejor de lo que pensaba, todo gracias a ti —Sonrió ampliamente, dejando esos papeles sobre la enorme mesa.

—Hubieron algunos problemas, pero nada que no pueda solucionar con mis hombres —Ambos rieron, permanecí cabiz baja en silencio.

—El jefe Choi fue una maldita basura en el ojo, le advertí durante mucho que no debía entrometerse en mis asuntos —Jeon bebió de su whisky.

—Me alegra saber que ya no tenemos molestias con las que lidiar —Volvieron a reír.

—Deberíamos reunirnos a menudo, qué opinas sobre unos días en mi mansión, Hawaii ¿Tienes tiempo?
—Bajó su mano de la mesa, posándola sobre mi pierna. Su tacto me había hecho estremecer.

—Dime cuándo y yo estaré ahí
—Sonrío el contrario amablemente.

—Te enviaré la ubicación y el día
—Respondió a Kim, este asintió.

—Perfecto —Miró su reloj. —Debo irme ahora, tengo unos asuntos que resolver —Inclinó su cabeza. —Te veré pronto, amigo —Se pusieron de pie para acercarse, también lo hice. Se abrazaron, después Kim se acercó a mí.

—Gusto en conocerla, señorita —Tomó mi mano para besar los nudillos delicadamente.

—El gusto es mío, señor Kim —Fingí una de mis mejores sonrisas mientras lo observaba. Soltó mi mano.

—Vamos —Ordenó a sus guardias para abandonar la sala.

—Retírense —Habló Jeon, sus guardias también se fueron, cerrando la puerta y él colocó seguro.

Se acercó a pasos lentos hacia mi, sus manos viajaron hasta llegar a mi cintura para apegarme a él. Sus acciones eran seguidas por mi mirada, estaba boquiabierta sin ser capaz de reaccionar. Caminó haciendo que retrocediera hasta chocar con la mesa, sus manos fueron bajando y apretó levemente mi trasero. Acercó su rostro a mi cuello, comenzando a dejar una línea de besos desde esa zona hasta mi clavícula, mi vestido era lentamente subido por sus dedos.

—¡Señor! Lo necesitan aquí —Un guardia gritó desde afuera, dejé escapar un suspiro de alivio.

Jeon golpeó la mesa con su mano cerrada, acción que me exaltó. Murmuró algo que no logre escuchar, se alejó de mí para abrió la puerta.

—Llevála a su habitación, cuídala hasta que vuelva —Pidió a Taehyung, quién lo había llamado. Este asintió y me acompaño, Jeon tomó otro rumbo con las demás personas.

—Taehyung ¿Puedo hacerte una pregunta? —Lo miré, emitió un sonido con su garganta dándome a entender un sí. —¿Qué es este lugar?

—Una mansión, una gran mansión, de la que no puedes escapar si es lo que estabas pensando —Negué rápido, lo vi esbozar una media sonrisa que borró al instante.

Llegamos a la habitación, me dejó aquí pero al cabo de minutos volvió con un vaso de agua y una pastilla en manos.

—¿Qué es eso? —Pregunté sentándome en la cama, el lo extendía hacía mi.

—Es para que las migrañas no vuelvan —Insegura tomé las cosas, me puse la pastilla en la boca, bebiendola con el agua.

Seguido él se recostó sobre la pared frente a mí, me observaba serio de brazos cruzados por lo que me mantuve cabiz baja evitando tener algún contacto visual. Al cabo de minutos, sentí el cansancio apoderarse de mi cuerpo, la puerta se abrió dejándo ver a Jeon, Taehyung tan pronto verlo se enderezó e hizo una reverencia. Ellos se murmuraron algo entre sí y después Taehyung se retiró.

Comenzaba a marearme, no sentia sueño o eso era lo que creía. ¿Como podría dormirme en una situación como esta? Llevé mi mano hacia mi rostro para frotar mis ojos.

—Será mejor que dejes de luchar y descanses, cariño —Dijo agachándose para quitarme los tacones.

—¿Que fue lo que me dieron? —Dije en un susurro que supe qué logró escuchar.

—Descansa —Me recostó en la cama. Cerré los ojos, quedando profundamente dormida.

MAFIA KING #1 © Jeon Jungkook. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora