Capitulo 31

8.2K 243 128
                                    

Pov Luisita

"Amelia Carol"

No...

No es posible.

Me quede ahí paralizada, mirando a la mujer alejarse hasta que se perdió de vista.

Cerré los ojos, apretando fuerte las manos en el volante. La furia me tomo de pronto, un tipo de odio calentó cada célula de mi cuerpo. Dios, esto solo podría ser efecto del alcohol, no había otra explicación. Mire a ambos lados, el camino estaba vacío y oscuro, Salí del vehículo.

Amelia me daría una buena explicación de esto.

Me dirigí a la puerta, caminando de un lado a otro tratando de convencerme de lo estúpida que era la idea de ir ahí. Mire entre los barrotes de la puerta, sin encontrar algún rastro de Carol. No puedo hacer esto, no soy impulsiva o emocional. Pero en ese momento mi cuerpo gritaba por respuestas inmediatas, pero no podía, no era yo. Al contrario, era fría y extremadamente astuta. Caminé rápidamente al auto al otro lado de la calle, tenía la puerta abierta completamente, entre y la cerré la fuertemente.

-¡Idiota! ¡Estúpida! -grite golpeando el volante varias veces.

Podía matar a alguien en ese instante con la rabia que me consumía. Cerré los ojos, tomando una respiración profunda, dejando que el oxígeno llegara a mi cerebro o moriría ahí en cualquier momento. Mire una vez más el edificio donde vivía Amelia, dejando la idea de desenmascararla para después.

Encendí el motor, arranqué el auto y salí de ahí hacia mi departamento.

El cielo aún estaba nublado y cargado con lluvia siendo atravesado ocasionalmente por rayos. La noche no podía ponerse peor. Salí del auto azotando la puerta y caminé hacia el elevador del enorme edificio.

Maldita stripper.

La primera cosa que hice cuando entre a mi departamento fue servirme un vaso de whisky, me tome el líquido de un trago, cerrando los ojos, sintiéndolo rasgarme por dentro mientras bajaba, dejando solo el dolor dentro de mí.

-¡¿Cómo pudiste ser tan estúpida, Luisita?! ¡Esa hija de perra te engaño todo este tiempo! ¡Y hacia el papel de chica buena! Perra.

Camine hacia el salón de mi departamento, recostándome en uno de los divanes.

Todo comenzaba a tener sentido ahora. Por eso es que Carol nunca se quitó la máscara para mí, esos ojos tan familiares, los cuerpos tan jodidamente perfectos, las reacciones tan parecidas, Dios, ¿Qué hechizo había hecho esa mujer sobre mí?

Amelia me mintió todo este tiempo, No debió haberlo hecho, no. No sabía con quien se había metido, si había algo que odiaba era ser engañada.

Había jugado conmigo todo este tiempo, manipulándome como una marioneta de su pequeño juego.

Sacudí la cabeza, aun procesando el mundo de información que estaba conectándose dentro de mí. Todos los momentos, todos los besos, las miradas. Todo era una completa mentira:


- ¿Qué? ¡No estoy haciendo nada, Luisita!

-Me controlas, con tus acciones. Pero no te emociones, soy la dueña de mi voluntad.

-Pruébalo, haz algo que desees.

Me lancé a besar su boca, pero la máscara que usaba obstaculizaba mi oportunidad, quería verla. Levante la mano a su cara, para quitar la máscara, para finalmente poder ver su cara, pero sus manos aterrizaron rápidamente sobre las mías, evitando la acción.

La stripper - LuimeliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora