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-¿Eh? ¿a qué te refieres?

-Bueno...- Senku estaba buscando las palabras adecuadas. -Hay algunas cosas, que me gustaría que sepas.

-Adelante, dilo.

-Sucede, que útlimamen-

De repente, Chrome entró, a gritos, separando a la pareja; atras suyo se encontraba Asagiri Gen.

-¡Chicos, miren!- sacó una extraña piedra de su bolsillo. - ¡Esta piedra está bien malota! ¿A qué nunca la habías visto, Senku?

El aclamado se acercó hasta los dos invasores, y miró algo que lo dejó atónito.

-¡Wuajajaja! ¡Lo sabía! ¿A qué nunca viste una piedra tan reluciente, pequeña y bonita? -dijo, el castaño, rebosando orgullo.

El ojirubí miró a Gen, muy sorprendido. Estaba seguro de que el bicolor había reconocido esa piedra, y, estaba en lo cierto, este ya sabía desde un principio que era, pero se lo guardó, ya que no estaba muy seguro, ni siquiera de que eso fuese posible.

-Chrome, lo que llevas en tus manos, es un diamante. Uno muy pequeño y diría yo de medio quilate, ideal para un anillo de compromiso.

-¿Eeehh? ¿también sabes qué es? -Chrome cayó decepcionado.- Entonces, ¿por qué estás tan sorprendido?

Senku estaba pensando en las probabilidades, aunque Chrome allá buscado hasta el cansancio extremo, era absurdamente imposible encontrarse aquel material, de esa forma, en las condiciones en las que se encontraban y sobre todo, en donde se ubicaban.

-Kukuku... Los diamantes naturales tienen un nivel 10 de dureza, ocupando el máximo lugar estipulado por la Escala de Mohs. Es exclusivo de ellos, no hay nada que se les compare, por esto y algo de estética, era de lo más atesorado, y muy valioso.- Hizo una pausa para que los demás puedan entenderle. - ¿En dónde lo has encontrado?

-Senku-chan.- Gen interrumpió. -Estábamos volviendo del cementerio, y, al lado de una de las tumbas de los antiguos fundadores, se encontraba ese pequeño diamante.

-Mmhhm. Probablemente perteneció a alguna pareja, siendo este de un anillo... Bueno, será mejor que lo guardes muy bien, sería una pena que se perdiera. - Ishigami bostezo, sin embargo, no era tan tarde, pero él estaba cansado.

-Senku, deberías dormir.- Dijo Kohaku

-Pero...- El mencionado se negó, como era usual.- Necesito revisar los planos para asegurarme de que este todo bien.

La rubia colocó su mano en el hombro del somnoliento, y suavemente dijo

-Por favor, ya haz hecho mucho por hoy. -Dijo, con una mezcla de mirada seria con serena, que lo tranquilizó Y convenció.

-Kukuku... Está bien, supongo que dormir correctamente nunca está de más, puedo ver esto mañana.- Acotó, poniéndose un dedo en su oreja.

Ella retiró su mano, mientras el castaño colocaba la minúscula piedra preciosa en un lugar seguro. Gen, por su parte, vió algo que quizás Chrome no percató, las miradas que tuvieron los que tenían enfrente, que le habían revuelto el estómago. Parecían una pareja, notaba una cierta aura de cariño por parte de la ojiazul, e Ishigami había sido persuadido, ¿qué? ¿cómo era eso posible?

Más importante, ¿por qué él se sentía así? ¿qué fue ese sentimiento desconfortante? quizás estaba muy sumergido en eso, porque se fue sin saludar.

Asagiri era el tipo de persona que evitaba, huía, de sus problemas. Si estaba disgustado, simplemente lo dejaba de lado. Pensaba que sus problemas eventualmente iban a resolverse, y que solo tenía que evitarlo.

La pareja quedó en hablar en otra ocasión, y así, estaba a espera otro día más.

¡Yo! ¡It's me! bueno, estoy tan apenada de la demora, no quiero poner excusas. Espero poder actualizar más seguido. Quizás es repetitivo, pero quiero recalcar que no leí el manga, por lo que es posible que no vaya de acuerdo con la historia original, tanto con sucesos o desarrollo de personajes. (¡Esta es mi primera historia, espero poder brindarles personajes interesantes!) Sin nada más que acotar, me sayonara.

Komorebi | SengenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora