El ajetreado día que habían pasado hace poco, fue además de extraño debido a sus temperaturas cambiantes y desordenadas, un gran paso para mal en la relación que mantenían Gen y Senku. Estos cambios mayormente se debían a las incómodas miradas que compartían, un contacto visual era fatal en Gen. Sus accidentales toques parecían disparos de igual manera, lo que llevo al mayor, a evitar todo lo que pudiese a Senku. Realmente no quería seguir pasando eso.
Pasaron varios días así, aunque no fueran a grandes rasgos se notaba el distanciamiento entre ellos. Lo que molestaba a Senku más de lo que debería. En cuánto que se veía un poco molesto con Kohaku pero sin saber exactamente el por qué.
Asagiri, habiendo terminado sus tareas, se encontraba sumergido totalmente en sus pensamientos, mientras, sentando sentía el céfiro recorrer su cara. Planteaba miles de cosas en su mente. Todo era un remolino de emociones que lo volvían loco. Esto empezó desde aquellas directas palabras que la rubia le había dirigido.
No podía evitar pensar en los cerúleos ojos de Kohaku cristalizándose mientras lo recriminaba por algo que él ni siquiera se había dado cuenta hasta ese momento. Se había percatado de la insegura personalidad de la niña, que realmente veía a Senku como su pilar emocional y denotaba un aura de resentimiento que prácticamente lo envenenaba.
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Empezó, diciendo de lo mal que ella se sentía cuando veía a Senku junto a él. Que notaba como Gen siempre buscaba la forma de apartarlo de ella. De la manera en que lo miraba y un montón de tonterías en su mayoría "exageradas". También digamos que la rubia no poseía un donaire particularmente excepcional, así que era algo complicada de entender.
En un momento, Gen, ya harto de este capricho y queriendo pasar del tema, exclamó con su frágil voz producto del resfrío.
— Suponiendo que todo lo que estás diciendo sea cierto. Dime, Kohaku-chan, ¿en qué te afecta?
Y ahí fue cuando ella lo soltó.
— Pues... porque... Senku y yo... ¡Salimos!
Anonadado, desconcertado, extremadamente confundido, una puñalada directa. Son algunas de las cosas que dominaban a Gen en esos instantes. Más, cuando la rubia comenzó a sollozar.
Ciertamente él tuvo esas sospechas que se negaba a aceptar. Pero...
Con sus pocas fuerzas, Asagiri, se levantó. Posó su delicada mano que tiritaba del frío que entraba por la ventana y aclaró.
— Kohaku. No deberías de ser tan irascible e insegura. En ningún momento he tenido la intención de nada con Senku, entre tú y yo sabemos que eso nunca será posible. Apoyo totalmente tu relación y ¡jojojo! ¡espero que estén felices! —dijo, juntando las palmas y haciendo un gesto apacible.— Suerte.
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Recordaba cada detalle de esa discusión. Se acordó del momento en el que ella se marchó, y con pocas fuerzas, volvió a recostarse. En instantes tenía lágrimas recorriendo su cara. Humedecían sus pómulos y caían en sus manos. Se sentía extremadamente humillado. Las limerencias que había soltado la ojizarco fueron motivo de extremo enojo en él.
Bueno, pero, ¿cómo estaba él ahora? quizás te preguntes. Él danzar de sus emociones era de resaltar, su conmoción acerca del tema estaba presente y no podía pasar por alto lo pesado que se sentía a diferencia de la grácil flora que estaba a su alrededor. Pensaba en la impotencia de estar experimentando eso, de lo malditamente estúpido que era.
¡¿Cómo es posible que yo, un mentalista de primera mano, tan versátil como ningún otro, no pueda entender mis propia mente?! ¡es ridículo!
Marginado de su propia comprensión, despedido de su propio ser, se negaba a admitir que todo lo que se le había acusado podría ser verdad. Él, en sus tantos años de vida nunca presentó atracción hacía alguien, había tenido una que otra pareja fugaz pero nada realmente serio o digno de mencionar.
Tantas vacías y honestas palabras que me dijiste, vuelven acuciantes a mi mente dirigiéndome a un abismo de pensamientos encontrados que lo único que me suman es más angustia. Que situación más extraña, que entorno más extraño. Lo que más quiero en estos momentos, es que como buen mentalista que soy, llegar a comprender mi hilo de emociones de una buena vez y como, tú, Senku, diste vuelta la comprensión mínima que tenía sobre la gran admiración que pensaba poseer, llegar a entender que es lo que ronda por mi mente y corazón, y lograr verte a la cara de vuelta de una manera segura.
Te admiro.
Solamente, te admiro.
Solamente... ¿Qué siento por ti, Senku?
Una, dos, tres, cuatro. Un par del ojo izquierdo, otro par del ojo derecho. Lágrimas que empezaron a brotar se hicieron notar después de ese largo y estúpido discurso que declaró su torpe cabeza. Parecían estar burlándose de él mientras caían en sus propias piernas. Estaba tan confundido
Un suspiro largo y áspero fue transmitido por Gen después de desplomarse en el pasto que ahí estaba con él, siendo lo único que estaba acompañándolo, hasta esos momentos.
— ¿Qué haces? —una curiosa cara se asomó, mirándolo desde arriba. Gen reconoció esos ojos carmesí al instante.
— ¡S-Senku-chan! ¡que sorpresa! —atinó a tapar su penosa cara llena de lágrimas.— Estaba por irme, así que...
— Gen. —con brusquedad, apartó los brazos del mayor de su cara.— ¿Por qué lloras?
Asagiri en un acto de reflejo sacó con un golpe el agarré de Ishigami, y se sentó.
—Por nada, jajajajaja.
Cuando Senku miró el lugar donde Gen se encontraba acostado, vio entrañablemente unas cuantas de florcitas esparcidas entre la silueta que había marcado. Una sonrisa se escapó de su cara.
—Si planeas irte, aquí te dejas armamento mágico. —musitó, mientras agarraba una y la observaba. Se sentó junto al bicolor.— Deja de evitarme, ¿quieres?
nopuede ser esto posible la actualización no fue dentro de un mes que está pasando aquí!1. ayayay me gusta mucho escribir esto y quizás me fui un poco poniendo tanto texto en esta parte, solo diré que si sigo así emocionada tendrán la siguiente parte pronto awawawa. les lancé una bomba juju >:)
estoy cambiando un poco mi manera de redactar, espero que no se les sea muy brusco, intento plasmar bien las emociones de los personajes. también cambié la descripción del fanfic quqeuque.
pobre Gen, él está para entender a las demás personas pero nadie puede entenderlo a él, lloremos.
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Komorebi | Sengen
FanfictionAsagiri Gen realmente no comprende sus emociones, y ante la indiferencia, la discordia reina su mente, creando un descontrol en el que depende de su instinto. Totalmente cegado por su falta de seguridad, Senku, a través del hilo de sus pensamientos...