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Las frías ventiscas atormentaban el ambiente, aquellas palabras que se intercambiaban eran secuestradas por el viento de una manera más brusca de lo habitual. Era ya, una tarde que no fue amistosa con los que ahí trabajaban, esclavos del deseo de prosperidad; pendientes del hilo que unía su anhelo a sobrevivir a caer rendidos.

Una falta de comunicación era fatal en esta situación, y al parecer próximamente estaremos al pendiente de una entre los protagonistas de este pueblo.

La brisa se colaba en la ventana que había abierto Kohaku, ignorando la petición del mayor de mantenerlas cerradas por el inminente frío que se presentaba casi al instante y atentaba contra su salud.

Ella quería evitar a toda costa el contacto visual o una situación incómoda, ya que solo le haría las cosas mucho más complicadas. Por eso es que apoyo sus aparentemente delicados brazos pero que tenían una gran fuerza en el marco, mirando hacia la nada, más bien el blanco que tiñó el paisaje que alcanzaba a observar, comportándose este como nieve, pero mucho más densa y omnipresente. Las bajas temperaturas eran tan presentes que hasta sentías verlas. Ya no le parecía raro el resfrío que pescó aquel mentalista hace unas horas, al contrario, agradecía que no fuese peor.

Su cabello dorado revoloteaba contra su cara, haciendole cosquillas, y al mismo tiempo no sintiendo nada debido a lo helado que se habían tornado sus facciones faciales. Sus labios emitieron palabras, quizás unas varias frases, más o menos. Alguna la tartamudeó y otra la repitió varias veces. Estaba nerviosa.

Empezaron a charlar con Gen. De una cosa u otras, no es momento de entrar en detalle en eso por ahora. Mejor digamos que es agua de otro río y que ahorraré en contar.

Lo que si cabe recalcar era que el científico del pueblo, no el castaño, sino el de raros peinados se había percatado de que su pareja no había ido a conseguir materiales ni a trabajar en su respectivas tareas, ya que el castaño anterior mencionado, más conocido como Chrome, se lo dijo extrañado. Ella se había dirigido hacía la choza donde Gen se encontraba reposando.

Esto lo desconcertó de gran manera, aunque sin pensar en nada malo ya que no hubiese sido propio de él dudar así de las intenciones de su novia.

Sin embargo lo invadieron muchos sentimientos encontrados, que peleaban entre la incertidumbre, el miedo a perderse algo importante y la culpa de saber que ahí no había sido solicitada su presencia de todas formas. ¡Claramente, ganaron sus ganas de saber que pasaba!

Se acercó, curioso y mezquino para descubrir que se escurría ahí adentro, importandole poco si el tema era de su incumbencia o no después de haberlo reflexionado un poco. Más allá de eso, logró atisbar a la rubia menor sobre una de las ventanas y enseguida se agachó en una situación algo surrealista, encontrándose justo a unos centímetros de ella pero al mismo tiempo oculto.

Escuchó lo que parecían ser sollozos de la joven, pero siendo la situación en que ella ya se había apartado de la ventana, no podía escuchar bien. Solo pudo distinguir unas palabras algo preocupadas por parte del mentalista y unas quejas de la chica.

Algo así como, "tranquila, debes calmarte Kohaku-chan" y un "tu no entiendes, ¿cómo lo harías?"

Lo que más resaltó de esa conversación fue las inminentes exclamaciones que soltó la rubia en un momento inesperado; parecían ataques directos, ¿pero, hacia quién exactamente?

- Senku y yo... ¡Salimos!

Pareció escuchar.

Esto de cierta manera lo tomó muy desprevenido. Le llegó a molestar incluso, soltar eso tan de repente y... A Gen.

¿Qué era lo que más le inquietaba? ¿la irremediable declaración de la relación que mantenía en secreto? o quizás... ¿Qué se lo haya hecho saber a Asagiri Gen?

Ciertamente salió tras sus pensamientos aquella sonriente niña que parecía transmitir gloria, como si hubiese hecho algo de lo que enorgullecerse, tan así que ni se percató del pequeño lechugas que ahí estaba espiando.

Se asomó un poco para sumarle a su maldito trasero entrometido y vio a... Gen, limpiándose un poco su cara y dejando caer algunas lágrimas que no pudo ver más debido a que este se levantó a cerrar la puerta.

Acontece que este suceso hizo que se le revolviese el estómago en disgusto, probablemente era algo que prefería no ver, le dolía. ¿Qué le había dicho la compulsiva de Haku llegando a qué él llorase? ciertamente quedó aún más desconcertado que cuando se decidió a escuchar a dónde no lo habían llamado.

¿Acaso ninguno respeta la residencia de Gen? ¿por qué todos espían? La no tonta Kohaku ya sabía que Senku estaba ahí. Ella esperaba que él apareciese a oír todo lo que largo, o por lo menos lo más importante. Aunque pareciese una conveniencia o simplemente la mala suerte del pobre mentalista yacía en la mente de Kohaku, que había planeado eso.

Los días transcurrieron con cierta normalidad, el pueblo Ishigami no se veía afectado ante los problemas amorosos de Senku, lo que agradecía un montón. Gen se recuperó al tercer día por la tarde y... Parecía peor que cuando estaba enfermo, se veía totalmente ido.

Esto duró hasta que se lo hicieron saber, porque la pequeña niña de la manzana en la cabeza le resultó gracioso. ¡Sí, Suika, a ti te habrá parecido gracioso, pero a los demás les resultó extremadamente raro! ver a Gen sin ser sarcástico y carismático era, wow. Naturalmente solo quedó como un episodio curioso ya que este volvió a la normalidad. Para todos menos ya saben quiénes, que en partes desiguales preocupó a Senku y poco le importo a Kohaku realmente.

- Hey, Gen. -Irrumpió Senku en las actividades de Asagiri con una pregunta directa y tomando por sorpresa al mencionado.- ¿Qué te sucede?

- Ohohohoh, nada querido Senku-chan, ya me iba.

Y corrió, como siempre, huyó una vez más el aclamado Asagiri Gen. Dejando atrás al que se había convertido en sus pensamientos constantes. Lo había ignorado por lo mal que se sentía verlo a la cara. Y como es típico recurrió a escapar ya que no podía afrontarlo después de lo hablado con Kohaku.

estaba inspirada, no me juzguen.
aquí un capítulillo algo más dramático y largo perdonen si por ahí el desarrollo de la trama no es excepcional pero lo mejorare.
sin nada más que acotar, nos vemos pronto, quizás. besos y gracias por tdo ILY.

Komorebi | SengenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora