"Distancia"

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POV Autora­.

- ¡Ustedes!.- Chu Yue levanto la voz enfurecido mientras apuntaba con su dedo a Yibo y Ayanga.- ¿Creen que no se lo que se traen?...¿Estan contentos por el resultado?

- Huan Huan...- Ayanga intento hablar.

- ¡Huan Huan nada!.- Chu Yue le grito de vuelta.- Ayanga...déjame decirte...si bien somos mejores amigos Xiao Zhan para mi es sagrado...sabes muy bien cual seria mi decisión si me pusieran a elegir entre tu y el...¿Qué edad tienes?...y tu...- Miro a Yibo con enojo.- Pense que ya habias madurado lo suficiente...¿Acaso esto es un juego de niños?...¿Se han detenido a pensar en Xiao Zhan?.

-...- Yibo se quedo escuchando cabizbajo.

- Compitiendo entre si como si se tratara de obtener un trofeo...¿De esa manera es que ven a Xiao Zhan? ¿Cómo un trofeo?...no quiero imaginar de la forma en que lo han estado atormentando...ya con lo que he visto me basta para saber...desde ya les digo una cosa...si a Xiao Zhan le sucede algo...los asesino...no me importa si se enojan conmigo después de esto, pueden hacer lo que se les venga en gana, a mi solo me importa Xiao Zhan y su bienestar, asi que terminen con su maldito juego o les juro...

- Huan Huan.- La voz de Xiao Zhan se escucho baja y sin fuerzas, estaba de pie en la puerta de la habitación.

- ¡Zhan Zhan!.- Chu Yue se sobresalto al verlo allí de pie se acerco con rapidez y tomo su brazo.- ¿Cuánto tiempo llevas ahí?

- El suficiente.- Xiao Zhan le dio una mirada de enojo a Yibo y Ayanga.- Acompañame...acompañame a dentro.

Xiao Zhan habia escuchado la conversación o mejor descrito el sermón que les lanzo Chu Yue a los demás, se dio cuenta que el estuvo en medio de un juego infantil que habían creado dos estúpidos hombres, saber que esas dos personas competían para ganarse su atención lo hizo enojarse y sentirse ofendido, el no era ningún juguete y tampoco lo pretendía ser, Chu Yue lo ayudo a volver a la cama y le pidió que lo esperase allí, entonces se dirigio de nuevo hacia la puerta, volvio a pararse frente a los dos tontos y esta vez hablo en tono bajo.

- Ni se les ocurra entrar, no se los permito...- Miro a Yibo.- Lo siento...pero creo que tu terapia se vera interrumpida por un tiempo, me voy a llevar a Xiao Zhan de regreso a su casa, el necesita descansar y yo me encargare de que lo hagan.- Miro a Ayanga.- Si me entero que alguno de ustedes ha hecho el intento de contactarlo entonces...conocerán mi verdadero temperamento...ahora lárguense.

Yibo vio como la puerta de aquella habitación se cerraba ante el, apretó sus puños y sus dientes, no podía reclamarle a Chu Yue por sus palabras y por aquella decisión, sabia muy bien que el habia contribuido con la mala situación de Zhan, lo estuvo forzando la mayoría del tiempo, intimo con el de manera despreocupada sin detenerse a preguntar que sentía en ese instante, la mirada de enojo que Xiao Zhan le dio lastimo su corazón, era fría y a su vez tenia desilusión y esto era lo que menos quería hacer, decilusionarlo.

Ayanga se sintió apenado y triste, fue el quien inicio todo eso, llego a su vida repentinamente pretendiendo que todo se resolvería con facilidad, pensando que una vez frente a el Xiao Zhan se lanzaría a sus brazos, se olvido que cuatro años se encargaron de distanciarlos, se giro hacia Yibo el cual trataba de contener las lagrimas y una vez mas sintió empatía hacia el, toco su hombro con levedad y le sonrio.

- ¡Vamos!...Yo te llevo.

- No quiero molestar yo...llamare a mi chofer.

- No es molestia, lo hago con gusto...vamos.- Ayanga tomo la silla de Yibo y se alejo de allí.

Ambos viajaban en el auto en silencio, viendo hacia el frente, estaban preocupados y tristes una persona la cual era especial para ambos habia resultado lastimado por culpa de su poco tino, Yibo miraba las luces de la ciudad correr ante el y solo tenia una cosa en su mente "Xiao Zhan", bajo la mirada y casi imperceptiblemente susurro un "Lo siento", llegaron a la casa de Yibo en donde lo esperaba la señora Li en la entrada un tanto impaciente, fue testigo de como Ayanga cargaba al inconsciente Xiao Zhan en brazos para luego salir a toda prisa hacia el hospital, se sentía desesperada, Ayanga ayudo a Yibo y lo guio hacia la entrada, Yibo asintió con su cabeza en señal de agradecimiento, la voz de Ayanga lo detuvo antes de entrar a la casa.

Dosis: AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora