Narra Carla:
Pasaban las semanas y cada vez eran mas la amenazas que me alteraban. Me amenazaron con todo lo que tenia: Lucas, Camilo, mi abuela y los chicos eran los que mas frecuentes estaban entre las amenazas. Lo unico que me aliviaba era el hecho de que Mateo no me rompio las pelotas en todos los dias anteriores. Me dejo de seguir, de hacer preguntitas y cuando nos cruzabamos en la calle el agachaba la mirada y me ignoraba. Mejor para el y para mi que haga como que no nos conocemos, no le convengo.
Estaba revisando la carpeta que me trajeron Camilo y Lucas con los problemas que habia en el barrio. Esto de las amenazas me tenia bastante alterada y distraida. Ya me habian amenazado otras veces y en todas las situaciones anteriores no le convenio a ninguno de los que me amenazo hacerlo. Pero esta vez era diferente, a todas las demas. Trataba de volver a la rutina de todos los días que básicamente era arreglar los mocos que se mandaban otros, pero no me dejaba dormir la pregunta: ¿Quien manda las amenazas?
Necesitaba enfocarme de nuevo en el dia a dia. Agarre la carpeta y empece a tachar los problemas que ya estaban solucionados y a remarcar los que faltaban.
—¿Necesitas ayuda con algo?— Pregunto Camilo al verme revolver tantos papeles. Negue y le remarque los problemas que quedaban.
—Toma— le di plata que saque de la caja de seguridad que tenia.— vayan y solucionen la cañeria de la casa de Fabian que hace semanas me esta reclamando. No tienen agua hace tres dias.— ellos asentaron— Lo que si contrololen que lo use solo para eso porque hace semanas me llego una queja que debia plata a algunas personas— Fabian es tan bueno, tan buen padre, amigo y vecino. Lastima que sea un pelotudo adicto al juego... esta arruinando a su familia asi. Ya van cuatro veces que le doy plata y la mayoria la apuesta. Como si yo cagara la plata. Lo ayudo porque se que es un hombre bueno, pero me canso de darle tantas oportunidades asique prefiero que lo vigilen bien antes de que haga algo estupido. Ademas sus nenes son un amor.
Les di mas plata, que esa era para mi Abuela y los chicos. Mi abuela al ser viejita no los podia mantener asique yo le mandaba plata todos los meses para que lo gaste en ellos. Son muy chicos y todavia les falta tener mas cancha en la calle antes de enfrentarse a la mierda de mundo en el que vivimos asique prefiero que sigan viviendo en su mundo inocente antes de toparse con la realidad.
—¿Vos no venis?— pregunto Lucas. Se porque lo preguntaba era rarisimo que yo no vaya con ellos. Nunca los mando solos, siempre voy yo, me gusta supervisar todo, si es personalmente mejor.—¿Pasa algo que debamos saber?— ¿te referis a las amenazas de muerte que me llegan practicamente todos los dias?
—No nada importante. Es solo que estoy distraida ultimamente... ya se me va a pasar. No se preocupen.— les di las demas cosas que tenian que llevar y me pare a buscar mi mochila.— vamos...
—¿Adonde vas vos?— la cara de los dos reflejaban confusión al 100%. Necesito ir a hablar con Carlos y saber como mierda soluciono esto de las amenazas pero no lo podía hacer, no con ellos cerca. Si esto seguia asi me iba a tener que mudar junto con la abuela y los chicos y eso es justo lo que no queria, al fin ellos estan llendo a su escuela, teniendo amigos... teniendo una vida normal que yo no pude tener. No les quiero quitar esa vida que tiene... No les quiero reventar la burbuja en la que estan metidos.
Ok, ok calma. Carlos va a saber que hacer.
—Voy a hablar con Carlos. Tengo asuntos pendientes con el y los tengo que solucionar... nada de otro mundo.— le reste importancia y meti un arma en la parte trasera de mi pantalon, salimos y cerre con llave todos los seguros de la casa tirando la puerta hacia mi para asegurarme de que la cerre bien.
—¿Por eso llevas un arma?— pregunto Lucas. Estan sospechando, lo se.
—Cosa mia ¿desde cuando yo tengo que pedir permiso a ustedes para hacer mis cosas?— ellos agacharon la cabeza. Me molesta que pregunten tanto como si desconfiaran de mi. Son las unicas dos putas personas en el mundo que me conocen de arriba a abajo y cada aspecto de mi vida. No se si el hecho de que desconfien me da enojo o tristeza porque para mi son como hermanos, formamos esta pequeña institución para un fin en comun los tres juntos, si no confian en mi, yo no lo hago con ellos y se va todo al carajo.
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«Limites» •Trueno•
Teen Fiction«Yo no pongo los limites en este barrio. Yo SOY los limites asique no te metas conmigo Teito ¿Ok?» •No se aceptan copias ni adaptaciones de esta novela•