«Limites» •Trueno•

7

Narra Carla:

Lo primero que hice fue ir hasta la caja fuerte que estaba en la pared cerca de mi escritorio y saque el arma de respuesto que tenia ahi y empecé a cargarla ¿que parte de "no toques nada" no entiende este niñito? Corri abajo al sótano como nunca corrí en mi vida. Mateo si no te mataste por accidente juro que te mato yo por pelotudo.

Me acerque a pasos lentos cuando estaba en el pasillo que daba cerca de la puerta. Trataba de prestar atencion desde atras de la puerta para ver si al menos podia escuchar los suspiros de miedo de Mateo pero no escuchaba nada, ni una voz: o se mato por accidente o lo tienen. No hay muchas opciones que digamos. Abri la puerta de golpe y me escondi atras de la pared de nuevo. Aprete los ojos y el arma al mismo tiempo cuando escuche y vi como 3 tiros se quedaban marcados en la pared que habia enfrente a la puerta.

No sabia que le habia pasado a Mateo pero seguramente no es él el que disparo, Mateo no sabe ni como agarrar un arma.

—Ya te vi y se que estas ahi beba,  sali de ahi atras Carla o le pego un tiro en la frente a tu noviecito. Fijate vos que haces...— dijo con voz de bebe, al menos se que Mateo sigue vivo ¿Quien concha es este tipo?

Sali de la puerta despacio para que me viera y no dispare.

Regla número 3: Hacele saber que tiene ventaja sobre vos, te da ventaja sobre el. Hacerles pensar que no tenes una idea de cómo manejar la situación les da vulnerabilidad porque piensan que saben cómo manejarte y se tranquiizan pensando que tienen todo bajo control pero cuando estan vulnerables te da ventaja a vos sobre el y a manejar la situación como vos quieras.

Básicamente que cuando a un pelotudo más capo lo haces sentír más pelotudo se ve.

Cuando escuche a Mateo gritar mi nombre pidiendome por favor que saliera con la voz entrecortada entre al lugar cerrando la puerta.

—No, no, no— dijo el hombre chasqueando la puerta y haciendo un movimiento con el arma— la puertita abierta— la abri de nuevo viendo que lo tenia a Mateo del cuello imovilizandolo y con la pistola que le di anteriormente a Mateo apoyada en su cabeza que estaba sangrando... creo que le quito el arma y lo golpeo. La cara de asustado de Mateo era impresionante.

—Hola linda... que mala educacion traerme a tu casa y ni siquiera ofrecerme algo para tomar, muy mala anfitriona— bromeo ¿como sabe este tipo que esta es mi casa?

Inspire hondo, en parte para calmarme y no pegarle un tiro de una al tipo, queria matarlo pero necesitaba que hablara y me dijera quien era antes de hacerlo y otra para que Mateo no se alterara mas. Tipico de los pelotudos estos que se hacen los mafiosos y de pedo roban un caramelo Sugus, se creen que por ser mujer me van a pasar por encima.

—Soltalo— le dije tranquila. Mateo me miro como diciendo "¿enserio pensas que te va a hacer caso si se lo decis asi?"

—Ummmmm—dijo haciendo cara como que pensaba— no.

—No te estaba preguntando, te lo estoy ordenando. Soltalo— repeti en tono mas firme esta vez. El puso a Mateo adelante suyo cuando le apunte a la cabeza con el arma y el hizo lo mismo conmigo. Este tipo me esta hartando con su estupidez y si fuera por mi ya le pegaria un tiro pero esta Mateo de por medio ¿porque verga lo deje solo con un arma? una pelotuda tremenda la verdad.

—No creo que estes en posiciones de decir nada querida— golpeo dos veces a Mateo en la cabeza con el arma y este hizo un gesto de dolor. Mateo tenia miedo, lo sabia.

—¿Ah no?— le pregunte soltando una risita ironica.

—No. Vengo para hablar nada mas asique tranquilitos todos...