La Humildad entre Hermanas

Un día de vísperas de navidad en una cuidad llamada "La Joya Escondida" nacieron dos pequeñas gemelas llamadas Melody y Kiara, las cuales no sabrían que la vida les preparaba destinos muy diferentes. Sus padres eran el Sr. Thiago, un gran hacendado y exitoso hombre, y la Sra. Rubí quien era una hermosa jardinera que poseía unas manos mágicas, y hacía que las cosechas de su esposo siempre fueran las mejores. Cuando nacieron Melody y Kiara todos estaban maravillados de la belleza de Kiara, pues era una pequeña muy hermosa de cabello claro y ojos azules mientras que Melody era cabello oscuro y ojos color café, toda la atención siempre fue para Kiara por parte del Sr. Thiago, todos la amaban y Melody era simplemente desapercibida excepto por su Mamá ya que ella siempre le cantaba una hermosa melodía y la llenaba de felicidad.

Pasaron los años y Kiara cada vez se hacía más hermosa, solo le gustaba andar en todos los viajes con su padre para recibir vestidos muy costosos y joyas preciosas, en cambio Melody cada día aprendía más sobre las costumbres de su pueblo, ya que su madre le contaba muchas sorprendentes historias y le enseñaba a como escuchar las voces de las plantas, siempre recibía libros y vestidos simples pero elegantes.

El Sr. Thiago y la Sra. Rubí siempre oraban a Dios para que sus hijas nunca olvidaran los bellos valores y más el valor de la humildad ya que ese fue el que los llevo al éxito y la prosperidad.

Un día llego una fuerte tempestad a la cuidad, Kiara un poco sonriente le dijo a su Mamá.

-Kiara: Madre, hay una fuerte tempestad afuera pienso que esta vez no podrás ayudar a esas feas plantas, deberías dejar que los demás se encarguen.

-Sra. Rubí (un poco preocupada): Es mí deber ayudar a otros cuando lo necesitan, debo cuidar este precioso regalo que es la naturaleza y más que todo sin esta hacienda no fuéramos los millonarios que somos, además no tuvieras los privilegios que tienes.

-Kiara: Tú siendo la patrona no debes andar ensuciándote con ese lodo, deberías viajar con mi padre y juntos descansar, mi hermana y yo podremos cuidar esta hacienda.

-Sra. Rubí: Bueno hija pero primero ayudaré a que calme esta tempestad. (Corrió hacía Melody y le dijo), juntas podemos calmar esta tempestad.

Melody contenta salió con sus madre a los arrozales y comenzaron a cantar y a pedirle a Dios que todo calmara, escuchaban ambas la canción que entonaban las rosas y minutos después un arcoíris rodio la hacienda y un sol esplendoroso salió en toda la cuidad.

Pasaron los meses después de ese día victorioso y la Sra. Rubí hizo lo que su hija le pidió, un viaje que duraba 6 meses acompañando a su esposo.

-Sra. Rubí: Se humilde con todos y encontraras una hermosa paz.

-Kiara: Descuida que yo sé lo que hago madre.

Mientras Melody lloraba porque su mama se iba tan solo diciéndole que siempre ore.

En un mes Kiara se había convertido en la hacendera, y en una sala de reuniones para fiestas mando a despedir a la mayoría de trabajadores, Melody solo se encargaba de las plantas, esto sucedió hasta que ella enfermó con tuberculosis, ya que pasaba día y noche regando y sembrando. A Kiara no le importaba en qué estado trabajaba la hermana así que para que no la culpen por la enfermedad de Melody mando a llamar a unos de sus amigos con la finalidad de que la secuestren y ella decirles a sus padres que había escapado.

Así fue como Melody fue capturada y llevada lejos de la hacienda, Kiara cada vez era más poderosa y orgullosa, se creía la fuente de riqueza y había perdido todos los valores que le había inculcado su madre hasta llegar al punto que embargó la hacienda dejando a sus padres sin un centavo.

Ya habían pasado los 6 meses y llegaron los Sres. muy felices porque todo había salido muy bien hasta que se encontraron con todo destruido, su hija desparecida y Kiara con síntomas de locura. La Sra. Rubí empezó a hablarle a Kiara que donde estaba su hermana, ahí fue cuando le contó la verdad y llorando acabo toda su ira ya que ella no se sentía feliz teniendo los mejores trajes ni las mejores joyas, ella solo quería sentirse amada.

Luego de unos minutos aparece Melody cantando y todos se alegraron por verla, incluso Kiara. Al final ambas hermanas se perdonan y Kiara descubre que la mejor riqueza del mundo es ser humilde ya que con este valor se alcanzan los sueños y se aprende a valorar lo que somos.