Un mal día

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son las 19:45 y en mi habitación esta sonado mi canción favorita Every Breath you take, está canción me hace recordar buenos momentos que pasé junto a la gente que me rodea, pero está canción también me la pongo en los días malos.

Dicen que días malos los puede tener cualquiera, y después estoy yo. Años de sufrimiento, mala suerte, y hundimiento era lo que me definía, y eso no lo tiene cualquier persona. Esos años fueron como estar en el infierno, solamente oyendo; "eres una mierda", "no te molestes en estudiar si no valdrás para nada", "nadie te quiere". Todo esto era un asco, las ganas de vivir se iban consumiendo poco a poco, hasta que por lástima la única salida que veía clara era quitarme del medio, no seguir viviendo más, para qué seguir aquí, mis padres no sabían nada, mis compañeros de clase me pegaban, mis profesores me humillaban y el resto de mi familia hacía caso omiso de mí. La lástima de todo esto fue que todo lo que había pensado para quitarme del medio no sirvió para nada.

Mis padres se enteraron, sinceramente entiendo que pusieran todo de su parte para ayudarme, pero yo no quería, lo quería era morirme no seguir aquí, total no servía para nada.¿Para que psicólogos?. Yo no quería hablar con nadie, sólo quería estar conmigo y no era tan difícil lo que pedía.

Lo que le pedía a la vida era ser feliz, una persona normal que tuviera amigos, pero está claro que lo que le pedí no me lo dio..., fue totalmente distinto lo que me trajo la vida fue una jodida desgracia y un puto hundimiento del que me costó salir años. Estaba ya cansada de aparentar ser feliz cuando no lo era.













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