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*Maratón de dos capítulos por el cumpleaños de Zayn*


Mientras mis manos temblaban por la prisión emocional en la que me encontraba, trataba de recordar los maravillosos momentos donde la sonrisa cálida de Liam logró calmar mi corazón. Mientras esperaba que él apareciera por la entrada de mi castillo, me cuestioné por la razón de su amor, cuando yo ni siquiera era alguien capaz de demostrar que sus sentimientos eran correspondidos.

Me mantenía en silencio cuando él platicaba sobre su día y no hacía más que observarlo cada vez que aparecía con aquella brillante sonrisa, como si nunca hubiese visto algo más hermoso que él. Era algo precipitado, pero no podía negarme a su calor y sus dulces y pequeñas caricias. Liam era lo único que había necesitado para sentirme acompañado y querido, para saber que no todo era oscuridad en mi vida y que siempre tendría el corazón de aquel pequeño e incorruptible ángel. Su mirada me mostraba un sinfín de sentimientos bellos y escondidos que iban dirigidos hacia mí. ¿Era esto propio del amor? ¿Yo tendría la misma mirada cuando lo observaba?

Solo dos semanas bastaron para conocerlo mejor y sentirme aceptado por él.

El tiempo iba corriendo demasiado rápido y aunque las rosas escaseaban y no existía más excusas para tenerlo aquí, él seguía viniendo cada noche, con una sonrisa maravillosa y la alegría rebosante que lo caracterizaba.

— ¡Señor Zayn!

Lo vi correr hacia mí, llevaba apenas una camisa holgada y unos pantalones desgastados, sus piernas eran cortas, pero seguía yendo con entusiasmo hacia mi encuentro. Su risa se escuchó a través de la brisa, causando una pequeña sonrisa en mi rostro.

— Lamento haber llegado tarde, — mencionó mientras recuperaba el aliento — papá está algo recuperado y trató de impedir que viniera al castillo, pero pude convencerlo.

— ¿Tu padre está mejor?

— Sí, las medicinas están causando un efecto productivo. — De pronto su mirada se tornó triste. — Aunque el médico me dijo que solo lograrían alargar su vida, mas no sanarla.

— Lo tendrás un tiempo más contigo, eso es una buena noticia.

Liam volvió a sonreír. Había prometido conservar esa sonrisa por más tiempo y reemplazar el dolor que se albergaba en su corazón al conocer la enfermedad de su padre. Se acercó a mí hasta colocar su cabeza en mi pecho y cerrar los ojos con un pequeño suspiro involuntario. No tardé en rodearlo con mis brazos y acercarlo más a mi pecho, consiguiendo aquella calidez por la que tanto había esperado.

— Te extrañé. —Murmuré sobre su cabello, sentí sus mejillas arder ante lo dicho. Sus brazos rodearon mi cuerpo de igual manera, logrando que nos mantuviéramos unidos. — Te necesito conmigo.

— Señor Zayn...

— Si tan solo ambos fuéramos iguales, no tendría que reprimir esto que siento, Liam. — Mis dedos acariciaron su espalda con suavidad, tratando de sentir los latidos de su corazón, los cuales siempre quisiera oír. — Si fuera un humano como tú... viviríamos juntos hasta la muerte.

Estuvimos juntos dos semanas.

Él y yo, frente a frente, conociendo del otro y apostando por un amor que estaba condenado desde el principio.

Pero, mientras él sea un simple humano y yo un vampiro, tendríamos que separarnos. Porque no era correcto que su alma se oscureciera por mi culpa. No era justo que él se enamorara de mí cuando eso lo condenaría para siempre y le cerraría las puertas del cielo.

The truth untoldWhere stories live. Discover now