Extra 1

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Como si se tratara de una dulce brisa fresca, el recuerdo de mi hermano se instaló en mi mente. Su sonrisa perduró como un rayo de luz dentro de mis recuerdos, otorgándole paz a mi ansioso corazón. Mi corazón había dejado de latir mucho tiempo atrás, pero seguía estando allí, siendo evidencia de que tenía aún un poco de amor para otorgar y un pecho cálido el cual podía consolar al bello ángel que tenía como pareja.

Mirando hacia atrás, recordé la manera precipitada en la que mi hermano había sido convertido en vampiro:

Su vida fue un total infierno, siendo el encargado de cuidar de su pequeño hermano, Niall se obligó a sí mismo a trabajar arduamente para que nada pudiera faltarnos, para que no falleciéramos de hambre como muchos niños de la calle lo hacían. A pesar de solo ser un simple adolescente, se obligó a madurar y tomar responsabilidad de mí. Apenas tenía dieciséis años cuando fue acuchillado cruelmente por un ladrón callejero, quién trató de tomar lo poco que mi hermano había recaudado de su trabajo. Niall sabía sobre las necesidades y la falta de alimento, sabía sobre la oscuridad que rodeaba nuestras vidas y lo podrido que se hallaba el mundo, lleno de guerras y enemistades. Aquella noche trató de defender lo único que tenía, trató de impedir que le fuera arrebatado aquel dinero que nos ayudaría a mantenernos vivos por casi dos días. ¿Y qué recibió a cambio de eso? Heridas, golpes y cortes. Su cuerpo se bañó de color carmín aquella noche y su respiración desapareció en cada movimiento, la noche helada solo pudo habérselo llevado, dejándome solo completamente, a merced de la realidad.

Sin embargo, cuando empezó a cerrar sus ojos con un destino desahuciado, un hombre se apiadó de él y le otorgó lo único que valoraba y maldecía dentro de su vida: la inmortalidad.

Una mordedura en su cuello bastó para que el veneno se extendiera por todo su cuerpo y le causara un inmenso dolor, el cual pudo despertar sus sentidos dormidos y débiles, dejando pasar a varios gritos desgarradores y el cambio dentro de su organismo. Cuando el dolor cesó, su vida también lo hizo.

Niall encontró la muerte de la peor manera.

Sin embargo, cuando sus ojos se abrieron una vez más, todo para él cesó. El dolor, la poca estabilidad de sus piernas y el dolor dentro de su corazón. Todo cesó. Y dejó paso a una vida nueva. Sus ojos oscuros se tiñeron de un color rojo intenso y su sed de sangre fue incrementando en cada inhalación. Los primeros días fueron un martirio, Niall buscaba a cualquier persona para alimentarse, sin verificar si era joven o adulto. Solo bebía y se satisfacía. Se alejó de casa por un tiempo y mi preocupación incrementaba, hasta que aquel hombre, un vampiro de edad adulta, uno de los primeros de nuestra clase, me informó sobre lo ocurrido y me hizo comprender lo que ocurría. Cuando mi hermano fue amaestrado por ese hombre y pudo controlar su sed de sangre, regresó a nuestro hogar y me prometió una nueva vida, donde pudiéramos vivir sin tener que mendigar por algo de dinero o comida.

Nos mudamos de ciudad y seguimos al maestro de Niall.

Su castillo fue el único regaló que nos dejó antes de que fuera asesinado por un grupo de vampiros que guardaban rencor hacia él. Ambos quedamos destrozados con la noticia, pues lo considerábamos un verdadero padre, pero tuvimos que seguir adelante por él.

Tiempo después, cuando alcancé la edad de veinte años, una enfermedad mortal atacó mi cuerpo. La debilidad era algo que saboreaba a diario y los días iban acortando mi vida cada vez más y más. Si mi cuerpo iba a morir algún día, quería que fuera con la certeza de que mi hermano se encontrara bien y feliz, pero no fue así. La sola noticia, volvió loco del dolor a Niall, no quería quedarse solo en este mundo, no deseaba perder a otra persona importante para él, por lo que, sin que yo pudiera hacer algo en contra, terminó convirtiéndome en vampiro.

The truth untoldWhere stories live. Discover now