Actualidad.
-¿Se puede saber dónde coño estás?- Me preguntó cabreada, cuando me resigné a contestar.
-He... He ido a dar una vuelta.
-Hace horas que me has dicho que venías para aquí. Estábamos preocupados.
-Pero si te he mandado un mensaje para decirte que vendría más tarde.
-Pero no 6 horas, Natalia, joder.
-Lo siento, pero es que no puedo, Mari. ¿No te das cuenta? Que se lo he dicho. Y ahora no puedo volver atrás.- Susurré, aprovechando que el chico había ido a pedir a la barra.
-¿Pero para qué vas a volver atrás? Le has dicho lo que tenías que decirle. Tarde. Pero lo has hecho.
-Me da miedo volver a casa.
-¿Dónde estás?- Suspiró rendida.
-Con Damion, tomando una cerveza.- Dije mostrándole media sonrisa al chico, que acababa de volver a la mesa con dos jarras enormes.
-¿Has estado con él todo el día?
-Cuando iba a ir para casa me he empezado a poner cada vez más nerviosa, y no he sido capaz. Así que he pensado en llamarlo y quedar con él un rato.- Le expliqué. -Estaba tocando en la calle de siempre, así que me he ido ahí a cantar con él. Sabes que eso me ayuda a relajarme y poner un poco en orden mi cabeza.
-¿Y lo has hecho?
-No mucho. Sigo de los nervios.- Reconocí, dándole un trago a mi cerveza.
-Natalia...- Suspiró de nuevo. -Alba lleva todo el día esperándote. Sé que tú estás atacada, pero ella no está precisamente tranquila. Así que ven de una maldita vez, porque sino vamos a acabar todas de los nervios.- Dijo exasperada.
-Joder...- Bufé nerviosa, con la mirada perdida en la espuma de mi cerveza. -En un par de horas estoy allí.- Cedí finalmente. -Me tomó una cerveza con Damion y voy.
-A las 8 en punto te quiero en el sofá. Si no estás aquí te juro que voy a buscarte, estés donde estés, y te traigo a rastras si hace falta.- Me amenazó. Y yo sabía que no bromeaba.
-¿Va todo bien?- Se interesó el chico cuando colgué. -Llevas toda la tarde inquieta.
-Sí, es... bueno, Alba.- Reconocí, quitándole importancia con la mano. -Le he dicho algo importante y como soy imbécil, me he ido sin saber su reacción. Y ahora no sé lo que me voy a encontrar al llegar.
-¿No será lo que estoy pensando?- Me miró alzando las cejas con picardía. -Porque si es así hay mucho dinero en juego.
-¿Cómo?- Lo miré abriendo mucho la boca. -¿Tú también con la maldita apuesta? ¿Iba en serio?
-No, a ver, yo no quise participar al principio. Pero cuando vi que todos se habían apuntado...- Se encogió de hombros.
-Me parece muy fuerte que apostéis con la vida de vuestras amigas...- Me crucé de brazos, haciéndome la indignada.
-Todo empezó porque María estaba segura de que os gustabais, pero África decía que ni de coña. Así que empezaron apostando con eso, y como al final todos pensábamos como María, y dando por hecho que os gustabais, hicimos la apuesta directamente en cuando os lo diríais.
-Pues después de tanto tiempo, dudo que haya ganado alguien.- Contesté algo picada.
-No te creas, Miki apostó a 10 años.
-Pero... ¿qué?- Lo miré incrédula. Yo lo mato.
-Visto lo visto, se ve que es el que mejor te conoce.- Rió, destensando un poco el momento.
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Aura
RomanceAlba y Natalia son mejores amigas desde que se conocieron el primer año de instituto. Desde entonces siempre han sido inseparables, no había una sin la otra. Pero con los años su amistad se ha visto influida por nuevos sentimientos. Nuevos sentimie...