Capítulo 18

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- ¿Cómo follo? - mis mejillas en ese momento subieron a un tono rojizo, si me hubiese comparado con un tomate, diría que le ganaría por el color.

Estaba dentrás mío.

- ehh yo... - estaba muy avergonzada.

- ehh ¡nada! - gritó Leonardo. - Christopher y Laura a la habitación 5 y Bárbara a la 6, ahí te espera el señor Wolf.

- está bien. - dije a lo bajo. Me di la vuelta y pude notar la mirada de Chris en mí.

Narra Christopher.

- ¿Que creerías? - me susurró en el oído. - ¿Que ibas a acostarte con Bárbara otra vez? No hijo. - rió irónico. - nunca lo permitiré, de nuevo... - susurró lo último.

- algún día caeras, tu y tu puto trabajo caerán, te quedarás solo, solo como una planta en el desierto, sin nadie alrededor. - me fui al cuarto donde me ordenó.

(...)

- Por fin, te he estado esperando.

- Lo siento... Es que no estoy con ánimos Laura.

- ¡Vamos Vélez! ¿Que ha pasado? - me senté en la cama, ella estaba arrodillada en ella. - Éramos tan felices follando todas las noches aquí, te gustaba como me movía arriba tuyo. - me tocó el pecho, estaba atrás mío. - vamos a divertirnos un rato. - me tiró a la cama, me desabrochó el cinturón y el botón del pantalón. - ¿ahora me vas a dejar hacerte lo que estaba por hacer?

Tenía razón, necesitaba un poco de diversión, aunque no sea con Barbie.

- okey, ¡está bien! Anda, hazlo. - sonrió y me guiñó.

- Gracias. - agarró mí pene con sus manos y lamió la punta para luego metérsela por completo en su boca. - ¿te gusta?

- ¡ohh sí! - gemí.

Deja de narrar Christopher.

- Me encanta como te mueves hermosura.

- ¿Si? Pues gracias.

- Pediré por ti cada vez que venga aquí.

- Tengo muchos clientes ahora. - me baje de encima de él.

- Es que ¡Eres fabulosa! - sonrió. - sabes moverte, eres una adolescente aún y eso hace que los hombres quieran más de ti.

- Bueno, ¿Gracias? - agradecí dudosa.  - ¿hace cuanto que vienes aquí? - pregunté.

- hace algunos meses. ¿Por qué?

- ¿Conoces a Leonardo y a su hijo?

- eh no, solo de vista a su hijo, con Leonardo solo hablamos de esto y ya... ¿ Por qué preguntas?

Sonó mí celular.

- ¿Me disculpas? - asintió y salí a atender.

- Si, ¿bueno?

- Bárbara ¡¿dónde mierda te metiste?!

- ¿Que ocurre? Estoy trabajando, Rocío.

- Mamá no se siente bien, está delirando, le subió la presión y creo que tiene fiebre.

- Ya voy, ve llamando al doctor Osvaldo que ya estoy yendo.

- está bien, apúrate. - colgué.

- ¿Ocurre algo? - apareció Christopher con una toalla envuelta en su cintura, se veía tan sexy.

- Tu métete en tus asuntos.

- Es que mí cuarto estaba al lado y escuché lo que hablabas.

- ¿así que ahora te dedicas a escuchar conversaciones que no te incumben a ti?

Tu prostituta favorita (Christopher Vélez y tu) HOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora