sex.love.proof. ; larry stylinson.

28

Harry había vuelto a su casa luego de haber tenido un agradable desayuno junto a Louis, estaba más feliz de lo que había estado en un largo tiempo y sabía que era gracias al castaño. Saber que las cosas estaban bien entre ellos era más que suficiente para el y haría todo lo que pudiera para mantener las cosas estables.

En la sala se encontraba su madre revisando unos documentos que parecían ser de un nuevo caso en su trabajo, se veía concentrada pero aún así levantó la vista con una brillante sonrisa al ver a Harry allí de pié.

—Hola bebé, ¿Dónde has estado?— preguntó curiosa mientras cerraba la gran carpeta que tenía delante suyo y lo invitaba a Harry a sentarse a su lado.— He notado que no dormiste aquí anoche.— dijo con una sonrisa traviesa y Harry negó con su cabeza riendo.

—En casa de un amigo, eso es todo.— respondió tratando de evadir aquella respuesta, pero su sonrisa tan completamente brillante y feliz lo delató ante su mamá.

—Mm, veo que tu amigo te hace muy feliz.— dijo soltando una pequeña risa y Harry río avergonzado por ser descubierto y cubrió su rostro con sus manos.

—Realmente lo hace.— admitió aún sin poder mirar a su mamá a los ojos.

El silencio se hizo presente en la sala y tan solo unos segundos después, Anne tomó sus manos para poder mirarlo a los ojos con una dulce y tranquila sonrisa en su rostro.

—¿Es Louis, verdad?— preguntó despacio con un tono tan lleno de cariño y aprecio, que Harry sintió un nudo formarse en su garganta y sus ojos cristalizarse mientras asentía lentamente luego de unos largos segundos.

—S-si, es el.— respondió derramando las primeras lágrimas frente a su madre, quién se inclinó para envolverlo en un cálido abrazo que solo logró que Harry llorara aún más.

Jamás se había sentido tan bien un abrazo con su madre. Se sentía liberador haber admitido que Louis lo hacía feliz y que ella lo aceptara, que aún así continuara amándolo y apoyándolo a pesar de sus gustos.

—Mi bebé.— dijo cariñosamente mientras dejaba muchos besos sobre el cabello desordenado de Harry.— Tenía mis sospechas y realmente no esperaba algún día tener esta charla contigo porque eres libre de estar con quién desees, pero me alegra saber que confías en mí para contarme sobre esto.
— dijo alejando a Harry para limpiarle las lágrimas que aún continuaban saliendo de sus ojos sin control alguno. El rizado lloraba casi ahogándose entre sus propias respiraciones y a Anne le dolía tanto ver a su hijo de aquella manera.

Harry logró tranquilizarse luego de unos minutos y miró a su mamá con los ojos rojos e hinchados.

—Tenía miedo, papá no ha sido de lo mejor desde que lo sospecha.— dijo y su mamá hizo una mueca al oírlo.

—Lo sé, hablé con el al respecto porque por su culpa te estabas alejando de todos nosotros. Tu hermana y yo te amamos, sin importar qué.— le dijo sincera y Harry sonrió pequeño.

—Gracias, en serio.— agradeció Harry sintiéndose más tranquilo de lo que había estado en mucho tiempo. Anne le sonrió dejando otro beso cargado de amor sobre su cabello.

—Ahora cuentame sobre Louis.— dijo emocionada y Harry soltó una risa.

[♡]

Cerca de las dos de la tarde, Harry se encontraba frente a la casa del castaño con su auto mientras esperaba a que saliera de su casa para ir al parque. Louis no tardó mucho en salir, con sus pantalones negros y una sudadera que al parecer era varios talles mas grande que el. Harry no pudo contener la sonrisa que se asomó en su rostro apenas lo vió entrar al auto.