3. Recuerdos

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Christopher

Sentí un consquilleo en mi rostro, pase mi mano por mi rostro y luego escuche una pequeña risita

Abrí mis ojos con pereza encontrandome con la mirada y una sonrisa burlona de parte de Mackenzie, entre cerré los ojos

-Buenos días, gordo-me dijo sonriente

-Sí, soy un gordo, alimentame.

-Mejor vete a tu casa, anda-me empujó haciéndome caer al suelo

-Coño, ¿qué te pasa?-dije adolorido

-No seas niñita, ayer tú me tiraste y no te dije nada.

-No me dijiste nada pero me golpeaste-me puse de pie mirándola mal

Salí de su habitación y baje las escaleras, tenía la intención de ir a beber un poco de agua, pero algo me distrajo

Mire la sala de estar, siempre tan ordenada. Habían algunas fotos en la pared, tantas veces que estuve aquí y no me había fijado en estas.

Eran fotos de su familia. Mackenzie, su padre y su madre. Kenzie se veía muy feliz, y siempre abrazando a su madre.

Afortunadamente la conocí, era una gran mujer y se notaba que amaba demasiado a Mackenzie, incluso a mi me trataba como su fuera su hijo. Siempre que llevaba a su casa, me recibía con deliciosa comida, y sobre todo, galletas.

Sin duda, eran recuerdos valiosos.

Escuche pisadas detrás mío, me di la vuelta encontrandomen con Mackenzie.

-¿Qué haces mañoso?-dijo mirándome

-Pensaba.

-¿Tú? ¿Pensando? Apuesto que pensaban en cosas cachondas, iugh-rode los ojos

-Siempre dices que yo pienso en eso, no serás tú la que piense en eso-arrugó la nariz

-Yo sería incapaz de pensar en cochinadas-solte una carcajadas

-Cuantas veces no te he encontrado leyendo 50 sombras de Grey-se avergonzó demasiado a tal punto de sonrojarse

La primera vez que la encontré leyendo eso fue hace un año, estaba en un salón solitario mientras leía con mucho interés.

Luego de decirle que la había visto, lo había negado diciendo que era una versión inocente. Si, es patética intentando mentir.

-Pues... Pues... Tienes un pito en la cara.

Se dio la vuelta y subió rápidamente las escaleras entre risas.

Me mire en un espejo que había en la entrada, efectivamente tenía un pito en la cara, aparte tenía escrito "Chris se la come :D".

Demasiado infantil.

La seguí rápidamente hasta encontrarla acostada en su cama con el celular

-Tú te la comes, cochina-la abrace con fuerza y ella intento alejarse de mi entre risas

-Chris siento tu maldito bulto, que asco-dijo y comencé a reír alejandome de ella

-Perdón, me sucede cada mañana, no vayas a creer que tú eres la causa de esto-dije señalando mi entrepierna y la ví rodando los ojos

-Gracias a Dios no soy la causa de que esa cosa se levante-me lanzó una almohada

Tome otra almohada y se la lancé, y ahí comenzó otra guerra. Seguimos jugando hasta cansarnos, se acostó a mi lado mientras ambos mirábamos el techo que tenía estrellas que brillaban en la oscuridad.

-¿Qué has pensado sobre el tema de la música?-pregunte, por un momento la mire y luego seguí mirando el techo

Ella siempre supo que me encantaba cantar y siempre lo hacía. Hace tiempo le dije que quería ser cantante y que pensaría en el futuro.

-Ahora mismo no tengo idea, siento que es algo imñosible de lograr bajo mis condiciones. Creo que mejor terminaré mis estudios para tener un trabajo estable y ayudar a mi madre-solte un suspiro

-Nada es imposible...-susurro, la mire

Sus ojos verdes miraban el techo

-¿Qué?

-Ten fé y no dejes de perseguir tus sueños, nada es imposible y se que lo lograrás. Y yo estaré aquí, viendo como logras todo lo que quieres-sonreí

-Eres la mejor, ¿lo sabes?-me miro sonriendo

-Por supuesto, me adoras-rode los ojos sin quitar mi sonrisa

-Muero de hambre, iré a mi casa. Hoy mi madre dijo que haría una deliciosa comida-dije poniéndome de pie

-Yo...

-Claro que puedes venir, mi madre te adora-ella sonrió poniéndose de pie

Fui al baño y me lave la cara quitándome todo rastro de tinta.

Me dijo que se daría un baño y luego se cambiaría. Mientras ella entró al baño me recoste en la cama.

Realmente no sabía si sería capaz de lograr mis sueños, lo veía muy difícil y sabía que no tenía las mejores condiciones. Pero quizás Mackenzie tenía razón, tal vez si me lo propongo podré lograrlo, por más difícil que sea.

No me rendiré.

Después de un rato, Kenzie se asomo en la puerta y prácticamente me corrió de su habitación para poderse cambiar.

Después de varios minutos salió de su habitación ya lista, yo ya me había puesto la ropa de ayer y quería cambiarme.

Ambos caminamos a mi casa sin dejar de hablar, siempre que estábamos juntos no podíamos dejar de hablar, era como si siempre tuviéramos un tema de cual hablar, o nunca nos cansaramos de escuchar nuestras voces.

Al llegar a mi casa mi madre nos recibió con una sonrisa pícara, nunca dejaría de pensar en que Mack y yo tuviéramos algo.

Deje a Mackenzie con mi madre y yo subí a darme un baño y ponerme ropa limpia.

Al terminar, salí de mi habitación y baje las escaleras, me encontré con mi hermano incomodando a Mackenzie.

Desde siempre mi hermano tuvo algún tipo de atracción por Mackenzie, y siempre que estaba sin mi aprovechaba para hablarle, o ligarle. Mackenzie siempre solía decirme todas las idioteces que le decía mi hermano.

Pase a lados de ellos no sin antes darle un zape a Jonathan para que dejará a mi amiga en paz.

Me miro frunciendo el ceño y yo le sonreí, luego mi madre trajo la comida y comenzamos a comer.

-Con que Christopher durmió en tu casa, eh Mackenzie.-dijo Jonathan intentando molestarnos

-Quisieras tú dormir en su casa, cabrón-dije para luego mirar como Mackenzie intentaba no reír

-Mamá, regaña a Chris por no dormir en casa.

-Christopher, hijo...-la interrumpí

-El jueves, Jonathan salió por la madrugada para irse de fiesta. Yo simplemente me quedé a dormir con mi querida amiga-Jonathan me intento patear bajo la mesa, pero término pateando a Mackenzie

Esta soltó un pequeño chillido, mi madre y yo miramos mal a Jonathan y este rápidamente se disculpó con Mackenzie.

Un punto menos para Jonathan.

Te Necesito ✔|| Christopher VelezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora