Te Necesito ✔|| Christopher Velez

49. Arrepentimiento

Capítulo dedicado a: Ashleychavesmoreno
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Christopher

Mi mirada se dirigió a Mackenzie, ella se encontraba junto a Zabdiel mientras este la tomaba de la cintura y hablaban animadamente con Ethan.

Volví a darle un sorbo al vaso de alcohol que tenía en mano, mientras sentía como hacía efecto y ardía mi garganta.

Me encontraba en una gran fiesta que había echo un amigo, me invitó a mi y a Zabdiel. Invite a Mackenzie, a Ethan y a su novia. Solo vino Mackenzie y Ethan, pues la novia de Ethan se sentía mal.

Hoy habían echo lo suyo oficial, eran novios. Mi mejor amigo y mi ex mejor amiga.

Me sentía más que feliz por ellos, pero una parte de mí detestaba verlos juntos demostrándose algún tipo de afecto.

Termine de beber y regresé a la barra por más alcohol, hoy me permitiría beber lo suficiente para olvidarme de todo.

Quería no sentir el dolor que sentía en mi pecho, quería olvidarla a ella, quería no darle importancia a Mackenzie y a Zabdiel.

Diablos, Zabdiel era mi mejor amigo y yo no me sentía realmente feliz por él, sentía lastima por mi mismo.

Sin querer, mire a Zabdiel y a Kenzie, ya no hablaban con Ethan, sino que ahora se besaban.

Mi pecho comenzó a dolor aún más, mis ojos ardían y quería irme de aquí lo más rápido posible.

Termine de beber el vaso de alcohol que tenía en mi mano, para luego tirarlo por ahí. Comencé a caminar hacía la salida.

—Chris, ¿te vas?—cerré los ojos con frustración al escuchar la voz de Zabdiel a mis espaldas, me di la vuelta y lo mire

—Sí—dije para volver a darme la vuelta e intentar irme, pero Zabdiel lo impidió tomandome del brazo

—No piensas irte en tu auto, ¿verdad?

—Puedo manejar, estoy perfectamente bien.

—Puedo pedirte un taxi, si quieres puedo llevarte. No quiero que te pasé nada, bro—me solté de su agarre con fuerza

—No molestes, Zabdiel—seguí caminando saliendo de la casa, podía escuchar como mi mejor amigo caminaba a mis espaldas, siguiendome

Al encontrar mi auto, abrí la puerta y entré. Intente buscar donde se metía la llave pero por la oscuridad no pude hacerlo, Zabdiel se sentó a mi lado y solamente me observaba.

—Por Dios Chris, ni siquiera ves bien ¿cómo planeas llegar a casa?—di un golpe a la puerta con fuerza para luego recargar mi frente en el volante

Las lágrimas comenzaron a salir por si solas, mi pecho dolía aún más.

—¿Es por Nathalie?—murmuró Zabdiel

—Tienes suerte de que tu novia no sea una zorra como la mía—Zab no dijo nada, se quedó callado escuchando mis ligeros sollozos

Al cabo de una hora dejé de llorar, las lágrimas ya no salían pero eso no quitaba el dolor que sentía en el pecho. Mis ojos se encontraban rojos y mis mejillas empapadas por las lágrimas.