CAPÍTULO 3

451 15 0
                                    

—Jaja, ¿de repente te has enamorado de mí? —Li Ce de repente mostró una sonrisa, exponiendo sus pristinos blancos dientes. Le palmeó el hombro—. No te preocupes, cuando vuelvas a Zhen Huang, aun tendrás una oportunidad.

—¡Li Ce! Guárdalo, no lo necesitaré. —Lo contuvo y trató de devolverle el arma.

—Tampoco lo necesito. En realidad, no sé usarlo. Al oír cuan temible es, no puedo evitar imaginar que me disparé accidentalmente. ¿No acabaría simplemente conmigo? Puedes guardarlo y probarlo. Si es
realmente bueno, obtendré otro cuando regrese.

Chu Qiao se mordió el labio.

Finalmente soltando su mano, respondió:

—Ten cuidado.

Li Ce sonrió.

—Y tú. ¡Aun espero aprender artes marciales de ti cuando regresemos!
Chu Qiao asintió.

El hombre se puso en pie. Apartando torpemente el espinoso crecimiento excesivo, caminó hacia la dirección de los pasos.

—¡Oi! ¡Toma un arma!

Li Ce ni siquiera se giró y casualmente se despidió. Bajo el suave brillo de la luz lunar, ella vio un pedazo de roca desigual que estaba cubierto de sangre en sus manos. Su ropa hecha jirones, sus pasos desiguales, no quedaba el menor rastro de la elegancia del Príncipe de Tang en él.

De hecho, era más como un mendigo. Mientras Chu Qiao se quedó mirando su silueta, la mano que sujetaba la daga perdió agarre.

Continuará

💔THE LEGEND OF CHU QIAO (TOMO 3 FINALIZED)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora