CAPÍTULO 16

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ientras tanto, en el denso bosque de bambú, ropajes rojos ondeaban.

—Maestro, está todo listo. —Un sirviente se acercó y le informó tranquilamente.

Zhuge Yue frunció el ceño un poco, pero dudó al hablar. El tiempo no era exactamente caluroso, pero el sirviente estaba tan ansioso por su reconocimiento que ya estaba transpirando. Tras dos buenos minutos, Zhuge Yue finalmente asintió y dijo:

—Adelante.


Ante el frío viento, el olor de la sangre apestaba en el Palacio de Sheng Jin.

Justo cuando Chu Qiao llegó al
vestíbulo frontal, mucha gente salió corriendo. La plaza estaba llena de púrpuras equináceas. Yan Xun
permanecía entre el gentío, esperándola a lo lejos. Chu Qiao aceleró su ritmo. Notándola, Yan Xun sonrió y también se acercó a ella.

—¡Qiaoqiao! —Li Ce también estaba cerca. Llevando una túnica rojo mandarín, saludó animadamente
a Chu Qiao.

Antes de que la expresión de disgusto de Chu Qiao podría haber cruzado por su cara, una penetrante campana sonó. Todos alzaron sus cabezas con sorpresa y temor, mirando al Palacio de Xie Fang.

—¡Asesinos! ¡La Emperatriz está muerta! —La aguda voz del Eunuco, teñida con tristeza, reverberó
por el aire como un toque de difuntos.

Todos palidecieron al instante. Los sirvientes que llevaban atuendo negro militar corrieron por el patio como una inundación, dirigiéndose hacia el lugar del incidente. El silencio duró unos instantes, ante de que los
lamentos estallaran por todas partes del Palacio de Sheng Jin.

—La Emperatriz Muhe Nayun, nacida en la que solía ser la familia más poderosa, la Familia Muhe,
entró al palacio con 13 años. Tomó el asiento de Emperatriz a los 30. Como portadora del Blasón del Fénix
durante diez años, gobernó sobre los Seis Palacios. Solo sirviendo al Emperador, nadie osó desobedecerla.

— El Eunuco declaró.

La cara de Chu Qiao era pálida como la de un fantasma. Se giró, solo para ver que la cara de Yan Xun
reflejaba el mismo temor. En este momento, ese palacio en cuestión era el lugar por el que acababa de pasar. Si el asesinato había ocurrido hace unos minutos, ¡ella definitivamente no estaría viva aquí!

Toques de difuntos sonaron, primero una vez y luego otras nueve. Esos nueve fueron breves, pero
parecieron una eternidad. Todos caminando y de pie, ya fueran soldados o sirvientes, Eunucos o funcionarios, todos giraron hacia el Harén Imperial y se postraron. El palacio interior quedó en silencio, e incluso la bulliciosa sala de estar perdió todo el murmullo de las conversaciones. El repiqueteo se detuvo unos instantes, antes de continuar. Esta vez, incluso más fuerte que antes. Y luego, una persona, dos, diez y luego cien, mil; todos se arrodillaron en sucesión y se inclinaron en dirección al Palacio Xie Fang.

La boca de Chu Qiao se quedó boquiabierta, pero no salieron palabras. Su mente no tenía nada más que la dama de hierro que representaba a la familia Muhe que se mantuvo en su posición de Emperatriz y controló la mitad del Imperio Xia durante diez años. Pensó en las palabras firmes que dejó atrás esa dama: La

Continuará

💔THE LEGEND OF CHU QIAO (TOMO 3 FINALIZED)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora