CAPÍTULO 31

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—Vale, entonces por favor vete rápidamente. El palacio está ahora en caos. Ten cuidado. —Zhao Chun'er se secó las lágrimas.

—Um, por favor no te preocupes. —Las dos intercambiaron palabras de bendición antes de irse en direcciones opuestas.

La fría brisa barrió el polvo y las hojas en el suelo. La oficial corrió por los pequeños callejones. Justo cuando
pasaba una fuente ornamental, un destello blanco llenó su visión. Antes de que pudiera reconocer al asaltante, cayó en un charco de su propia sangre. En la oscuridad, unos cuantos hombres surgieron, el líder
aparentemente en guardia.

—Hermano Yu, sobre la Princesa...
—No te preocupes, no enviará el mensaje. —El hombre, con una cara de acero, murmuró—: Sellad
las puertas del norte y preparaos para reunirnos con nuestra dama en la puerta occidental.


Cerca de dicha puerta, en una cabaña dilapidada, una dama vestida de blanco permanecía en el patio.

Mirando a las llamas azules como el agua ardiendo en el cielo, su cara nomostraba emoción. Tras un largo rato, instruyó a sus subordinados:

—De acuerdo al plan original, en dos horas, paralizaremos a todo el Ejército Verde, a la Caballería
Intrépida y al resto de los comandantes militares en la capital.

Xia Zhi y Xirui asintieron en voz baja.

Bian Cang dio un paso adelante y dijo:

—Mi señora, todo sigue pacífico dentro del palacio. Las puertas del este y del norte ya están bajo
nuestro control. El plan de la señorita Chu ya ha tenido éxito.

—Sí, ahora ejecutemos el plan de las llamas. —La señora Yu asintió.


Con el tranquilo reflejo de la luna en las aguas tranquilas, la celebración continuó. Sin embargo, pocos se
dieron cuenta de que las bestias se acercaban gradualmente y lentamente se dirigían a las partes desprotegidas del Imperio.

Después de dos horas, un equipo de hombres de negro se precipitó hacia las puertas del oeste. Los guardias en las puertas actuaron como si no los hubieran visto, y nadie hizo un solo ruido.

—Zuo Qiu, lleva noticias a Su Alteza. Todo está en orden, proceda según lo previsto.

—Sí, señorita. —El subordinado leal abandonó el castillo.

Chu Qiao se quitó el vestido de batalla empapado de sangre y reveló la deslumbrante túnica debajo.

Rápidamente, se dirigió a un carruaje escondido entre los arbustos. Los sirvientes levantaron el carruaje, y sin una sola palabra, avanzaron.

Poco después, se detuvo frente a las puertas del Pabellón Fang Gui. Se llevaron a cabo asesinatos
implacables en la oscuridad exterior, pero este palacio real no se vio afectado, aislado del exterior.

Melodías alegres y sonidos de risa emanaban del palacio.

—Señorita, hemos llegado. —Dijo el sirviente, bajando la cabeza.

Chu Qiao salió del carruaje. Estaba vestida con una túnica azul claro. Se puso de pie, con los ojos fijos
firmemente al frente, sin miedo alguno. Levantó las piernas y caminó hacia el palacio.

Continuará

💔THE LEGEND OF CHU QIAO (TOMO 3 FINALIZED)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora