💔THE LEGEND OF CHU QIAO (TOMO 3 FINALIZED)

CAPÍTULO 55

De pie en el viento helado, su pequeña figura se veía tan frágil, y su rostro parecía drenado de sangre.

Mirando a Yan Xun, parecía como si estuviera mirando su último vestigio de esperanza en la vida.

La ceja de Yan Xun se alzó levemente, y se veía un poco impaciente.

Finalmente, declaró:

—Hace mucho tiempo que quería rebelarme y no tenía nada que ver contigo. Y nunca había pensado
en casarme contigo tampoco.

—¡Menudo perro ingrato! ¡Atrévete a decirlo de nuevo! —Con un leve movimiento, Zhao Song desenvainó. Su túnica verde ondeó en el viento nocturno, como una feroz águila desplegando sus alas.

Usualmente amable y apasionado, su mirada ahora se tornó aguda y sin perdón, y su expresión lanzaba un aura asesina. ¡Era como si el espíritu de la realeza de Xia de repente se rejuveneciera en él! Yan Xun tampoco estaba de su humor usual. Miró sombríamente a Zhao Song por la comisura del ojo. Tras él estaba el cielo oscuro.

Bajo sus soldados, toda la capital real estaba temblando, y casi podía oír los sonidos de colapso de los palacios dañados. Lentamente alzando la comisura de sus labios, su voz aun atravesó como una espada y replicó:

—¿Ingrato? Yan Bei y el Imperio Xia, ¿qué gratitud se supone que hay?
Zhao Song sonrió y estoicamente declaró:

—Nuestro padre te crió durante diez años, y te veía como a un hijo. No solo te restituyó el título de Rey de Yan Bei, sino que incluso te casó con Chun'er. ¡Menudo favor! Y aun así le respondes con traición, y masacras a civiles en la capital real. ¡Yan Xun, tu corazón es el de un perro, y mereces morir!

Con su túnica negra aun ondeando en el frío viento, el hombre sonrió:

—¿Me crió durante diez años y me veía como a un hijo? Los huesos aun están en el campo de batalla,
y la sangre en el patíbulo de ejecución. Zhao Song, ¿este es el enorme favor de la familia real al que te refieres?

Tomado por sorpresa durante un segundo, Zhao Song rápidamente retrocedió, proclamando:

—El rey de Yan Bei estaba tramando una rebelión en el caos, y el ejército real se lanzó a una cruzada
legítima...

—¡Basta! —Ladró Yan Xun en voz alta, con la cara llena de irritación.

Fríamente, anunció—: No es
necesario desperdiciar más palabras. La historia está escrita para siempre por los vencedores. Todos estos males y errores eventualmente serán determinados por nuestros descendientes. No necesitamos debatir aquí. Zhao Song, considerando nuestra amistad por todos estos años, te dejaré salir. Vuelve y dile a tu padre que yo, Yan
Xun, me he rebelado.

Fue justo en ese momento que una tienda de petardos en el sur había sido incendiada por alguien, y
con un enorme auge, los fuegos artificiales explotaron en el cielo, iluminando el cielo con un rojo carmesí profundo. En ese resplandor, los ojos de Yan Xun brillaron en el fondo oscuro de la noche como una estrella brillante, llena de vida, y firme como una montaña.

Ocho años de trama para este día. ¿Podría este enorme Imperio Xia soportar tal furor?

—¡Tú!

—¡Zhao Song! —Una clara voz femenina hizo eco. Chu Qiao adelantó a su caballo y dijo severamente—: Retrocede.

—¿AhChu? ¿También serás mi enemiga? —Con expresión de dolor, Zhao Song frunció el ceño.

Chu Qiao miró la cara de Zhao Song.

Junto a ella había soldados de sangre de hierro, y detrás estaba la capital que se había hundido en el infierno. Era como si todo fuera solo un sueño fugaz, a medida que pasaba el tiempo. Le recordaron hace muchos años, en los jardines, cuando un joven Príncipe le gritó arrogantemente:

—¡Eres tú otra vez! ¡Sí, te estoy hablando!

Continuará