Solo eres mi hermanastro

Capítulo 9

-Chicos -él estaba hablando en plural, pero era un poco raro porque su vista estaba puesta en mi- ella es Nataly y correrá conmigo

La chica tenía una sonrisa triunfal, como si correr con Christian fuera un orgullo y fuese a llevar el premio mayor. Después de eso todos nos dirigimos a nuestros lugares.

-Buena suerte en la carrera Zue, suerte a ti también David -nos dijo Ana, agradecí con una leve sonrisa, los nervios no me permitían hacer más-

-Se que estas nerviosa nena, pero todo va estar bien, no voy a dejar que te pase nada -me dijo David mientras caminábamos hacia la moto y tomaba mi mano para dar un beso en esta-

Christian y Nataly estaban a dos motos después de nosotros y se veían muy concentrados, al parecer aquí las carreras van muy enserio.

Cuando la carrera comenzó, la moto avanzaba a toda velocidad dejando atrás a otras motos y entre ellas estaba la de Christian. Tenía miedo, por mi mente comenzaron a pasar diferentes escenarios y muy trágicos, quería que la carrera terminara. Llevábamos unos minutos, compitiendo y estaba mareada, me quería bajar en ese momento, pero estaba asustada y cerré los ojos solo esperaba que no nos cayéramos de la moto, el tiempo que estaba arriba de la moto se me hacía eterno.

De repente la moto se detuvo, abrí los ojos y sentí que David me ayudaba a bajar. Aún estaba un poco mareada y me sostuve de los brazos de David, agradecía que la carrera ya se hubiera terminado, sentía el corazón en la garganta.

- ¿Cómo nos fue? -le pregunte mientras arreglaba un poco mi cabello-

-Quedamos en segundo lugar, lo siento

- ¿Por qué lo sientes? Da igual si ganamos o no, esa fue una experiencia... Grandiosa

-Suerte para la próxima David -ambos no giramos para ver quien había hablado-

Frente a nosotros estaba un chico más o menos de nuestra edad, con una apariencia ruda, como en las películas, el chico popular, que fumaba y tenía a todas babeando por él, me di cuenta que llevaba bastante dinero en la mano y dos chicas lo acompañaban.

-Fue solamente suerte Roberto, una pequeña falla

-Esa pequeña falla hizo que perdieras todo este dinero -hizo un movimiento con la mano llena de dinero y después dirigió su mirada hacia mi-

-Y esta chica guapa ¿quién es?

-Eso no te importa Roberto

Christian hablo mientras aparecía a nuestras espaldas. Se puso a mi lado casi en frente de mi, ya no iba con la chica que lo acompaño en la carrera y parecía enojado.

-Pero miren a quien tenemos aquí, el perfecto niño bonito

-Se que soy perfecto Roberto, pero no es necesario que me lo digas y te humilles en frente de todos

-Que buen sentido del humor tienes Christian, pero dudo que tengas tanta gracia cuando mis chicos te den una paliza y termines en el hospital. Entonces volviendo a ti guapa ¿cómo te llamas?

No conteste nada, ese tipo me causaba mucho miedo y me daban ganas de salir corriendo y llorar. Me miraba con sus ojos negros y me intimidaban, solo veía a tipos como él en las películas, nunca pensé que esto me fuera a pasar.

- ¡QUE ME DIGAS TU MALDITO NOMBRE! -me grito y del susto retrocedí unos pasos hacia-

-No se te ocurra gritarle

Christian habló y se escuchaba tranquilo, pero si lo mirabas tenía una cara de pocos amigos, pocas veces lo vi actuar así de niño, pero ahora la cosa era diferente, ya había crecido, era musculo y más rudo, pero no tanto como aquel chico que segundos atrás me había gritado.

-Yo hago lo que quiero cuando quiero, ten eso en cuenta

El tipo me agarro de la muñeca e hizo más fuerte su agarre y solté un grito de dolor. Christian y David se iban a interponer, pero unos chicos llegaron y los agarraron sin permitirles acercarse. Roberto cada vez hacia más presión y estaba segura que cuando me soltara tendría una marca.

- ¿Me dirás como te llamas o tendré que hacer esto por las malas?

Si esto era por las buenas no me quiero imaginar como seria por las malas, David y Christian forcejeaban con aquellos chicos para que los soltaran.

-Zu-Zue

-Zue que? -hizo más presión sobre mi muñeca y yo cerré los ojos por el dolor que me provocaba-

-¡Maldita sea! Suéltala -Christian luchaba para que esos tipos lo dejaran y pudiera acercarse a mí, pero sus intentos no funcionaban, gire un poco el rostro para verlos y Christian estaba rojo de la cara,en verdad estaba furioso-

-Navarro -susurre y él apretó más-

-No te escuche

-¡NAVARRO, MALDITA SEA SUÉLTAME YA!

-Bueno Zue nos vemos después -sonrió mientras soltaba mi mano lentamente, por lo que yo la aleje de inmediato y Roberto se fue, los hombres soltaron a los chicos y ellos vinieron a mi corriendo-

-Zue ¿estás bien? -Christian pregunto y yo asentí con la cabeza-

-Lo voy a matar -dijo David enojado mientras veía mi muñeca, como era de esperar tenía los dedos marcados de Roberto-

-Vamos, te llevare a casa

Caminamos hacia donde estaban chicos, que por cierto no tenían ni idea de lo que había pasado, todos conversaban animado y cuando nos vieron llegar se acercaron un poco más.

-Buena carrera chi... -Ana miro mi brazo y dio un grito- Zue pero ¿qué te paso?

Gabriel se acercó corriendo y vio mi brazo con rabia, apretó sus manos.

- ¡¿Quién carajos te hizo esto?!

-Gabriel, cálmate

- ¡MALDICIÓN ZUE, MIRA TU BRAZO! No puedes pedirme que me calme

- ¡Gabriel! prometo explicarte esto, pero déjame llevarla a casa, ella por ahora no se encuentra bien

Gabriel me observo y después a Christian para luego asentir con la cabeza.

-Adiós Zue espero que te sientas mejor -le sonreí a Andrés-

Comencé a caminar, pero de un momento a otro David apareció frente a mí y me dio un beso en la frente y después se fue corriendo a donde se encontraban los chicos, Christian suspiro un poco enojado.

El camino hacia las motos fue lento y en silencio, Christian iba muy metido en sus pensamientos al igual que yo. Cuando llegamos a lado de su moto él subió sin problema, yo me subí un poco más despacio y cuando ya estaba arriba de la moto me pregunte ¿me agarro o no de su torso Posiblemente Christian no quiere que lo abrace y si lo hacia él comenzara a decir cosas, pero tampoco me sentía muy segura si me sostenía de atrás.

- ¿Qué esperas?

Christian miro hacia atrás y se rió. Tomo mis manos y las entrelazo en su estómago.

-Eres muy rara Zue, a veces puedes ser muy atrevida y otras muy tímida, pero... me gusta