Golpe del Destino

Capítulo 25

James

El estado de salud de Dian resultaba ser demasiado desalentador, el medico que la había operado nos había informado de la pérdida de sangre y del paro cardiaco que sufrió en la plancha, aun no sabían los daños que eso dejaría en su cerebro si es que ella lograba despertar

―Ella estará bien hijo ― aseguro mi madre mientras cargaba a mi pequeña

―Tengo tanto miedo de perderla, ya se fue una vez y me di cuenta que sin ella no soy nada, no podré hacer esto solo ― murmure sintiéndome ahogado al decir esas palabras

Ciertamente no me podía imaginar una vida sin ella, quizá la primera vez que la perdí fue por poco tiempo y daba gracias porque me había perdonado, gracias porque me estaba dando la oportunidad de tener una familia, pero no dejaba de pensar en el hecho de que si ella no llegaba a despertar todo esto no tendría importancia sin ella a mi lado, debía de aceptar que mi pequeña me daba fuerza y aun así resultaba ser la persona más débil

Alimente a mi pequeña e hice todo lo que las enfermeras me decían, en unos días podría llevármela a casa, ya que había salido bien en todos sus estudios, solo faltaba que el pediatra le diera oficialmente el alta. Camine entre los pasillos hasta llegar a la habitación en donde se encontraba Dian, verla en aquel estado, tan pálida y llena de tubos me dolía demasiado, me senté a un lado de su cama y tome su frágil mano

―Hola hermosa, sabes hoy nuestra pequeña se encuentra un poco inquieta, el medico dice que está muy bien y que pronto podre levarla a casa, pero no quiero hacerlo porque ahí no estarás tu mi amor, por favor Dian tienes que luchar, por nuestra pequeña, por mí, no puedo hacer esto sin ti, trato de ser fuerte y aun así el miedo me sobre pasa, tengo miedo de perderte no quiero que me dejes Dian, por favor tienes que despertar

Habían pasado casi tres semanas desde que Dian había caído en este estado de coma, nadie decía nada tan solo nos pedían que esperáramos

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Dian

Lograba escuchar voces a mi alrededor, pero no lograba distinguirlas por completo, el lugar en el que me encontraba era demasiado luminoso, había algunos árboles y se sentía un tanto cálido, pero algo dentro de mí me decía que este no era el lugar en que debía estar, luchaba por acercarme a esas voces y no lo podía lograra era como si aquel lugar quisiera que permaneciera un poco más de tiempo aquí, la desesperación crecía dentro de mí, yo no pertenecía a este lugar. Apunto de estar en la superficie el ahogamiento vino de nuevo, el dolor inminente de mi pecho, sentía un miedo profundo que comenzaba a carcomer mis entrañas poco a poco, respirar dolía, sentir dolía, querer salir de aquí era tan doloroso, una descarga fuerte en mi carne que se había sentido como si quemara, el aire abandono de golpe aquel lugar en el que me encontraba, no comprendía muy bien lo que estaba pasando, peor no quería morir, no quería irme de este mundo sin antes haber conocido a mi pequeña, necesitaba sobrevivir para poder estar al lado del hombre a quien amaba, ver crecer a mi niña.

Sintiéndome valiente deje a un lado aquel temor, nade hasta estar fuera de aquella agua que trataba de ahogarme, luche con todas mis fuerzas como lo había estado haciendo durante este eterno tiempo que había estado pasando en este lugar, mis brazos dolían al igual que mi pecho, tenía la necesidad de detenerme, y ese impulso avasallador de no parar me arrastraba a seguir, logre abandonar aquella bruma y nuevamente la luz cegadora me recibió

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James

Todo se había vuelto un caos total, las maquinas comenzaron a sonar como locas anunciando que algo no estaba nada bien, dos enfermeros tuvieron que sacarme de ahí ya que me había vuelto loco al ver que trataban de reanimar a mi mujer, me aleje de todos encerrándome en mi mundo, encerrándome en el temor y en el pensamiento de que quizá ya no volvería a verla jamás, grite y llore rogando al cielo para que no la quitaran de mi lado...

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Diego

Luego de la noticia de lo que estaba pasando con Dian y de acudir a darle mi apoyo a mi amigo, había regresado a casa para poder ver a mi hermanito y a la hermosa mujer que ahora vivía con nosotros. Me dolía la situación por la que mi amigo estaba pasando eso traía a mi mente la muerte de mis padres muy malos recuerdos que quisiera que se borraran de mi mente.

Sintiéndome ausente entre a la casa y lo primero que vi fue a una madison enfundada en una de mis sudaderas la mire por largos minutos provocando que se sonrojara

―Si-siento si traigo tu sedadera, pe-pero no he traído tantos suéteres

Me acerque a ella y me aferre a su cuerpo, sintiendo como las lágrimas comenzaban a bañar mis mejillas ¿Por qué mis padres nos habían dejado? ¿Por qué no lucharon un poco más? Llore como un niño pequeño, hacía años que no me desahogaba de esta manera

―Diego ¿Qué sucede?― me pregunto con angustia ― ¿Dian está bien?

Llore con mayor fuerza, sintiéndome impotente de no poder ayudar a la única persona que desde que había llegado a esta ciudad me había brindado una mano, James siempre había estado para mí y ahora yo no sabía cómo ayudarle

―Diego, me estas asuntando

―Di-dian, está igual no da señales de querer despertar

―Entonces dime que es lo que está sucediendo realmente― hablo suavemente haciéndome sentir su cálido aliento en mi cuello, lo cual envió descargas a todo mi cuerpo

―Por favor Madi no me dejes, te necesito ― solté con desesperación

El cuche su tenue jadeo y creyendo que se alejaría de mí, la atraje más hacia mi cuerpo, no quería perderla, ella había llegado a mi vida a revolucionar todo por completo

―Quiero que seas tú, la mujer quien llene este vacío, quiero que seas tú Madison la única, y yo quiero ser el único hombre en tu vida, el único que puede hacerte sonreír y hacerte feliz

Tome sus labios aun con el rastro delas lágrimas bañando mi rostro, y en ese momento lo comprendí todo, nonecesitaba más nada más que a esta mujer que ahora me acunaba entre sus brazos

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James

Mi padre había tenido que sacarme del hospital, alegando que necesitaba tomar un respiro

―Hijo tienes que calmarte, Dian está luchando así que no puede permitir que esta situación te sobre pase― me miro con un poco de reproche

―Lo sé padre es solo que no quiero que ella me deje, sin esa mujer yo no soy nada, han pasado dos meses des de que ella está aquí y comienzo a perder la fe

―Señor Wilson, la señora Dian

No deje que terminara y entrecorriendo aun cuando los gritos de mi padre resonaban detrás de mi 

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HOLA

Espero que les guste el nuevo capitulo, comenten mucho y dejen su voto 

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Y también quería decirles que he decidido hacerle su historia a Diego y Madison

Las y los quiero 

Atte: Mayte