James
Los días pasaban rápidamente, luego de las fiestas que nuestros padres hicieron para nosotros, regresamos a nuestra ciudad, los dos estábamos cansados y muy muy estresados, la loca de la ex de mi hermano nos habían estado mandando fotos y cartas que realmente no entendía ni quería entender, pero que cada una de ellas lograba preocuparme mucho más, todas y cada una de ellas eran de Dian, tenía miedo de que algo malo le sucediera por mi estupidez y por aquella mujer, jamás debí de haberme metido con ella . Por otro lado en dos semanas se cumplirían los nueve meses, los dos estábamos muy felices ya que pronto conoceríamos a nuestra pequeña, pero también yo estaba siendo un idiota con mi mujer, trataba de alejarme lo más posible para poder buscar con mayor claridad a esa loca mujer, la necesitaba lejos de mi familia antes de que mi pequeña naciera
Era de noche y llevábamos un buen rato acostados, Dian trataba de dormir pero su cuerpo se movía de un lado a otro, sin lograr acomodarse
―Amor debes dormir― susurre cerca de su oído, sintiéndome realmente agotado, tanto físicamente como mentalmente
―No puedo, la bebe no deja de moverse y duele mucho ― llevo una de sus manos a su vientre haciendo una mueca
―Lo sé amor, pero la doctora quiere que descanses al menos hasta que nazca la bebe ―acaricie su abultado vientre ― ven pon tu vientre sobre mí, leí que eso ayudaría un poco
―No, es que no quiero ― y de la nada ya había comenzado a llorar― estoy cansada y ya quiero que nazca, no puedo más James
―Amor, por favor ― bese su mejilla― a mí no me importa que pongas a mi pequeña hija sobre mí, además tienes que estar tranquila ya falta poco, todo estará bien
Sorbió su nariz y se colocó como le había dicho, masajee su barriga hasta que Dian se quedó profundamente dormida, suspirando y sintiéndome útil al menos en hacerla dormir también caí rendido
Los mensajes y las cartas seguían llegando día con día sin tardanza, ciertamente no sabía de qué era capaz esa loca y lo que más me preocupaba era poner en peligro a Dian o a mi pequeña, todo eso me tenía de mal humor y muy, pero muy estresado, tanto que a veces tenía una muy mala actitud para con mi mujer y sabía que esta situación comenzaba a hacerla sentir mal
Baje a mi pequeña biblioteca para poder hacer unas llamadas, necesitaba acabar con esto al menos antes de que mi niña naciera
―James― el grito de Dian me hizo volver a la tierra y correr escaleras arriba
―Dian ― me apresure a entrar y buscarla en la habitación
Ver a mi mujer tirada en el suelo me lleno de miedo, corrí hasta estar a su lado
―¿Qué sucede mi amor?― la mueca en su cara alentaba mucho más mi miedo
―La bebe― murmuro ahogando un gemido de dolor ― algo no está bien
De inmediato la tome en voladas hasta ponerla dentro del auto, corrí hasta el otro lado y arranque, conduje concentrado por un momento solamente, hasta que escuche el grito de la mujer que amo a mi lado
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Dian
Toda la semana había estado sintiendo molestias, la doctora había dicho que era normal, había tenido que ir a una revisión ya que había caído por las escaleras, gracias al cielo todo estaba en perfectas condiciones, en las últimas semanas había notado muy distraído a James se la pasaba hablando en secreto con quien sabe quién además de que estaba distante y a veces llegaba a tratarme mal y dolía mucho, me molestaba y no hablaba mucho con él, pero lo quería y eso era lo que más lograba hacerme daño, no comprendía lo que estaba pasando si hasta hace semanas estábamos bien, quizá yo estaba haciendo algo mal, o simplemente él ya se había cansado de mi
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Golpe del Destino
RomansaDian Morei Mi vida giraba en torno al periodismo, desde que era pequeña soñaba con ser famosa en ese ámbito, soñaba con ser reconocida y por fin lo he logrado, 3 años luego de mi graduación y ahora aquí estoy siendo una de las mejores reporteras y...