Epilogo
James
Habían pasado 6 años desde que nos habíamos casado, todo lo que paso con Melissa había quedado en el pasado, ahora nosotros disfrutábamos a plenitud de nuestra felicidad yo disfrutaba de poder tener a esa hermosa mujer paseando por mi casa todo el tiempo, con nuestras dos pequeñas y nuestro hijo en camino, no podía pedir más
Si en algún momento de toda esta historia me hubieran dicho que al final me quedaría con aquella chica mal humorada con quien choque esa mañana, no me lo hubiera creído. Hoy era el cumpleaños número tres de nuestra pequeña, nuestra hija mayor cuidaba y amaba a la pequeña Lía, Dana estaba encantada de no estar ella sola
―James apresúrate― toco la puerta del baño
―Puedes pasar ― grite en respuesta
―Eres peor que una mujer ― refunfuño ― con este vientre tan enorme, me dan ganas de orinar cada cinco minutos, no puedes tardarte tanto
Me reí un poco, ya que era verdad y aun así para mí era la mujer más hermosa, estábamos a dos semanas de conocer a nuestro hijo, si como lo oyeron un pequeño niño, luego de él habíamos decidido cerrar la fábrica o más bien Dian me había amenazado que si volvía a dejar a un bebé dentro de ella me iba a costar las bolas y más cosas que no quiero nombrar en este momento, y para mí aquello no era problema con nuestros tres hijos, yo era el hombre más feliz en la faz de la tierra
―Tranquila ya pronto no vas a sufrir por eso― bese sus labios en cuanto la tuve junto a mi y acaricie su vientre
―James vístete o no respondo ― mordió mi labio, mientras recorría mi pecho y vientre con sus suaves manos — sabes que me encanta tu cuerpo
Cómo podrán ver aunque han pasado los años la llama aún sigue encendida, tan solo mirarla me hacía querer arrinconarla y hacerla mía sin reparo alguno
―Eres muy malvada, yo quería seducirte con este cuerpo de ensueño y tú tienes la sutileza de rechazarme ― le mire con los ojos entre cerrados ― no tienes corazón mujer
―Tonto — dejo un ligero golpe en mi brazo
Sonriendo y sintiéndonos plenos ambos salimos del baño, yo para ponerme ropa y mi mujer para cambiar a nuestro remolino
―¡PAPIIII! ― Mi niña extendió sus bracitos hacia mi
―Espera un momento cariño— su carita se transformó en una mueca que me indicaba que en cualquier momento iba a comenzar a llorar
Corrí a ponerme la ropa que ya había dejado preparada, me peine rápidamente para poder ir a donde mi pequeña, debía de admitir que era un niña bastante mimada, pero bien educada y estaba demás decir que la amo demasiado,
―¿Veda papi que mi veo linda?― me miro con aquellos ojos que podían derretir a cualquiera
―Demasiado hermosa― bese toda su carita haciéndola reír
―Cariño es hora de colocarte tu vestido — su madre se acercó a ella con el hermoso vestido que le había comprado días antes para su fiesta de cumpleaños
―Siiiiiii
Mire como ambas reían y hablaban y eso calentó aún más mi corazón, mi vida en este momento y desde que Dian había llegado a ella era perfecta, no necesitaba más
—Mamá— Dana entro con un zapato en la mano —¿Haz visto mi otro zapato
—Si cariño, está debajo de tu cómoda— con una enorme sonrisa miro a nuestra hija mayor
—Gracias mami
Sin más salió del cuarto y corrio hacia el suyo, mientras yo me volví a concentrar en mi esposa e hija
―Sí, sigues mirándonos de esa manera nos vas a gastar ― su suave risa me desvió de mis pensamientos
―Lo siento es que son tan hermosas que no puedo evitarlo― me acerque a ella y la tome de la cintura antes de besar sus deliciosos labios ―Te amo
Tome a Lia en mis brazos, antes de tomar la mano de mi mujer y salir rumbo al patio en donde se llevaría a cabo la fiesta de cumpleaños de mi hija, ya todos estaban reunidos esperando a que mi pequeña bajara para comenzar
Jamás imagine llegar a tener todo esto, luego de que mi vida fuera un completo desastre y de que el vacío intentará consumirme, Dian había llegado a mi vida para cambiarlo todo, para darme más de lo que esperaba recibir, nunca pensé llegar a ser tan feliz y pleno, todo el dolor y enojo habían quedado en el pasado y ahora solo podía mirar mi futuro con la mujer a quien amo y con los hermosos hijos por quienes daría la vida
¿Quien dijo que el amor no es como un golpe del destino que puede arreglarlo todo?
Doy gracias por ese día en que se tropezó conmigo y me dejó entrar en su vida.

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Golpe del Destino
Storie d'amoreDian Morei Mi vida giraba en torno al periodismo, desde que era pequeña soñaba con ser famosa en ese ámbito, soñaba con ser reconocida y por fin lo he logrado, 3 años luego de mi graduación y ahora aquí estoy siendo una de las mejores reporteras y...