Cuando conocí a Aphrodi tenía 13 años, estaba en el parque y se estaba haciendo de noche y estaba a punto de irme a mi casa cuando de repente vi a un chico al lado de la fuente. El chico tenía la piel blanca, ojos color carmín y el pelo bastante largo más o menos hasta la cintura y era rubio. Me estaba planteando ir a saludarle pero en ese instante se dio la vuelta y se puso a mirarme, y en ese momento sentí como si se parara el tiempo. Sus ojos brillaban bajo la luna, nos quedamos como 5 minutos mirándonos hasta que me arme de valor y le dije:
-H-Hola.
-Hola-dijo mientras miraba la luna.
Me acerque a él y le pregunte:
-¿Te importa si me siento aquí?-dije señalando al banco donde el estaba sentado.
-Siéntate, no me importa.-dijo mientras se le dibujaba una pequeña sonrisa en su rostro.
Me senté a su lado y sentía un poco de vergüenza. Pasamos como 10 minutos en silencio cuando dijo:
-Me llamo Aphrodi-.
-Encantada de conocerte Aphrodi, yo me llamo Sally.-dije mostrando una enorme sonrisa.
-Qué frío hace ¿no?-dijo mientras me miraba.
-Si-dije, pero en ese momento me acordé de que mi madre me había dicho que volviera a las 8.
Mire el reloj y vi que eran las 9, me levante rápidamente, pero Aphrodi me cogió de la mano, su mano estaba fría.
-¿Ya te vas?-dijo mientras se levantaba y se acercaba a mí.
-Si, mi madre me va a matar me dijo que estuviese en casa a las ocho y son las nueve-dije sonrojándome mientras el me cogía de las manos.
-No te va a matar jaja- dijo riéndose y acercándose cada vez más a mí.
-Obviamente no me va a matar pero...-dije sonriéndole.
-¿Sabes? Creo que me he enamorado de ti-dijo mirándome a los ojos, en ese momento sentí mariposas en el estómago, a mi también me gustaba él aunque solo supiese su nombre. Entonces me di cuenta de que se estaba acercando más a a mi hasta que nuestros labios se rozaron y nos besamos, no sabría como explicar ese momento, pero fue algo realmente mágico.
Luego me acompañó hasta mi casa y me dijo:
-Mañana estaré en el parque-me comunicó mientras se iba.
Entré a mi casa y vi a mi madre en el pasillo bastante enfadada.
-¿Dónde estabas? Te dije que a las ocho estuvieras en casa.-dijo mientras se acercaba a mí.
-Ésque no me había dado cuenta.-dije bajando la cabeza.
