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El timbre había sonando hace unos minutos, avisando que la hora de almorzar había llegado. JungKook caminaba con la mochila colgada en un hombro, dirigiéndose hacia el comedor. En el recorrido fue centro  varias miradas, y rió irónico por dentro. Claramente, ignoró a cada una de ellas. Notó a sus amigos sentados en la misma mesa de todos los años, parecían estar hablando animados sobre algo de relevancia. Movió su cabeza en un gesto cuando lo llamaron con la mano levantada, volviendo a caminar.
   
   —Hey —lo saludó Nam apenas se sentó—. ¿Ya andas provocando líos?
   
   El pelirrojo lo miró con los ojos entornandos, totalmente fuera de sitio.
   
   —¿De qué hablas?
   
   El brazo de Hoseok le pasó por los hombros, atrayéndolo a su costado.
   
   —Habla del enfrentamiento contra HyunJin —JungKook rodó los ojos, liberándose—. Escupe fuego por la boca de lo enojado que está.
    
   —Además de idiota es exagerado. Ni siquiera fue importante —sacó una botella de agua del bolsillo de su mochila—. Entró un chico nuevo y, como  descerebrado que es HyunJin , no se le ocurrió mejor idea que decirle algo respecto a su vestimenta.
    
   SeokJin, metido en su celular, habló por primera vez de que se había sentando.
   
   —¿Y qué tienes que ver tú en todo eso? ¿Otra vez jugando el héroe? —le clavó los ojos—. Sabes que no terminó bien para ti en vacaciones, JungKook.
    
   El afectado mantuvo silencio, prestando más atención al líquido que bebía. Se había jurado a sí mismo que dejaría de tener esos ataques de, como Jin los llamaba, peligroso heroísmo. Pero, sin darse cuenta para poder taparse la boca antes, se enfrentaba a lo que sea si podía ayudar a alguien. Y era incongruente, puesto que la persona que terminaba peor era él.
    
   —Miren, ese se sentó junto a Min Yoongi —dijo, sorprendido, Hoseok—. Va a matarlo... Esperen, ¿el pálido amargado le está sonriendo?
    
   —No creo que eso se considere una sonrisa... Ni se acerca a una mueca.
   
   Jeon buscó lo que observaban sus amigos, elevando una ceja por el desconcierto. ¿Acaso Kim TaeHyung, el nuevo que vestía extrañamente llamativo, conocía a Yoongi? Parecía que sí, al menos no lo había echado de una patada de su mesa. Es más, estaban conversando. Jamás vio a Min hablar tanto con alguien, incluso cuando era para partirle el rostro. De repente, sintió sus ojos oscuros sobre él. Le sostuvo la mirada, y se extrañó más cuando TaeHyung le pegó un manotazo en el brazo para, suponía, dejase de mirarlo.
    
   —Ese, el que está con Yoongi, es el nuevo alumno.
    
   —Bueno, ya veo el porqué Lee le dijo algo cuando solo entró —admiró Jin—. Se viste... raro. ¿Quién usa esos colores aún?
   
   Nadie contestó nada, Jin poseía un punto. Siguieron con sus temas absurdos y fuera de contexto, olvidándose del chico. Sin embargo, JungKook dejó sus oscuros ojos sobre su figura unos minutos más. ¿Cuál sería la razón de que le hablese a Yoongi sobre él? Porque sí, sabía que lo había hecho.

   Iba de salida, disfrutando de la sensación de poder irse ya de la escuela

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   Iba de salida, disfrutando de la sensación de poder irse ya de la escuela. El día escolar no había sido realmente tedioso y largo, pero le aparecía más estar tirando en su cama. Pasó por frente del curso de sus amigos y los saludó con la mano, medio burlándose de que él regresaba a casa. Los pasillos estaban casi vacíos, sus compañeros se adelantaron, saliendo como animales apenas sonó el timbre.
    
   Caminaba lento, parándose en las rejas que eran la entrada del lugar. Tuvo el instinto de buscar las llaves de su moto en el bolsillo delantero, quejándose bajito al darse cuenta de que seguía arregládose. Malhumorado, tomó ruta hacia su barrio. Bien que no quedaba tan lejos.
    
   —Jeon.
   
    Una voz lo llamó de detrás suyo, haciéndole rodar los ojos porque sabía de quién se trataba. Giró despacio, jugando con la paciencia ajena. Clavó los oscuros ojos en su rostro. Mantuvo una expresión neutra y careciente de interés. 
   
   —¿Qué quieres, HyunJin? —preguntó sin ganas, mostrando que quería irse de verdad—. ¿Es por lo de hoy? No fue la gran cosa.
   
   La piel ajena tomó color, la ira mezclada con vergüenza transformándose en rojo. JungKook quiso reír, pero se contuvo por su bien. Al fin y al cabo, Lee era el típico tipo que arreglaba todo a golpes. Un imbécil de ideas primitivas. Y él no era así, por eso terminaba como lo hacía cuando se enfrentaba con alguien. Porque el podría pelear, dar golpes y hasta ganar, pero no se sentía bien después.
    
   —No es solo por lo de hoy —dio unos pasos al frente, acercándose peligrosamente. JungKook apretó su agarre en las asas de su mochila disimuladamente—. Me vienes jodiendo desde hace años, metiéndote donde nadie te llamó con tus comentarios. ¿Eres protector de débiles o qué?
    
   Le hubiese contestado, mas Lee lo sostuvo del cuello de la chaqueta y siguió hablando:
   
   —Vamos a ver si con esto dejas de serlo.
   
   Vio su mano hecha puño, lista para darle un golpe en el rostro seguramente. Pensó que suficiente tenía ya con lo los golpes que cicatrizaban, pensó que podría empujarlo y salir corriendo. JungKook sabía que poseía más fuerza que HyunJin, sin embargo, no hizo nada. Solo esperó el puñetazo, mirándolo sin miedo reflejado ni atisbo de responder.
   
   Pero nunca llegó, el cuerpo de Lee fue impulsado hacia un costado, lejos de él. Alzó las cejas y buscó la razón: Min YoonGi lo había empujado. Se sorprendió de verlo ahí parado, enfrentándose a alguien para salvarlo de una golpiza. O era al menos lo que creía.
   
   —¿Qué mierda te pasa, Min? No es asunto tuyo.
  
   El gruñido de Lee le hizo afirmar que era un primate. Uno aún más enojado, con el ego herido por ser casi derribado por alguien más bajo y de cuerpo notablemente menos formado.
   
   —Lo será cuando calle tu fastidiosa boca con mi puño —aún con centímetros menos, Yoongi se veía intimidante—. ¿Acaso no recuerdas cómo quedaste en el segundo año?
    
   HyunJin pareció recordarlo, puesto que retrocedió. No era tan idiota como se creía, era consciente de que no era bueno enfrentar al chico con rasgos gatunos. Porque aquellos mofletes levemente rellenitos y suaves, escondían lo capaz que era de dejar inconsciente a alguien. YoonGi tomaba la imagen de ser alguien adorable si lo  veías de lejos, sin conocerlo. Pero era solo un engaño, porque lograba transformarse en un verdadero dolor de culo, peor de lo que él dejaba a golpes.
    
    —Bien —pronunció con asco. Miró a JungKook—. Te voy a encontrar solo. 
   
   Sin más se fue. Jeon seguía con ese querer contestar, es decir, Lee era una idiota enorme. Pero solo se rió de su amenaza, ganándose una mirada curiosa de Yoongi.
    
   —¿Te pegó en la cabeza antes de que llegara y no me di cuenta? ¿De qué te ríes?
   
   Era la primera vez que le hablaba desde que transcurrían a la misma escuela, lo que le tomó desprevenido y dejó de reír. Lo observó de abajo a arriba.
    
    —¿Por qué lo hiciste? —cuestionó Jeon—. Como sea, gracias.
    
   —No lo hice por ti, fue por él. Mañana volverá a esa aula repleta de ineptos y necesitará de alguien para sobrevivir, porque es así de dramático. Tú eres uno, pero no te sobran tantas neuronas como a ellos
    
   JungKook frunció el ceño.
   
   —¿Quién "él? —Yoongi desvió los ojos hacia una esquina. La figura de TaeHyung sentada sobre el borde de la vereda le dio la respuesta. No se veía demasiado interesado en lo que sucedía metros lejos de él, prestaba más atención a lo que reflejaba la gran y brillante pantalla de su celular—. Ah, ya. Pero sigo sin entender mucho. ¿Él te lo pidió?
   
   —Sí, fue algo así como un "agradecimiento" por defenderlo ante Lee HyunJin cuando entró a clases —se relamió los labios antes de seguir—. Necesito pedirte un favor... Se podría llamar algún tipo de trato.
    
   Los ojos brillantes de JungKook lo miraron, intentando descifrar de qué se trataba. Pero nada se le ocurrió, por lo que dejó a Yoongi proseguir:
   
   —Tae es nuevo aquí, lo sabes, y no tiene amigos. No es bueno haciéndolos, es un cabeza dura y se mantiene bastante cerrado la gran parte del tiempo.  —se cruzó de brazos. El pelirrojo creyó captar un poco de sentido protector hacia el rubio—. Iré al punto: tú te haces amigo de él y yo te saco al pesado de Lee de encima.
    
   Jeon lo meditó, no se oía tan mal. Kim parecía buena gente, raro, pero agradable. Además no era la gran cosa, podría incluirlo a su grupo de amigos y ya, aunque fuese un poco reservado con eso.
   
   —Bien, acepto.
   
   —Ah, y te lo advierto, puede ser un demonio complicado cuando quiere —Min comenzó a alejarse—. Deberías defenderte cuando intentan golpearte.
    
   Rodó los ojos al oír lo último, queriéndole contestar que prefería ser molido a golpes, que eso no dejaría su consciencia hecha un lío culpable. Pero ya no estaba para decirle.
   
   Entonces retomó su camino a casa, sintiendo un mínimo de intriga por lo de "demonio complicado". TaeHyung se comportó sereno en las horas de clases, pasando la mayor parte del tiempo dibujando cosas sin sentido en hojas. Le había hablando una sola vez para pedirle un sacapuntas, devolviéndose luego y volviendo a lo que hacía, lo que era nada. JungKook se dio con que no prestaba ni un poco de atención a lo que explicaban todos los profesores que pasaron por el curso. Como si no le interesara en absoluto, como si no quisiera estar ahí.

    Su mente estuvo repleta de el rubio hasta que se acostó en su cama, dejando sus cosas a un lado tiradas.

    Su mente estuvo repleta de el rubio hasta que se acostó en su cama, dejando sus cosas a un lado tiradas

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N/A:
      Si tiene algún error, comenten cuál. Es de madruga y mis cerebro apenas funciona. :(
                               -Macnas.
    

Partible e inteligente [KookTae/KookV] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora