Sólo Tú ||BNHA|| Kacchako

¿Principio o fin?

—¡No puedes pedirme algo como eso!

—Tsk, deberías agradecer que te lo esté pidiendo, estúpida.

—B-bueno, tienes razón... — La castaña miraba con un pequeño mohín al oji carmín que tenía frente a ella. — ¡Pero es algo que no se pide!

El más alto se acercó peligrosamente a la castaña y le miro completamente irritado.

—¡Deja de gritar la misma mierda una y otra vez! ¡Está bien ya no voy a pedírtelo! —La menor suspiró más tranquila pensando que la conversación moriría ahí. Algo que el rubio no tenía pensado hacer. Tomó a la castaña por su cintura y la apegó a él lo más que pudo y sin dejar que ésta pudiera reaccionar tomó los labios ajenos entre los suyos moviéndolos a un compás lento y cariñoso.

La chica estaba perpleja, pero esto no le evitó que luego de unos segundos correspondiera el beso de la misma manera, pasando sus manos alrededor del cuello del muchacho. Cuando estos se separaron un sonrojo apareció en ambos rostros inevitablemente.

La castaña agachó su cabeza con la intención de esconder su sonrojo e intentó zafarse del agarre del chico empujándolo suavemente de su pecho, pero éste no se lo permitió. Al contrario, la apegó más a su cuerpo y buscó enlazar su mirada con la de ella.

—Mírame. —Exigió el rubio apoyando su cabeza sobre la de la chica y acariciando suavemente su cintura mientras ésta se escondía completamente sonrojada en el pecho del muchacho—Oye...Mírame. —Dijo más suave y la castaña se despegó de su pecho lentamente para conectar su mirada chocolate con eses bellos ojos carmesí.

—¿P-por qué...lo hiciste? —Una suave risa irónica escapó de los labios del más alto y observo con detalle el rostro sonrojado de la chica frente a él para luego juntar ambas frentes y rozar suavemente sus narices.

—Dije que ya no iba a pedírtelo, así que acostúmbrate...tonta. —Y esa fue la declaración para dar rienda suelta a un futuro inesperado. Lleno de drama, negación, celos, apodos raros y quejas sobre ellos. Pero, sobre todo, para darle rienda suelta a eso que ellos jamás esperaron. Amor

:;(∩´﹏'∩);:

—Eres un estúpido, ¿acaso de verdad piensas cuando estas cerca de ella? —Por su parte ya anticipaba una tremenda tunda por parte del oji carmín, pero tenía que arriesgarse para comprobarlo.

—Ah, en realidad no mucho. —El pelirrojo que tenía por amigo quedo callado y parpadeo dos veces seguidas. El rubio explosivo, el cual siempre mandaba al demonio a todos, habló tranquilamente sin su habitual tono gritado y no le dijo nada por decirle "estúpido", simplemente siguió mirando con detenimiento por la ventana. Porque, para el rubio si fuera otra persona quien quisiera hablar de ese tema definitivamente ya la hubiera mandado al diablo, pero estaba hablando del pelos de mierda, del único quien podía atreverse a llamar "mejor amigo"

—¿Estás pensando en ella, ¿verdad? —Por primera vez desde hace rato le dirigió su típica mirada con el ceño fruncido y el pelirrojo sonrió.

—¿Qué te hace pensar eso?... —El rubio realmente no quería ponerse en evidencia, pero si era así de obvio tenía que saberlo para que no ocurriera con alguien indeseado. Los afilados dientes de su amigo se asomaron en su boca en una pequeña sonrisa y éste comenzó a ordenar sus cosas para irse.

—Cuando lo haces eres diferente, eres tranquilo. Tu ceño no está fruncido y respondes adecuadamente, además de que tu nivel de emisión y recepción de insultos se apaga. —Habló divertido y observó cómo su amigo le miraba confundido.

—¿Emisión y recepción? ¿De qué mierdas hablas estúpido? —Ahí estaba, su emisión normal de groserías. El pelirrojo sonrió y caminó tranquilamente hacia la puerta del salón.