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Habían pasado ya una semana desde el celo de Sing, durante ese tiempo estuvo en la casa de los Lynx, ya que era peligroso sacarlo de la casa porque su olor era muy fuerte.

Y en el transcurso de esa semana, a él le daba pena ir de nuevo a esa casa, le agarraba un ataque de vergüenza haber pasado su primer celo allí y más encima por haber tenido una erección cuando su mejor amigo dormía.

Pero eso a Griffin le valía tres hectáreas de mierda y se lo seguía recordando.

-Cuando yo tenga mi celo, me aseguraré de estar en tu casa y tener una relación mientras tú duermas.

Sing ya no sabía dónde meterse, que su amigo dijera eso en voz alta estando en el patio de su escuela, dónde todos los estaban escuchando, era demasiado.

-¿Podrías porfa, por favor callarte Skip?- se tapaba la cara de todas las miradas burlonas de los alfas y las miradas curiosas de los omegas.

-Solo si a la salida me compras un helado- le sonrió con inocencia al alfa y se sentó de nuevo a su lado.

-Lo haré pero callate ya, por favor.

Él omega sonrió triunfante y abrazo el brazo izquierdo del mayor.

*

Ya a la salida, Sing le compro un helado de agua a Griffin y se sentaron en un banco del parque.

-Hey Sing- la voz del omega había cambiado de juguetona a sería.

Él mayor lo vio a los ojos esperando a que hablará.

-¿Que omega te gustaría que fuera tu destinado?.

¿Amigos? (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora