2

813 91 93
                                    

Después de salir del salón de castigo, su amigo Griffin lo esperaba afuera.

-¿Te pegaron con una regla? -pregunto divertido.

-No -lo miro molesto y camino a la salida de la escuela.

Él menor lo seguía burlándose de él, llevaba la mochila de ambos en su espalda, dando saltitos.

Al salir de la escuela, vieron a un japonés esperando en la salida.

-¡Tío Eiji! -corrio feliz hacia su tío, seguido por él omega.

-¡Mamá! Sing me atacó en el recreo -se aferró al brazo de su madre.

-Él director ya me llamo y me dijo, estoy seguro que fue una broma tuya Griffin -miro serio a su cachorro.

-¡Nunca sería capaz mamá! -miro ofendido a su madre.

-Pareces más hijo de Yut que mío -suspiro cansado y empezaron a caminar en dirección a su casa.

Él camino fue divertido, él omega menor a veces se subía a la espalda del alfa y lo trataba como caballo jalandole de sus cortos cabellos, obvio que Eiji, lo regañaba diciéndole que comerá natto a la noche.

*

Ya en la casa de su mejor amigo, entraron corriendo dejando las mochilas en un rincón de la sala.

-¡Mamá! Dile al tío Yut que Sing se quedará a dormir.

-Nunca me preguntaste si quería quedarme -lo miro con la ceja alzada.

-Porque se que dirás qué si -le saco la lengua y corrió a su cuarto.

Él mayor suspiro resignado y lo siguió.

Al entrar, recibió un almohadaso como bienvenida en el estómago.

Agarró la almohada y se la tiró en la cabeza, haciendo que este cayera de culo al piso.

-¡Mi trasero! -fingio dolor y se tocó el trasero.

Sing, agarró otra almohada y se la tiró en la cabeza, haciendo que chocara su espalda contra las zapatillas.

-¡Te voy acusar con la policía por maltrato a un omega! -lo señalo y le tiró su zapatillas.

Este la esquivo con facilidad y se la lanzo de regreso.

Él omega se protegió con la almohada, agarró su última zapatilla y se la tiró de regreso, pero no le dió al alfa, si no a su padre que acababa de entrar, dándole justo en la cintura.

Este cayó al suelo dando un grito de dolor.

-¡Ashu! -subio corriendo- ¿Niños que les dije de tirarse cosas peligrosas?.

-Eiji... me muero- extendió su mano hacia él.

-Ashu, solo fue un golpe en la cintura, no es muy grave.

-Veo la luz Eiji... te vez tan hermoso como el día que te conocí.

Él japonés suspiro resignado tomándose la punta de la nariz.

-Sayonara... Eiji -su mano cayó y cerro los ojos.

Los niños miraban espectantes a la pareja.

-¿Mate a papá? -dirigió su mirada a su madre.

-Que bueno que se fue, el hombre del mercado me estuvo coqueteando estos días y me parecía interesante seguirle el juego.

-¿¡Que!? -él rubio miro molesto a su esposo, dejando de lado su teatro de muerto.

-¡Al fin despiertas! Pon la mesa Ashu, mientras preparo la comida -acaricio la mejilla de su alfa sonriendo y bajo a la cocina.

-¡Mamá te engaño para que pongas la mesa! ¡Eres un perdedor! -se burló de su padre señalandole con el dedo.

Miro molesto a su hijo, agarró la zapatilla y le devolvió el ataque pero con menos fuerza en la cintura.

Él niño cayó fingiendo mucho dolor mientras extendía su mano hacia Sing.

-Sing te vez tan hermoso como el día que te conocí...

-Ay ya cállate -le tiró la almohada a la cara y se metió al cuarto.

¿Amigos? (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora