¿Amigos? (Omegaverse)

19

Ya habían pasado unos meses desde aquella pelea.

Al parecer, haber tenido esa pelea refortalecio la relación de ellos.
Si su madre antes simplemente besaba en la mejilla a su padre cuando iba o volvía del trabajo, ahora lo besa con ganas sin importarle si su hijo está presente.

También uno de los cambios, es que ahora (por arte de magia) su tía volvió de sus vacaciones y eso significaba que su padre iba a estar menos tiempo en el restaurante, ¿Que pasaba con eso?, Que sus padres iban a estar acaramelados las 24hs del día, pero a Sing no le molestaba, estaba muy feliz de que sus padres siguieran juntos y que al parecer ahora demostraban su amor.

Y también cambio para bien de él, podía pasar más tiempo con su padre e incluso tener momentos de familia, donde Griffin casi siempre se colaba.

Pero el gran cambio de todo esto, es que la comida de su padre sabía bien, al principio pensó que la hizo su madre pero no, Shorter quiso aprender a cocinar bien, ya que no le gustaba que Yut siempre fuera él que cocinara.

Se ganó una ronda de besos por eso.

Ahora se encontraba con su amigo, en su casa mientras cenaban, ya que se iba a quedar a dormir.

-¿Cuando crees que llegará mi celo, mamá?- dejo de comer su spaghetti para ver a su madre, quien tenía a Buddy sentado en su regazo mientras comía.

Él omega mayor pensó unos segundos, viendo la cara de su hijo.

-Creo que en unas pocas semanas, empiezo a sentir un olor raro saliendo de ti.

-¿No será el olor a frutos rojos?- termino de comer y levantó la mirada, noto que todos en la mesa lo miraban.

-¿Que dijiste?- él rubio lo vio serio.

-Pues, después de mi primer celo, sentí un olor a frutos rojos saliendo de Griffin, ¿Ustedes no lo huelen?.

Los mayores se vieron perplejos, intercambiaron un par de miradas antes de ver a los menores.

-¿Huelo a frutos rojos?, Pensé que mi olor sería algo ácido, como limón.

-Tambien pensé lo mismo, pero el olor es rico, te queda bien.

Él menor rio, con las mejillas levemente sonrojadas y siguió comiendo.

Todo bajo la mirada extrana de los mayores.