IV

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Mientras bostezaba una y otra vez, Jun analizaba lo que había encontrado.

—No es mucho, pero al menos hemos encontrado algo. —La sonrisa de felicidad y esperanza en el rostro de Jun era muy notoria.

Me desplacé hacia el otro extremo de la mesa y tomé un cuaderno apergaminado que había estado llamando mi atención. Cuando lo volteé y contemplé su portada, el título enunciaba en grandes letras «RADIOACTIVOS».

—Oh, mierda... Jun.

—¿Qué? ¿Qué encontraste?

—No lo sé, pero parece importante.

Jun me quitó el cuaderno de las manos y volvió a sentarse en su silla.

Con sólo pensar en lo que Jun y yo vimos ese día en ese cuaderno, la piel se me eriza y cada milímetro de mi cuerpo se estremece. Si tuviera que describir en una palabra lo que allí había, definitivamente diría: escalofriante. Ese diario científico violaba cada principio de la bioética.

Tuve que retirarme del laboratorio por un momento porque las fotografías de esos niños siendo sujetos de experimentación me estaban mareando. En cambio Jun, con esa capacidad de analizar todo fríamente, logró leer completo el cuaderno.

—¿Qué pudiste sacar de eso? —le pregunté desde la puerta, sin atreverme a acercarme una vez más a esa horrorosa galería de niños vulnerados. ¿Por qué una biblioteca tendría algo así?

—Este tipo es un sádico... Expuso a estos pobres niños a altos grados de radiación, sólo para saber cuánto podrían soportar sus cuerpos. ¿Viste sus pieles? Esos bultos que...

—Ya lo sé —interrumpí—. Por favor, no lo digas.

—El infeliz no escribió su nombre en el cuaderno, pero creo que si seguimos buscando podremos sacar más información.

Exhalé fuertemente por la boca mientras preparaba mi mente para encontrar algo igual o peor de lo que ya había visto. Definitivamente no íbamos a descansar hasta que Jun estuviera satisfecho. 

Radioactive | JunHoon [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora