XII

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Jun condujo hasta su casa para revisar todas las cajas con los archivos que eran de su padre. Dijo que tenía un fuerte presentimiento de que había olvidado algo allí que podía servir. Así fue como, horas después, encontramos unos apuntes escritos a mano por el señor Wen; seguido a eso, había una lista que parecía ser un plan para llevar a Ji Hoon a casa sin que nadie más que su familia se enterara. El último punto recitaba: «Inteligencia emocional».

—¿Qué significa eso?

—Desarrollar su inteligencia emocional. ¡Claro! ¿Cómo no lo pensé antes?

—¿Qué es la inteligencia emocional?

—Algo que tú y yo no poseemos porque somos científicos; nuestras mentes son demasiado cuadradas.

Visitamos a un gran amigo del padre de Jun, el señor Wang. Por lo que logré oír mientras me distraía viendo la decoración de su casa, él era un psiquiatra. Comentó que el señor Wen le había solicitado ayuda hace años atrás para desarrollar la inteligencia emocional de un niño, pero que nunca supo para qué. Entonces Jun le explicó cómo sería el procedimiento si él aceptaba ayudarnos y él se sentó en su silla a pensar. Luego hablaron sobre algo que no comprendí, porque mi nivel de mandarín no era tan sofisticado. Finalmente, el señor Wang aceptó ayudarnos.

Debido a la euforia, Jun manejó a gran velocidad hacia el laboratorio de su padre para reinaugurarlo oficialmente y reordenar todo. Aproveché su momento de descuido para tomar su auto y manejar hacia el lugar donde creía que se encontraría Ji Hoon: el bosque. Sabía que le temía a las cosas nuevas, así que su mejor opción era regresar a un lugar conocido.

Allí estaba, sentado entre dos grandes árboles, mientras meditaba con sus ojos cerrados. Probablemente ya me había oído llegar, pero para prevenir, di pisadas más fuertes para advertirle que iba acercándome. Me senté frente a él y lo observé. Su cabello había vuelto a crecer, al igual que las uñas, y su cuerpo estaba más delgado que cuando se fue.

—Tengo una propuesta para ti.

Lentamente, comenzó a abrir sus ojos y conectamos nuestras miradas.

—Creemos que hemos encontrado la forma de que puedas controlar tus... poderes cuando lo desees, incluso cuando tus emociones se alteren.

—No regresaré al laboratorio. Jun corre peligro estando conmigo. Quiero decir, ustedes dos corren peligro estando conmigo.

Sonreí de medio lado. Ese pequeño ser tenía en realidad un corazón muy grande, y vaya que se preocupaba por Jun... Alto ahí. ¿Desde cuándo lo llamaba «Jun»?

—No perdemos, ni tú perderás nada si lo intentamos. Jun había cerrado el laboratorio, junto con todos los recuerdos que tenía de ti, pero ahora regresó y se ve muy emocionado. De verdad cree que ahora será capaz de ayudarte.

Mis palabras parecieron ablandar a Ji Hoon, porque sus cejas se alzaron; estaba sorprendido. Entonces, sin pensarlo más, respondió:

—Llévame al laboratorio.

Radioactive | JunHoon [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora