La Decisión

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La hora de dormir a llegado a la casa mas ruidosa, muchos simplemente se fueron a descansar en sus camas esperando el sueño; pero uno, el hombre del plan, se dispone a leer un cómic antes de dormir. El regalo de Lucy es la opción de esta noche, el chico empieza en quitarse la ropa, dejando únicamente la ropa interior, y coloco su piyama en la cama para después. Cuando se sentó en su cama, un papel se escucha arrugarse, tras inspeccionar, la cara de Lincoln se torna algo roja.

—ammm... esto...— es el papel con el numero de la emo, el chico la toma con su mano —¿debería haberle enviado un mensaje al llegar a casa, o ahora antes de dormir?—

El albino recuerda que ella dijo que la llame, no quiere parecer descortés, y como caballero que es hará algo al respecto; por un lado piensa en enviarle un mensaje ahora, para las buenas noches; pero por otro lado, llamarla seria mas personal y directo, pero ¿y si esta durmiendo? si la despierta podría ganarse un golpe la próxima vez que se vean.

Agenda el numero, se pone de pie y deja el papel sobre la cómoda. Se lo piensa, mejor mañana, le enviara un "buenos días" o algo así. El chico se regresa a su cama para leer el cómic macabro junto con una pequeña linterna como única fuente de luz.

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En una habitación compartida por una atleta y una gótica; esta primera se acostó rápido, mañana se pondrá a entrenar como loca; la niña oscura, por su lado, no puede dormir, no para de pensar en el libro.

La curiosidad la domina, también tiene algo de miedo, muchas emociones encontradas. La niña decide que la mejor decisión es hablar con su hermano, quizás tenga algún consejo como esa vez que le confesó su extraño sueño.

Con su andar, silenciosa como fantasma, sale de su cuarto, no hay nadie en el pasillo, rápidamente entra en la habitación del peliblanco. La concentración del chico impidió escuchar que la puerta se abrió; la pequeña cierra la puerta, al observar a su hermano, un sentimiento de nostalgia la invade, el recuerdo de ese día se hace palpable, ella decide llamar su atención.

—Lincoln— ella lo saco de su lectura con un susto.

—¡ay!... ¿Lucy, que pasa, no puedes dormir?— pregunta preocupado.

—asi es, no paro de pensar en el libro, ¿crees que deba leerlo ahora?—

—escucha hermanita— lo dice el albino poniéndose la piyama —pasaron muchas cosas hoy, creo que lo mejor es tomarlo con calma y descansar, ya podrás ver el libro mañana con la mente despejada—

—si... creo que también es lo mejor— la gótica mira la habitación, divisa el numero de Maggie sobre el mueble y pregunta —¿ya la llamaste?—

—emmm... no— la niña cruza los brazos —con lo de Leni, luego hable con Clyde sobre nuestro proyecto, la cena y esto, creo que mejor la saludo mañana—

—que mal Lincoln, de seguro ella tampoco puede dormir, podrías hacerla sentir mejor; esto te quitara puntos—

—te lo estas tomando muy enserio, ella solo es mi amiga, la conocí hoy—

—no hermano— ella niega con la cabeza —piensa, tu eres la razón por la cual la Legión de los Caídos se fundo, si no hubieras ido solo y arruinado su fiesta, quizás nunca nos encontraríamos, no tendríamos nuevos amigos, y Maggie nunca saldría de su rutina de estar encerrada en si misma, solo piensa—

El chico medita las palabras que le lanzo su hermana, concuerda que es cierto, el inició esta cadena de eventos que los llevaron a encontrarse, tal vez si debería llamarla.

—entiendo lo que dices, Lucy— el chico se sienta en su cama y toma el cómic oscuro —le enviare un mensaje si te hace sentir mejor, por ahora, creo que sera mejor, si te vas a la cama a dormir—

El Libro Rojo (TLH): Nueva Era de PesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora