Inverno Rojo || One shots BuckyNat / WinterWidow

Andante, Andante (+18)

Disclaimer: Ni Natalia, Ni James, Ni la canción me pertenecen. Solo la historia

NOTA 1: ESTE FIC ES PARA MAYORES DE EDAD, ADEMÁS CONTIENE UNA RELACIÓN ENTRE UN MENOR Y UN MAYOR DE EDAD. LÉASE BAJO SU PROPIO RIESGO.

NOTA 2: ¡CON ESTE FIC CELEBRO 1000 VISITAS DE ESTA HISTORIA!

I'm your music, I'm your song. Play me, time and time again, and make me strong. Make me sing, make me sound. Andante, andante. Tread lightly on my ground. Andante, andante, Oh, please, don't let me down

Era el día. Las profesoras habían hablado mucho con ellas acerca de lo que pasaba cuando las aprendices de la Sala Roja cumplían 16 años. Ese día, uno de los entrenadores las seleccionaba personalmente para enseñarles el arte de la seducción. Las profesoras decían que era algo que, con el tiempo, aprenderían a disfrutar. Pero Natalia sabía que no era cierto. Siempre se ocultaba detrás de uno de los pilares que se encontraban en el pasillo que daba a la sala donde se llevaba a cabo "la iniciación", pues era una jovencita menuda y curiosa. Allí veía a sus compañeras salir llorando, muchas veces con la ropa rota y sangre entre las piernas. Y Natalia no quería eso, estaba segura que si le intentaban hacer algo trataría de escapar. Pero también sabía que Yasha la defendería de cualquier cosa.

Tenía dos años trabajando con el Soldado del Invierno, pues Madame B había notado muchísimas cualidades en su joven estudiante y decidió que sería una buena idea que el recién llegado soldado de H.Y.D.R.A. fuera su entrenador. Si lograba moldearla a su imagen y semejanza ambos serían incontrolables, los mejores espías que jamás pisaron la KGB. Pero no contaba con que entre ellos dos sucedería algo más que una relación profesional. A Natalia le gustaban los hombres mayores y no tenían ningún pudor en ensayar su tentativa coquetería con aquel hombre que no tenía ni futuro ni pasado. Sin embargo, fue el hecho de que Natasha lo tratara con reverencia y respeto lo que hizo que, poco a poco, el James Buchanan Barnes fuera peleando contra la programación implantada en su cerebro. Lentamente comenzó a acercarse a Natalia, tratando de enamorarla con galantería y con protección, sin propasarse nunca con ella. Sabía que era una niña y muy dentro de su mente pensaba que estaba mal, pues él tenía fisiológicamente 28 años, aunque en realidad desconocía su edad. Por ello su relación no pasaba de unos cuantos besos furtivos entre los entrenamientos, que dejaban a Natalia curiosa y a James deseando mucho más de ese cuerpo juvenil. De los dos años entrenando juntos, la futura Viuda Negra y el Soldado del Invierno llevaban uno completa y totalmente enamorados.

El día que Natalia cumplió 16 años, un 22 de Noviembre, empezó con una tormenta de nieve. Las jóvenes aprendices fueron obligadas a un tortuoso entrenamiento en medio de la nieve, que terminó con una de ellas muriendo de hipotermia. Natalia confiaba que con eso nadie recordaría su aniversario. Pero estaba equivocada. En cuanto cayó la noche se la llevaron entre tres hombres, pues era casi imposible inmovilizarla, a la habitación para la "iniciación". Allí la dejaron descalza, vestida únicamente con su camisón de dormir, esperando. Temblaba de pánico ante lo desconocido, hasta que vió al hombre entrar. Era el Soldado del Invierno.

Take it easy with me, please

Touch me gently like a summer evening breeze

Take your time, make it slow

Andante, andante

Just let the feeling grow

— Yasha, слава богу — susurró la chica, colgando los brazos en el cuello del hombre y depositando un suave beso en la comisura de sus labios. El hombre no dijo nada hasta asegurarse que no los estuvieran vigilando. Sabía que en algunas ocasiones dejaban las cámaras prendidas para que el resto de los entrenadores se deleitaran con el sufrimiento de las chicas.