Obsesivo

23

Un mes. Un mes había pasado, y nunca recibí un mensaje. Un mes en el que no hacía más que llorar por las noches. Un mes en el que no había comido casi nada. Un mes en el que me había convertido en un zombie. Por qué no había nada peor que estar sin Levi

No había buscado empleo, me la pasaba encerrado en mi habitación durmiendo, por alguna razón siempre tenía sueño. Las pocas veces que comía, lo hacía en pequeñas prociones, simplemente no tenía hambre. Solo tomaba agua, y me sentía débil pero no podía hacer nada, nada más que llorar.

Quería llamar a Levi, pedirle que regrese conmigo, pero me sentía incapaz después de lo que le hice. Después de ser tan malo con el. Armin y Mikasa no me dejaban hacerlo, me dijeron que era por mi propio bien, aunque yo no veía nada de eso, para mí era un infierno que no quería seguir soportando

Me levanté y mire en el espejo, había adelgazado mucho, si me llegará a ver Levi se asustaría. Me metí a bañar y después de vestí con ropa ligera, para estar un rato en casa, aunque yo siempre lo hacía. Mire de nuevo mi celular, no habia nada de Levi, otra vez

Era horrible, no podía seguir soportando esto, me sentía demasiado culpable y solo podía recordar la mirada de Levi, cuando le dije que necesitaba tiempo.

La puerta se abrió, era Mikasa, me vio sorprendida y después me miró con lástima, fue lo peor que pudo hacer

-¿Ya te sientes mejor?- Me preguntó con una sonrisa

-No- Respondí con los brazos cruzados

-Ya pasará, estoy segura que después te reirás de todo esto- Dijo quitando su chaqueta- Encontrarás otro chico guapo

-¿Otro?- Pregunté con sarcasmo

-Si, solo te sientes así por qué crees que Levi es el único, pero te aseguro que no, hay un millón como el

-¡No es verdad, no hay otro como el, no hay otro que me haya amado de la manera en que lo hizo el!- Dije empezando a llorar de nuevo

-Ya basta Eren, hay un límite para tu estupidez- Dijo, esta vez molesta- Sabes que tú relación con el era mala, por eso tomaste la desición de dejarlo

-No es cierto...

-Si Eren, deja de ser un niño y levántate de una vez. Lo mejor que pudiste hacer fue dejarlo- Estaba casi gritando

-No queria hacerlo, solo hice lo que me dijeron- Dije sin dejar de llorar- Lo dejé por su culpa, no debí hacerlo

En ese momento llegó Armin, al verme llorando miró a Mikasa molesto

-Otra vez lo hiciste llorar

-No fui yo, es el que no entiende que fue bueno que dejara a Levi

-Basta Mikasa, sigue siendo difícil para el

-¿Por que?, Simplemente se aferró a él, nunca se ha sentido amado y por eso encontró en Levi lo que nunca tuvo

-Mikasa...- Eso era cruel, me dolía

-Estas siendo una perra- Dijo Armin con enojó- Los tres pasamos por lo mismo

-Pero tu y yo no nos aferramos a idiotas. Eren siempre lo hace, busca a los peores hombres en su vida, necesita que lo necesiten. Pero no sé da cuenta que pueden remplazarlo por cualquiera

-¡Mikasa!- Grito Armin y todos nos quedamos callados

Me levanté ignorando la voz de Armin llamándome, me encerré de nuevo y en la bruma de enojó y tristeza que sentía llame a Levi. No importó nada más, solo necesitaba escuchar su voz, solo una palabra para sentirme bien.

-¿Eren?- Preguntó cuando contesto, fue hermoso escuchar mi nombre en sus labios- ¿Eren, estás ahí?

-Lo siento- Dije mientras seguía llorando- Perdóname por todo, no quería hacerlo, lo siento, lo siento...

-¿Que sucede?, ¿Por qué lloras?- Me preguntó con preocupación- ¡Eren, responde!

-Es que... No puedo... Lo siento... No puedo...- Entonces comencé a llorar con más fuerza, mi respiración comenzó a agitarse y empecé a toser

-¡Cálmate por favor!- Me dijo y escuché desesperación en su voz- Trata de respirar, por favor, Eren cálmate...

Estaba a punto de soltar el teléfono, sentía que mi garganta se cerraba y mi pecho se apretaba.

-¡Mierda!- Grito y escuché mucho ruido de fondo, gritos de Levi y puertas cerrándose- ¡Voy para allá!

La llamada se cortó, y entonces me recosté en el suelo, mientras trataba de respirar calmadamente. Mi cuerpo estaba demasiado débil, un ataque pequeño se había convertido en uno muy peligroso. Me dolía el pecho y sentí que estaba a punto de desmayarme, mi cabeza comenzó a darme vueltas y respiraba con dificultad. No quería cerrar los ojos, sentía que no los abriría de nuevo

Escuché el sonido de un auto, las llantas chirriaron a lo lejos y alguien entró a la casa. La primera en gritar fue Mikasa

-¡¿Que demonios haces aquí?!

-¡¿Dónde está Eren?!- Grito Levi con enojó

-¡Lárgate!, Es mi casa y no te quiero aquí

-Mikasa, no- Grito Armin

-¡Sueltame!- Dijo Levi y entonces escuché pasos- ¡Déjame ver a Eren!

-¡No, vete ahora!, ¡Maldita sea!- Escuché un golpe, algo golpeó el suelo y entonces mi puerta se abrió con fuerza

Mire con dificultad hacia Levi, pude ver la marca de una cachetada y a Mikasa en el suelo. Armin me miró con sorpresa y después el miedo se apoderó de él

-¡Maldición!- Grito Levi quien corrió a mi lado, reviso mi rostro y después miro a Armin- Llama una ambulancia, ¡Rápido!

-S-Si, ya voy- Dijo y lo vi salir corriendo

-Eren... ¿Que pasa...?- Mikasa no se movió, solo me miraba

-¿Pero que te paso?- Dijo Levi acariciando mi rostro- ¿Por qué?, No es posible, Eren... 

Quería decirle algo, que lo sentía, que me perdonará, que me hacía feliz verlo pero no podia hablar, solo lo miraba con esfuerzo, sentí sus dedos rodear mi mano, apretarla con fuerza mientras me pedía que lo mirara, que no cerrará los ojos.

-¡Armin!- Grito con desesperación

-Ya los llame, dijeron que en 10 minutos- Dijo con preocupación

-¡Llama de nuevo!- Levi me miró- Solo mírame, ¿De acuerdo?. Estoy aquí- Beso mi mano y entonces se escucharon las sirenas

El alivio en su rostro fue claro. Los paramédicos entraron, Levi no quería alejarse de mí pero tuvo que soltar mi mano para que pudieran atenderme. Me pusieron una mascarilla, el oxígeno entrando por fin a mis pulmones, el dolor al sentir como se expandian me hizo saber que estaba muy mal

En la bruma que sentía, alcance a ver cómo Levi sujetaba su cabeza con fuerza y se movía de un lado a otro, la desesperación llenado su cuerpo.

Me subieron en la camilla y a la ambulancia, los ojos de Levi fue lo último que vi cuando cerraron las puertas