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Hoseok se sorprendió al llegar a su destino, no esperaba que Taehyung lo llevara a un parque de diversiones. Puede que para el común de la gente fuera algo típico, pero no era así para él. No visitaba aquel lugar desde los diez años, antes de que su madre lo abandonara. Esto le trajo algo de nostalgia.

- ¿Qué pasa hyung, no te gustó mi idea?- preguntó haciendo un puchero.

- No, Tae. No es eso, simplemente recordé algunas cosas. No venía a este lugar desde que tenía diez años, a mamá le gustaba así que veníamos con frecuencia, pero luego de que nos abandonó- hizo una pausa-... supongo que fue duro volver. Después el tiempo pasó y lo olvidé por completo- ¿por qué le contaba esto? No lo sabía.

- Lo siento mucho, hyung. Mi idea era distraerte, pero en lugar de eso te traje malos recuerdos.

- No lo sientas, eso ya es pasado. ¿a cuál deberíamos subir primero?

El peli negro hizo caso a las palabras de Taehyung, intentó desconectarse de todo. Necesitaba no pensar en nada, aunque fuera solo unas horas.

- Eso es obvio, hyung. Iremos a la montaña rusa- dijo sonriente mientras lo tomaba de la mano y corría.

- No pensé que te gustaran ese tipo de juegos.

- Que sea tímido, no quiere decir que sea un miedoso, también. Te perdonaré esta vez- el mayor se rio.

- Yo no dije eso, Tae- comentó mientras seguían de camino a la atracción.

- Pero lo pensaste- Hoseok volvió a reír.



(...)

La tarde pasó muy rápido y esto sorprendió a Hoseok. Se había divertido y lo más raro de todo, es que alguien -además de su primo- logró hacerlo reír genuinamente. Por esas horas no tuvo que actuar, realmente lo estaba pasando bien. Había logrado desconectarse de su realidad.

Ya había anochecido, ambos estaban agotados. Pasaron la mayor parte del tiempo corriendo, necesitaban un descanso, por lo que dejaron los juegos y fueron a comprar algo para beber. Luego de hacerlo, descansaron unos minutos y pronto decidieron que era momento de irse. Ya se hacía tarde, así que caminaron en dirección a los casilleros- debían ir por sus cosas- pero de camino Taehyung vio a un hombre con un carrito vendiendo algodón de azúcar, sus ojos brillaron al instante. Hoseok al notarlo, no perdió el tiempo y le compró uno.

- Hyung no debiste molestarte, no era necesario- dijo siguiendo su camino.

- Claro que sí, hubieras visto tu cara. Tus ojos lo pedían a gritos- comentó sonriente.

- Ya hyung, no me moleste- dijo mirándolo a los ojos.

- Eres demasiado adorable- el castaño bajó su mirada, estaba avergonzado- bueno ya estamos aquí- dijo entrando a la pequeña sala, que por alguna razón estaba vacía- ¿qué número tenemos?

- El cincuenta y tres - dijo con su boca llena.

- Veo que realmente lo estás disfrutando- se burló.

- Está delicioso ¿quieres probar?- preguntó acercando el algodón a su mayor, este aceptó dándole un gran mordisco.

- Tienes razón está muy bueno- el castaño no pudo quitar la vista de su boca, había restos del algodón en sus labios.

- ¿Qué pasa Ta...- su frase fue cortada por los labios menor.

Era lo que había estado deseando durante todo el día, no pudo controlarse más. Hoseok por poco pierde el equilibrio, pero los casilleros funcionaron como amortiguadores. Taehyung adentró su lengua en la boca del peli negro y este la recibió. El beso no era para nada tierno, en el se notaba necesidad pura. Al cabo de unos segundos Tae separó sus labios, necesitaban respirar.

- Hyung me haces sentir muy raro- le comentó jadeante. 

En un instante el mayor cambio sus posiciones y el algodón cayó, pero esto pasó a un segundo o tercer plano.

- Tú también a mí, Tae- respondió con su respiración entrecortada.

En menos de un segundo Hoseok volvió a tomar su boca, hundiendo su húmeda lengua en él, esta vez más rudo, más demandante. Lo pegó contra él y este de apoco comenzó a sentir su erección. El castaño sentía que perdía sus fuerzas, estaba completamente excitado. El mayor lo levantó y lo acomodó sobre su cuerpo, apoyándolo contra unos casilleros. Inconscientemente Hoseok comenzó a simular embestidas, el menor jadeaba entre besos. Ambos estaban perdidos en un mundo aparte. 

- Me gusta hyung, me gustas mucho- dijo Tae sobre sus labios.

 El mayor lo calló con otro beso y continuó con sus movimientos. De repente se escucharon risas en la entrada y se separaron al instante.

- Vamos por nuestras cosas- habló el mayor aun agitado, el castaño asintió avergonzado.

Después de tomar sus pertenencias Hoseok tomó su mano y se dirigieron a la parada de buses.

- Gracias por todo, hyung.

- ¿Por qué me agradeces, Tae? Soy yo el que debe hacerlo, lo pasé muy bien hoy, de verdad. Hace mucho tiempo no me sentía así- y era cierto el mayor realmente había disfrutado ese día.

- Me alegro de que sea así- dijo feliz.

Se encontraban sentados en la parada cuando Tae recordó algo.

- Hyung... hoy estaba muy frustrado, anoche no pude descifrar la clave y eso me tenía muy mal- hizo una pausa.

De pronto Hoseok sintió un golpe de realidad, nada de eso debió haber pasado, ¿por qué se estaba abriendo con Taehyung? Su cara cambio de inmediato, pero el menor no se percató.

- ... Pero luego con todo lo que pasó hoy me hiciste realmente feliz, gracias por acercarte a mí, hyung.

- Ya te lo dije antes, no tienes que agradecer- dijo forzando su sonrisa ¿por qué actuaba como un adolescente? Esto estaba mal- no te sientas mal... Tae ¿por qué no aceptas mi ayuda?- acarició su mejilla- acaso no confías en mí- dijo mientras posaba sus labios contra los del menor, sabía el efecto que provocaba en él.

- Hyung...

- Solo te quiero ayudar- dijo besándolo otra vez- ven mañana a mi casa si quieres, hagámoslo juntos.

-... Está bien hyung, hagámoslo- le comentó sonriente y el mayor le devolvió la sonrisa. Ya estaba hecho.

Esa noche a Hoseok le costó conciliar el sueño, las imágenes de lo ocurrido en el día volvían a su mente. Taehyung era un muchacho extraño ¿por qué le preocupaba tanto lo que le pasaba? El único que actuaba así con él era Yoongi, era su familia y eso lo explicaba, pero ¿qué lo impulsaba a él? Nadie antes le dio importancia, si era un estudiante sumamente popular, pero no era realmente cercano a nadie, solo había conversaciones estúpidas, risas vacías y salidas sin sentido, entonces no le encontraba sentido. Lo que le comentó horas atrás al menor era cierto, Taehyung lo hacía sentir extraño- no lo dijo por calentura- claramente no era amor, él no conocía ese sentimiento, pero algo causaba en su interior, no por nada se había "acostado" con un hombre la noche anterior. Taehyung se colaba en su mente mientras hacía de las suyas y eso en parte podía entenderlo, quería follarlo desde hace días, pero algo cambió ese viernes, ya no quería acabar con su vida- algunas de sus víctimas tenían esa suerte, a veces simplemente deseaba maltratarlas, no las mataba, sencillamente las desechaba, pero este caso era distinto, quería a Taehyung con él- Puede que estuviera desarrollando una extraña necesidad por el menor- y no, esto no significaba que quisiera ser su novio, ni mucho menos que quisiera tener sexo vainilla, sus ganas de follarlo duro y sin piedad seguían intactas. Quería maltratarlo, eso nada lo iba a cambiar.

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Skr💜💜

Detrás de su sonrisa (HopeV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora